Les presento una nueva entrega de la Antítesis del Discurso del Sistema, pergeñada, como las anteriores, por Beamspot y Rafael Romero. En esta ocasión, discuten sobre el mantenimiento del insostenible extractivismo y las desigualdades que trae la denominada revolución digital.
Salu2.
AMT
El Discurso del Sistema. Antítesis (IV).
En esta cuarta parte, nos vamos a centrar en dos problemáticas acalladas, una muy directa, ya que las soluciones propuestas en el fondo lo que hacen es fomentar aún más el extractivismo en el que se enmarca la extracción del petróleo, el gas y el carbón, y sobre algo más tangencial en una primera mirada que tiene unos pocos puntos tangenciales evidentes, pero repercusiones mucho más profundas que se verán más adelante, que es precisamente la razón por la que se proponen algunas de estas omisiones.
V - La insostenibilidad del extractivismo.
Como se ha dicho en las cuatro entradas anteriores, el extractivismo entendido como el uso de forma no sostenible de recursos renovables de la tierra, especialmente de elementos fósiles (combustibles fósiles, suelo fértil y agua fósil), no es ni ampliamente entendido, ni siquiera mencionado. Como mucho se ha empezado a levantar la alerta sobre el uso insostenible de recursos energéticos fósiles, pero no como un problema de extracción insostenible, sino como algo perjudicial para la salud humana y el clima por la generación de contaminación. En ningún caso se hace referencia al problema de fondo, que la tasa de reposición es extremadamente baja en relación a la tasa de extracción que estamos realizando en nuestra civilización, convirtiendo poco a los recursos naturales de la Tierra, todos ellos renovables (incluidos los combustibles fósiles) en recursos en decrecimiento, lo que por estos lares llamamos Peak Oil, Peak Water, Peak Phosphorus, Peak Soil,....
En definitiva todos estos conceptos que tratan de describir procesos y anticipar el momento en que la extracción, producción o obtención de un recurso natural llegará a su punto máximo para empezar a decrecer son diferentes facetas de un modelo de sociedad insostenible, un modelo de crecimiento (demográfico, social y económico) ilimitado dentro de un espacio, la Tierra, limitado.
Todos estos conceptos y aspectos que hemos ido exponiendo (y otros que han quedado pendientes) están profundamente interconectados añadiendo complejidad a su estudio y búsqueda de soluciones, hasta el punto de que una actuación positiva en uno sólo de los factores puede acabar generando una dinámica negativa en el resto o una pequeña actuación negativa en uno de ellos derivada de la realimentación de otros factores puede dar lugar a un profundo desequilibrio.
Llegado este punto, lo primero que hay que dejar claro es que el cambio hacia a las energías ‘renovables’ que nos están vendiendo en realidad no soluciona nada si no implica un cambio de modelo socio-cultural y económico de nuestra actual civilización.
Para la expansión y uso de las energías renovables podemos llevar al límite la obtención de muchos recursos, hasta 70 de los 92 elementos de la tabla periódica que se pueden encontrar en la corteza terrestre. La electrónica, el pilar sobre el que se sustentan las energías renovables, las soluciones “Smart”,….; es la que más diversidad de recursos utiliza a lo largo de su cadena de valor (producción, post-producción, procesamiento, distribución y mantenimiento). Y en el caso particular de las instalaciones FV y eólica, aunque la variedad de los recursos utilizados no es tan amplia como en la electrónica, el volumen de recursos necesarios estresaría la obtención de recursos claves más allá del límite, siendo el ejemplo claro el de las tierras raras (el telurio, el itrio, que a pesar de no ser una tierra rara, se considera como tal, y el indio) y el cobre, cuyos efectos ya estamos apreciando al generar incluso delincuencia en países occidentales asociada a la obtención irregular de materiales que contengan estos elementos.
Otro de los elementos clave desconocidos que se nombra poco es el helio, imprescindible para la fabricación de electrónica.
Lista de algunos elementos en 'peligro de extinción', si bien, es incompleta, puesto que no incluye, por ejemplo, el disprosio. |
Por tanto, si el ‘avance hacia las renovables’ significa dejar de quemar petróleo y otros combustibles fósiles, para pasar a extraer de forma masiva cantidades enormes de otros elementos mucho más escasos (con especial atención al helio, telurio, indio y disprosio, sin ser los únicos), sin variar el modelo de civilización, las “renovables” no son la solución.
