sábado, 30 de diciembre de 2017

Predicciones para 2018


Queridos lectores,

Una vez más, como por estas fechas, me enfrento al difícil ejercicio de intentar adivinar cuáles son las tendencias que configurarán el año que empieza en un puñado de horas. Lo haré atendiendo, como es del interés de este blog, al problema de los recursos y ambientales, y a sus consecuencias socioeconómicas. Como siempre, debido a lo corto del plazo comparado con los tiempos propios de los procesos que pretendo describir, así como la multiplicidad de factores que intervienen, hacen de este ejercicio una pirueta difícil y arriesgada, pues las probabilidades de equivocarse son mucho más elevadas que las de acertar. Aún y con todo, creo que el ejercicio de plasmar cuáles son mis ideas sobre la actual situación es interesante por sí, más que nada con una función de prevención de los peores problemas que se podrían dar y también ejemplarizante.

Pero antes de empezar con la previsión de este año propiamente dicha, haremos como siempre un repaso de las previsiones que hicimos el año pasado, analizando cuán acertadas o equivocadas fueron.


  • Comienzan a notarse la caída de la producción de petróleo: Lo cierto es que no, aún no se ha notado, justamente por el aspecto que se consideraba improbable: el aumento de inversión en fracking en los EE.UU. Aunque sea una locura, no sólo por cuestiones ambientales sino también porque es financieramente ruinoso, es exactamente eso lo que está pasando. Considero esta previsión fallida en lo esencial.
  • EE.UU. lo apuesta todo al fracking: A pesar de que las explotaciones de fracking son desesperamente ruinosas, ciertamente los EE.UU. lo están apostando todo a esto, y como se preveía han conseguido remontar el máximo de producción de 2015. Esta previsión ha sido completamente correcta y más aún, hasta el punto de arruinar la anterior.
  • Recesión, por fin: Llevo desde 2014 avanzando esta recesión y este año tampoco ha llegado. Previsión completamente fallida
  • Auge del populismo: Esta previsión ha sido al menos parcialmente acertada. En Europa está habiendo claramente un resurgir de la xenofobia y el populismo, sobre todo en Centro Europa.
  • Nuevas guerras: Afortunadamente no. Se trataba de una posibilidad más que de una certidumbre; aún así, la considero fallida.
  • La España ingobernable (segundo acto): Lo cierto es que, a pesar de que todos los problemas que se apuntaban se han dado y siguen ahí, la legislatura nacional ha conseguido tirar adelante todo el año, y eso que con la cuestión catalana hubo momentos en que pareció que se hundiría. Considero la previsión parcialmente fallida (muchas de las cosas que se comentaban han estado presentes y continuarán estando ahí).
  • Cataluña, colisión inminente: Previsión completamente acertada, por desgracia, ya que ha ido mucho más lejos de lo que yo acertaba a atisbar.
  • El cambio climático no descansa: Desgraciadamente muy acertada, con posibles derivadas (sequía en España, si al final se demuestra que es un efecto del cambio climático) que nos afectan muy de cerca.
  • Cierre de este blog: Se consideraba poco probable y afortunadamente hemos acertado.
Seguramente las previsiones de 2017 han sido las peores que he hecho nunca, pues las he marrado, y por mucho, sobre todo en los aspectos más importantes, los relacionados con el tema principal de este blog.

Vayamos con las de 2018. Nada difícil de verbalizar, porque voy a hacer básicamente las mismas que hice en 2017, esperando que este año sean más acertadas.

