Queridos lectores:
Hace unos días, una periodista que me entrevistó me explicó que había comentado en la redacción que me iba a entrevistar, y que varias personas le preguntaron si iba a llegar el apocalipsis que llevo tanto tiempo anunciando y que nunca llega. Obviamente, quien dice eso es un necio que nunca ha leído nada de lo que he escrito ni ha ido a una de mis conferencias. Resulta especialmente ridículo decir esas cosas teniendo en cuenta, por ejemplo, este artículo que escribí hace 12 años, allá por 2013, cuando aún no llevaba tres años de singladura en este blog. Léalo, por favor, si es Vd. de la opinión de que yo soy un profeta del apocalipsis, ya que a lo mejor lo que sucede es que el que es un profeta del apocalipsis es Vd., querido lector, si así pensaba.
Porque, tal y como explicaba en aquel artículo, incluso si estuviéramos en un proceso de colapso lo que veríamos sería una degradación gradual a través de los años y las décadas, un progresivo irse haciendo más pobre mientras vamos siguiendo con nuestra vida cotidiana. Y lo cierto es que después de los 16 años que llevo haciendo divulgación, resulta difícil negar que, efectivamente, nos vamos haciendo más pobres. Resulta difícil negar que hay cada vez más inestabilidad en el mundo. Resulta difícil negar que cada vez hay mayores problemas de suministro, de muchas cosas, en regiones cada vez mayores del mundo. Resulta difícil negar que hay una belicosidad creciente. Resulta difícil negar, en suma, que todas las cosas que anticipábamos hace 12 años están efectivamente sucediendo.
Y, sin embargo, a pesar de la clamorosa evidencia, y a pesar de que yo siempre he dicho que el objetivo de esta divulgación es intentar evitar los peores escenarios, y que es posible seguir escenarios mucho mejores, y que de hecho es eso lo que debemos pretender... a pesar de eso, sigue habiendo un empecinamiento malsano y tóxico en considerar que divulgar esta situación y buscar soluciones es "catastrofista", como si no fuera suficientemente catastrofista la evolución que estamos siguiendo.
También es verdad que ésta actitud es muy española. Aquí en España se está produciendo un proceso de degradación, de gentrificación, de destrucción de la clase media,... pero aún así las condiciones de vida aquí son bastante buenas para la mayoría de la población. Sin embargo, estoy convencido de que una buena parte de mis lectores del otro lado del Atlántico no estarán tan de acuerdo con que las cosas estén yendo bien. Y es que, como siempre, no nos acordamos de Santa Bárbara hasta que truena. En fin...
Comienzo con estas reflexiones en éste, el último post del año, en el que generalmente analizo el devenir del blog, de esta bitácora que comencé hace casi 16 años. Vemos su pasado, presente y futuro.
Pasado:
El año 2025 ha sido un año bastante turbulento, sobre todo en cuestiones geopolíticas. La segunda llegada de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU. ha venido de la mano de un programa de reforma radical del estado norteamericano y de sus relaciones con el mundo. Desde los despidos masivos, la agresiva política migratoria, los aranceles y los planes de paz impuestos a terceros países, Donald Trump ha irrumpido como un elefante en una cacharrería y ha puesto todo patas arriba. Al mismo tiempo, la escasez de diésel y gasolina se está haciendo cada vez más patente en Bolivia sobre todo, pero progresivamente también en otros países de América Latina, y también en África. Entre tanto, Alemania profundiza su crisis industrial y Francia su crisis política. En el plano ambiental, la temperatura global ha bajado un poco con respecto al máximo de 2024, pero el promedio de todo 2025 se va a mantener por encima de los +1,4 ºC respecto a los niveles preindustriales, y con la perspectiva de que en 2026, si viene de nuevo El Niño, podamos llegar a +1,7 ºC. El año 2025 acaba también con una buena colección de eventos extremos, aunque afortunadamente esta vez España no ha salido tan mal parada, aunque la persistencia de fuertes tormentas incluso en invierno no es demasiado buen augurio.