Esta propuesta “renovable” o “verde” no es en realidad un cambio, es mantenerse en la mentalidad y el modelo de sociedad imperante actualmente, intentando sustituir un problema para generar otro, y seguramente con ello sólo consiguiendo empeorar la situación. Extrayendo, consumiendo cada vez más más cosas, cada vez más escasas, más difíciles y caras de extraer, que requerirán más energía para su obtención, no resolveremos el futuro de nuestra civilización sino que seguramente nos acercaremos un poco más hacia nuestra extinción como especie.
Pero es que además el extractivismo asociado a las renovables llevará a un límite salvaje la minería, extendiendo y ampliando los procesos de contaminación asociados a ella que empeoraran los factores que hemos tratado en los puntos anteriores, básicos para nuestra supervivencia como son la reducción de tierras fértiles y la contaminación de grandes cantidades de agua potable.
Consumir cantidades ingentes de energía, reducir la disponibilidad de diferentes recursos naturales, contaminar de forma masiva acuíferos, sustraer zonas de la producción de suelos fértiles, no es el camino compañeros, es simplemente darle una patada a la bola de nieve para que coja velocidad y se haga más grande.
Y como existe el conocimiento de que sacar a la luz pública las evidencias de este fraude son un riesgo no asumible por nuestros gobernantes. Como existe en convencimiento por parte de nuestros dirigentes de que la realidad del problema no sería aceptable, se calla, se tapa, se falsea detrás de otros problemas. Y si viene un elemento problemático como yo, o como AMT, a avisar, se le despacha con la frase habitual de ‘se puede hacer de forma limpia’, lo cual no sólo es una salida en falso si no que es la versión moderna de la célebre frase religiosa “dios proveerá”, es la constatación del fracaso de la tecnología para resolver nuestros problemas reales, puesto que implica que ahora no se hace y si no se hace, debe ser por algo.
Seamos serios, si no se hace actualmente ni se ha hecho en el pasado es porque intentar reducir mínimamente los efectos que hemos enumerado para hacerlo un poco más sostenible es difícilmente asumible económicamente en nuestra actual dinámica económica e intentar realizarlo de forma totalmente sostenible simplemente es inviable en nuestro actual modelo de sociedad. Y cada día que pasa el problema se incrementa pues no sólo habría realizarlo “de forma limpia” a partir de ahora, sino que se debería ‘limpiar’ todo lo que se ha generado hasta ahora (incrementando aún más los costes).
Por tanto, cuando oigáis “se pude hacer de forma más limpia” tened claro que lo que significa realmente es que el sistema actual, en la mayoría de países occidentales, ha sido esconder el problema en algún sitio, normalmente lejos, para que otros carguen con el problema. Otros en el espacio (otros países) o en el tiempo (futuras generaciones).
Por poner un ejemplo cercano y palpable, si sienten curiosidad se pueden desplazar un día a las inmediaciones de las minas de Riotinto. En la actualidad esta mina que se reactivó en 2015 (después de un primer cierre en 2001) sigue extrayendo a un ritmo de 6,5 millones de toneladas al año, aunque se espera que pueda llegar a 9,5 millones de toneladas en los próximos años.
Esta mina entró en funcionamiento hace más de 4.000 años, y aunque en la época romana incrementó de forma destacable su explotación y contaminación de la zona, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX que la mina de Rio Tinto pasa a ser una explotación industrial moderna, con la consiguiente generación de un volumen elevado de lixiviados que son acumulados progresivamente en diferentes embalses y balsas de las diferentes cuencas, principalmente del rio Tinto y el Oidiel, hasta crear un sistema de embalses de aguas de lixiviación y lodos que posiblemente rebasa la imaginación de muchos.
Al nombrar el problema de lixiviados y la zona a todo el mundo le viene a la cabeza el desastre de Aznalcollar que liberó entre 4,5 Hm3 de aguas y 2 y 4 millones de m3 de lodos con una alta concentración de metales pesados (hierro, zinc, plomo, cobre), aminas e hidrocarburos procedentes del tratamiento de la pirita que eliminó totalmente la flora y fauna del Guadiamar, afluente del Guadalquivir, pero podríamos considerar que el desastre de Aznalcollar es una pura anécdota si pensamos nos atenemos a las dimensiones, pues lo que se derrumbó y diseminó era el contenido de una simple “balsa de lixiviados”.