  • Caída de la producción de petróleo: Actualmente la compensación del declive del volumen total de hidrocarburos producidos se está realizando principalmente gracias al repunte del petróleo de fracking en los EE.UU. Pero los problemas han continuado aumentando en muchos productores principales y la tensión es máxima, la desinversión es generalizada excepto en el fracking, y en los EE.UU. el fracking no podrá mantenerse por mucho tiempo más con los números ruinosos que tiene. A pesar del previsible pico de precios (ver más abajo), 2018 cerrará con un descenso apreciable de la producción de hidrocarburos líquidos, que podría llegar, en el peor de los casos, a ser de alrededor de 2 millones de barriles diarios (Mb/d) menos que el máximo, actualmente conseguido en agosto de 2016.
  • Pico de precios del petróleo: Considero bastante probable que el precio del petróleo crudo, por culpa del declive productivo ya anunciado, llegue a máximos no vistos desde 2008. No sé si llegaremos a tocar un precio tan elevado como los 150 dólares por barril de aquel año (aunque no es descartable que esta vez fuera incluso mayor), pero en todo caso asumo que el precio superará la barrera de los 120 dólares por barril, lo más probable hacia el mes de julio y en todo caso antes de cerrar el año, para luego precipitarse a precios mucho más bajos en medio de la grave crisis económica que desencadenará.
  • Grave crisis del fracking en los EE.UU. con fuertes consecuencias políticas: Dilapidar dinero en el fracking de la manera que se está haciendo no puede seguir para siempre, y considero bastante probable que el año que viene, a pesar de que los fugaces altos precios del petróleo hagan pensar que por fin el fracking va a producir beneficios, acabe en una gravísima crisis en el sector cuando se vea que ni por ésas se realizan los beneficios esperados. El hundimiento final del fracking (que, por ser sinceros, lo más probable es que no se verifique hasta principios de 2019) generará una crisis política de grandes dimensiones, que puede lastrar de forma definitiva la presidencia de Donald Trump.
  • Recesión, por fin: Un pico de precios del petróleo como el que estoy previendo desencadenaría una gran recesión global, como en 2008. En el caso concreto de las economías occidentales, incluyendo España, esta crisis arruinará todas las previsiones macroeconómicas y disparará el paro Quizá, después de tres años de repetirla infructuosamente, esta vez la previsión se cumpla.
  • Nuevas guerras: Por desgracia, considero que la probabilidad del estallido de nuevas guerras, con el factor de control de los recursos más o menos explícito, va ser muy elevada durante el año que viene. Desde escaramuzas y revueltas hasta verdaderas guerras, la lista de países donde podría estallar conflictos es bastante larga: Argelia, Nigeria, Libia de nuevo, Sudán del Sur, Venezuela e incluso Arabia Saudita. Veremos qué nos depara 2018 en este aspecto.
  • La España ingobernable (tercer acto): La consolidación de Ciudadanos como fuerza alternativa al PP, la revalidación de la mayoría independentista en el Parlament de Catalunya, y por último la crisis económica con el consecuente descontento social, hacen muy probable que el actual Gobierno del PP acabe finalmente por caer. Ante la perspectiva de una caótica moción de censura, el Gobierno del PP convocará elecciones anticipadas hacia el final del año, de las que saldrá un Congreso de los Diputados más fragmentado que nunca, haciendo todavía más difícil la formación de coaliciones para gobernar España.
  • Cataluña, rebelión de baja intensidad: La situación de Cataluña va a volverse aún más compleja de lo que lo ha sido durante los últimos años. El punto central de la estrategia independentista será, probablemente, intentar restituir a Carles Puigdemont como President de la Generalitat. Aquellos diputados electos que todavía estén en la prisión o huidos de España para esquivar a la justicia española acabarán probablemente renunciando a sus actas para garantizar la mayoría independentista en el Parlament, con la sola excepción de Carles Puigdemont (actualmente en Bruselas) y quizá la de Oriol Junqueras (en prisión), de manera que se garantice la mayoría absoluta del bloque independentista aunque haya dos que nunca estarán en el Parlament (aunque eso les implicará apoyarse mucho en la CUP). El bloque independentista intentará que se proclame a Puigdemont presidente aunque no llegue a estar presente nunca, proponiendo una modificación del reglamento e intentando escenificar, si no lo consiguen, la anomalía que representa que el candidato con mayor apoyo parlamentario no pueda tomar posesión del cargo de President por la persecución judicial. Lo que pase después no sé que será, pero tiene pinta de que será bastante complejo: un President (o Presidenta) comodín, que representará el papel aunque "obedecerá" las órdenes de Carles Puigdemont (con amplia escenificación de las teleconferencias en los consejos de gobierno); una nueva hoja de ruta hacia la proclamación de la República Catalana pero de menor intensidad, intentando forzar los límites legales pero sin traspasarlos, una acción continua en todos los frentes jurídicos nacionales e internacionales y, para mantener la tensión en la calle, una nueva fecha a como mucho un par de años vista en la que deberá pasar algo muy importante y definitivo, de modo que actúe como acicate y tótem ilusionante. Un Procès 2.0, vaya. Debido a la crisis del Gobierno de España, lo más probable es que los independentistas catalanes aprovechen la situación para sacar mayor beneficio para sus fines. En todo caso, como digo, la situación que se dibuja parece extremadamente compleja.
  • La sequía en España se agrava: Normalmente las fases agudas de las sequías en España duran un par de años y eso hace probable que la actual se prolongue aún un poco. Los problemas que tal prolongación de la sequía puede generar a nivel social no deben ser desdeñados, porque ya estamos en una situación bastante extrema, y tiene un impacto económico nada despreciable. Quizá eso sirva para hacer más evidente en la población general la necesidad de tomar medidas decididas para combatir el cambio climático. Otra cosa es que las medidas que se implementen al final sirvan para algo.
  • Cierre de este blog: Los lectores más antiguos habrán observado una disminución en el ritmo de publicación, sobre todo en la recta final del año. Esto es debido a que mi trabajo principal cada vez me toma más tiempo y me implica viajar mucho más (he hecho 5 viajes sólo en el último mes). Durante el año que viene no creo que la situación varíe mucho respecto al nivel actual, con lo que veo probable que mi ritmo de publicación pase de uno a la semana que más o menos mantenía a uno cada dos semanas. Pero tengo en la recámara unos cuantos buenos posts de Beamspot y de otros autores nuevos, aparte de tres posts comenzados sobre diversos temas de interés, y confío en que con otras contribuciones que irán llegando podamos mantener el nivel de publicación en un post a la semana o más. En todo caso, no creo que haya presiones para cerrar el blog, y menos este año en que los temas que aquí se tratarán recobrarán mucho interés
En resumen, creo que 2018 será un año que marcará un hito, un cambio de tendencia bastante fuerte, una etapa destacada en nuestro declive energético.

Salu2,
AMT

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