Mucho han cambiado las cosas desde que empecé. Ahora escribo bastantes menos posts cada año: no porque no haya temas interesantes e importantes que tratar, sino porque ahora tengo aún menos tiempo. El tipo de divulgación que hago ha ido cambiando. Entonces escribía mucho más, ahora doy muchas más conferencias (115 este año, aparte de una cantidad simplemente incalculable de entrevistas en medios diversos - solo la semana del apagón dí 60). Lo que sí que he intentado este año - y casi he conseguido - es que al menos se publicase un post al mes. Cerramos este año con 23 posts (contando éste), lo cual es mejor que los tres últimos años y espero que en 2026 podamos aumentar un poco más la cantidad, y escribir al menos dos posts al mes. También hay que decir que el blog ya no tiene posts invitados, fundamentalmente porque el mayor contribuyente, Beamspot aka Guillem Planisi, ahora tiene su propio substack.
El tipo de estadísticas del blog que calculaba cada año ha dejado de tener sentido. En los últimos dos meses se está produciendo una cantidad masiva de entradas en el blog, principalmente desde Singapur y desde EE.UU., las cuales seguro que están originadas por motores de búsqueda que alimentan inteligencias artificiales. Gracias a eso, la cantidad de visitas se ha multiplicado casi por 4 y en pocas semanas hemos sobrepasado ya los 18 millones de páginas vistas. En fin, como digo, estos números se han desvirtuado mucho y tiene poco sentido darlos. Sí que tiene cierta gracia ver cómo queda el ránking histórico de posts más visitados: en primer lugar, "Un año sin verano", con 126.000 visualizaciones; después, "Digamos alto y claro: esta crisis económica no acabará nunca", con 117.000; "El pico del diésel", con 89.500; "La España buena y la España mala", con 72.200; "Tus vecinos no se conformarán con un YA OS LO DIJE", con 71.500; "El por qué de un llamamiento", con 60.300; "Eres un pringao", con 59.900; "La tormenta negra", con 57.000; "La espiral", con 56.8000, y "Fracking: rentabilidad energética, económica y ecológica", con 55.200. No hay grandes cambios con respecto al año pasado, y ninguno de los posts en el top 10 (o ni siquiera del top 20) es de este año. El blog ya está en una fase de madurez y por tanto su evolución es más bien lenta.
Presente:
Mi cuenta en X está prácticamente inactiva (no la cierro para que los trolls no se apropien de mi nombre de usuario). Ahora uso sendas cuentas en Mastodon y Bluesky, aunque en ninguna de las dos tengo el nivel de actividad que llegué a tener en su día en twitter. Últimamente doy más charlas relacionadas con los proyectos de plantas de biogás y biomasa, ahora que los proyectos de Renovable Eléctrica Industrial están empezando a perder protagonismo. En cuanto a mi propia actividad de investigación, estoy muy metido en el análisis de los cambios de la circulación profunda del océano en los océanos polares, y particularmente en los cambios de la AMOC en los últimos años, usando datos de teledetección, algo muy novedoso; aparte de alguna pequeña sorpresa que estoy preparando. Sigo siendo el blanco de críticas absurdas y maliciosas por parte de algunos actores políticos y sociales, pero todo dentro de la anormalidad habitual.
Futuro:
El año que comienza se adivina intenso también en charlas, aunque voy a intentar moderar su número porque quiero priorizar mi trabajo de investigación y algunas cuestiones familiares importantes; espero por tanto no superar las 60 charlas en el conjunto del año. Al mismo tiempo, voy a esforzarme para intentar sacar un par de posts al mes, sobre todo en temas de actualidad. Podrán seguir la actualidad de mi actividad en las redes sociales.
2026 es un año de transición hacia lo que se adivina como la fase de descenso acelerado de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, la obsesión malsana por el biogás y la biomasa promete incrementar enormemente los niveles de conflictividad social actuales. Y encima, con un riesgo creciente de eventos extremos muy graves, sobre todo si al final empieza un nuevo El Niño. Como siempre, les recomiendo que permanezcan en la sintonía de este blog.
Y por acabar, les deseo un Feliz y Venturoso 2026. Cuídense mucho ahí fuera, y nos veremos por aquí.
Salu2.
AMT

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