Para ponerlo en contexto deberíamos revisar las dimensiones de algunos de los embalses de lixiviados de las minas de Rio Tinto, como, por ejemplo:
- Embalse de Aguzadera: 60 Hm3
- Embalse de Sancho: 58 Hm3, cuenca del rio Meca, afectado por la contaminación de las minas de Lapilla y Tharsis que afectan a los arroyos de Dehesa Boyal, Agustanos y Valdeoscuros.
- Embalse del Cobre: 30 Hm3, cuenca del Odiel, que recoge los residuos del Distrito Minero de Riotinto.
- Embalse de Olivargas: 29 Hm3, cuenca del Odiel, que recoge los lixiviados de las minas de Confesionarios, Aguas Teñidas, Cueva de la Mora y La Zarza
- Embalse de Gossan: 22 Hm3, cuenca del Odiel
- Embalse de las Marismillas: 7 Hm3, recoge el agua del Túnel 11 o Túnel Central del complejo minero de Peña de Hierro, cuenca del rio Tinto.
- Presa de Zumajo: 2 Hm3
- Presa de Silillos: 2 Hm3
En total estamos hablando de una acumulación 50 veces superior a la “balsa de Aznacollar”, con más de 200 Hm3 de aguas y lodos con importantes acumulaciones de metales pesados concentrados en una zona habitada y a la cabecera de un parque natural clave para la migración de muchas aves.
Eso sin contar con la futura presa de Alcolea, de 274 Hm3, para la que los estudios indican que las aguas almacenadas no serían buenas ni para el uso agrícola o industrial, menos para el consumo humano.
Esta región de la península es uno de los ejemplos paradigmáticos de lo que es la minería del cobre y sus consecuencias ambientales. En su desembocadura el rio Tinto presenta un elevado grado de contaminación, con valores de pH inferiores a 3,0 la mayor parte del año y una elevada concentración de sulfatos y metales disueltos (1451 mg/L de sulfatos, 157 mg/L de Fe, 77 mg/L de Al, etc). Por su parte, el río Odiel, a su paso por Gibraleón, muestra niveles de contaminación menores: el pH oscila entre 3,3 y 3,8 la mayor parte del año y la concentración de elementos tóxicos es más baja (712 mg/L de sulfatos, 37 mg/L de Al, 7,5 mg/L de Fe, etc). La concentración de arsénico total disuelto en las aguas del río Tinto es mayor que en el río Odiel; no obstante, el As (III) representa un 0.5% del arsénico total en el río Tinto mientras que en el Odiel representa por término medio un 9%; aunque la concentración es muy superior en los cursos de agua más cercanos a las
instalaciones mineras. Además de los contaminantes disueltos, durante las crecidas hay un importante transporte de contaminantes que se realiza en forma de material en suspensión, especialmente importante en el caso de Fe, As, Pb y Cr.
En conjunto, la cantidad de metales tóxicos transportada por los ríos Odiel y Tinto es de:
- Aluminio – media de 5.000 tn/año
- Hierro – media de 7.000 tn/año
- Cinc – media de 2.750 tn/año,
Y cantidades menores de Arsénico, Cadmio, Cobalto, Plomo, Manganeso, Niquel y Cromo, que no dejan de ser muy importantes desde el punto de vista de su impacto ambiental en la Ría de Huelva y el Golfo de Cádiz. Recuérdenlo cada vez que coman gambas de la Ría de Huelva y fresas de la marisma de Huelva… ¿están gustosas, no? Es que llevan aderezo.
Para hacernos una idea del nivel de contaminación de estos dos ríos y ponerla en contexto, cabe apuntar que dentro de los flujos globales que todos los ríos del mundo transportan hasta el océano (GESAMP, 1987); las cantidades transportadas por los ríos Tinto y Odiel suponen aproximadamente el 15% del Cu y el 47% del Zn a nivel mundial.
Y como comentábamos al principio de este apartado el artículo de referencia indica en sus conclusiones que “las medidas de tratamiento activo para la neutralización de los lixiviados mineros son muy caras y poco sostenibles a medio y largo plazo, por lo que sólo pueden ser mantenidas por las minas actualmente activas. Sin embargo, el principal problema en las cuencas de los ríos Tinto y Odiel son la enorme cantidad de residuos mineros generados, principalmente, en los últimos 150 años”.
Pero la contaminación no es sólo sobre las aguas circulantes, todos los acuíferos de la zona están altamente contaminados por los metales pesados para los próximos siglos, y en épocas de sequía, cuando los lodos quedan al aire, la contaminación pasa a ser aérea, llegando a presentar niveles 10 veces superiores a los normales en concentración de Cinc, Cobre o Arsénico en suspensión.
Es decir, que además del enorme coste energético y medioambiental de una explotación minera normal, incluso allí donde las concentraciones son anormalmente altas (Faja Pirítica Ibérica), y de cuyos restos se obtienen sólo algunos materiales, despreciando el resto si no son el objetivo principal de la explotación (Ej. en Rio Tinto se explota actualmente el cobre, históricamente se explotó para la obtención de Plomo, Zinc, Cobre, Plata y Oro).
Entre los residuos que podrían explotarse figura el cobalto (uno de los ingredientes de las batería de litio), pero debido a su baja presencia y complejidad de los procesos de refino no es explotado. Históricamente sí que se ha extraído oro, rociando con cianuro los escombros después de la obtención del resto de minerales. Y en ningún caso se ha planteado la extracción del escaso teluro.
Los restos tóxicos (el cianuro es uno de los venenos más potentes que existen) acumulados en este caso no sólo en pequeñas “balsas” (o piscinas) de lixiviados de unos pocos Hm3 de volumen (que también las hay), sino directamente en embalses, continuarán allí hasta después de que la actividad minera termine, momento en que si se planteara abordar su desmantelamiento y limpiado, tendría unos costos inasumibles. La suerte habitual de estos almacenes de toxicidad es el abandono, sin mantenimiento. En el mejor de los casos, el gobierno se hace cargo, con los consiguientes costos y repercusiones locales.
Pero sigamos mirando hacia otro lado…. Miremos hacia el futuro “VERDE”.
VI - La revolución industrial 4.0.
Este tema es tratado como asunto independiente, o sólo relacionado tangencialmente, con el discurso del cambio climático. A menudo oímos que la revolución 4.0 (revolución “verde”, revolución ecológica, las “Smart-lo que sean”,…) como respuesta al cambio climático generarán muchos nuevos puestos de trabajo.
Para entender lo que representa la denominada revolución industrial 4.0, nos tenemos que fijar cuáles son sus principales focos de actuación, que son:
- Automatización
- Acceso digital al cliente
- Conectividad
- Información digital
La idea que se vende es generar un tipo de industria que se adapte exactamente a la demanda del cliente; para ello lo fundamental es la información digital y el acceso digital al cliente, conocer todos sus gustos, anticiparse a sus necesidades y mejorar la eficiencia dentro de la cadena de valor.
Para ello es necesario que el cliente, el productor y todos los proveedores del productor estén interconectados y que la producción sea totalmente automatizada, mejorando más allá de lo imaginable la eficiencia dentro de la cadena de valor de la producción.
La teoría suena muy bonita, pero ¿se imaginan ustedes una sociedad donde cada uno de sus pensamientos y necesidades fueran visibles y se satisficieran de forma inmediata?
¿De verdad quieren ustedes que les controlen donde están las 24 horas del día?¿De verdad quieren ustedes que alguien sepa donde y cuando gasta usted su dinero?¿De verdad quieren ustedes que alguien controle cuánta agua puede gastar, cuando puede o no puede encender la luz, si le conviene comer esta comida o no, cuando debe hacer ejercicio y cual, cuando y donde debe ir de vacaciones,…..?
No, creo que no se la imaginan y, a poca inteligencia que tengan, huirán despavoridos. Pues señores ya están ustedes dirigidos hacia ese futuro, y además ustedes están pagando para que sea así. George Orwell, con el Gran Hermano de su libro "1984", se quedó corto.
Pero no teman (o sí) porque ese futuro tan “idílico” descrita hace pocos párrafos va a estar reservada a cuatro y, seguramente, van a ser los mismos de siempre… y seguramente sus gustos y necesidades (que sin duda serán cubiertas, como lo han sido siempre, por escandalosas que nos puedan parecer a los ciudadanos de a pie) serán cubiertas para mayor perjuicio del resto de la población.
Porque el tema de fondo es que, ésta mal llamada revolución que tampoco es industrial, es en realidad la extensión y magnificación de la automatización, ya usada en la industria hace tiempo, a todos los ámbitos de la vida social, económica y cultura. La principal amenaza es la fractura social y el desempleo.
El motivo es el de siempre. En los USA, cuando se elevó el salario mínimo a 15$/hora en algunos sitios, lo primero que pasó es que se despidieron muchos dependientes en ciertos sectores como las franquicias hamburgueseras, y fueron sustituidos por pantallas táctiles, que salía mucho más barato. ¿Porque? Porque una máquina no pone objeciones a una jornada 24x7, ni enferma (si se estropea la sustituye otra igual, o ni eso), ni tiene costes laborales, ni se le aplican impuestos para cubrir su sanidad, jubilación,…..
Y en este nuevo escenario los empleos de futuro estarán relacionados con los Sistemas de Información, la Gestión de Datos, la Seguridad Informática, la electrónica y los Sistemas robóticos. Pero, ¿realmente que masa laboral requieren esos oficios? La respuesta es que poca. En un mundo de demografía creciente cada vez se necesitará menos gente que trabaje, pero eso no va a redundar en que todo el mundo disponga de más horas para su vida no laboral, sino que lo que se plantea es abrir una profunda brecha social entre los formados para participar de ese mundo y los no formados.
El resultado tiene dos vertientes, siendo la laboral la más escabrosa, razón por la que se está proponiendo auténticas barbaridades (desde el punto de vista financiero/contable/matemático, las cuentas no cuadran) como la RBU y compañía. Esto es un aspecto importante que será abordado más adelante, y que no presagia nada bueno.
La segunda vertiente es una vez más, el incremento del uso de la electrónica, con sistemas cada vez más complejos, de mayor conectividad, mayor seguridad, mayores interdependencias, por lo que los servicios exclusivos no podrán estar al alcance de todos, con la eliminación sistemática y reiterada del factor humano en cada vez más facetas de la vida cotidiana, provocará que la flexibilidad, adaptabilidad,.. que sí que se solicitará a los trabajadores con más frecuencia, será la principal carencia que se podrá observar en las ‘soluciones tecnológicas’ destinadas al público general, que perderá opciones y flexibilidad para cubrir sus necesidades y tomar decisiones de futuro, pues de otra manera el sistema no podría asumir los riesgos derivados del incremento de complejidad del sistema y debilidades derivadas de las múltiples interdependencias. El destino hacía el que se encamina el ciudadano medio es de una rigidez en la manera de vivir, un control total de lo que puede o no puede hacer, decir o, incluso pensar, que entran en abrupto conflicto con el concepto de ‘progreso’ que se nos vende.
Desengañémonos, se nos está silenciando que en el futuro, para que el sistema pueda funcionar, las opciones se cierran, no hay alternativas, no hay negociación o ‘pedidos especiales’ (excepto para unos pocos). Si el ‘sistema’ no quiere que se vendan Burguers Cangreburguer con mayonesa, las eliminan del menú, y no se admitirán reclamaciones .¿de verdad no son (somos) conscientes de que ya está empezando a pasar?¿no se han dado cuenta de cómo se están limitando poco a poco sus opciones en múltiples facetas de sus (nuestras) vidas?
Para cada acción en la que la sociedad demuestra que puede luchar contra el sistema, que aún existe cierta empatía entre los miembros de la sociedad, se van aplicando sistemas que intentan anular estas opciones. Como pasó con la campaña del ‘no vull pagar’ en Catalunya con los peajes. Los trabajadores que cobraban manualmente fueron sustituidos por máquinas y se incrementaron en el número de carriles con Teletac Las máquinas no aceptan abrir la barrera si no pagas, no entran en conversación, no interactúan ni dan alternativas. Y si el pago es automático (Teletac) aún menos: ni sabes lo que has pagado hasta que revisas las cuentas bancarias.
Ese es el futuro que se plantea realmente, toda una amenaza al trabajo industrial, para que la ‘salida de la crisis’ que nos están vendiendo este 2018 no se traduzca en una subida salarial.
Pero, ¿qué es salir de una crisis si no una mejora en las condiciones salariales/laborales y sociales?
En realidad, la revolución 4.0 esconde una amenaza económica, social y cultural profunda. Una amenaza en la que la gente, ya ha caído (hemos caído) en la trampa. Una manera de forzar la situación hacia el siguiente paso. En el que entraremos a continuación.
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