jueves, 23 de julio de 2015

La energía en Latinoamérica

Queridos lectores,

Erasmo Calzadilla y Demián Morassi han preparado este post sobre la energía en Latinoamérica que estoy seguro que va a ser del máximo interés, especialmente para nuestros lectores del otro lado del Atlántico.

Salu2,
AMT




A ella le gusta la gasolina.
Reseña de las estadísticas energéticas para Latinoamérica.
En los últimos diez años los cantantes de reggaetón cambiaron la idea que se tenía de la música latinoamericana. En sus videoclips abunda la adrenalina, el voltaje, la calentadera, la velocidad, las motos de alto cubicaje, los automóviles deportivos, los yates lujosos y los jóvenes hiper-sexuados. Un tema de Daddy Yankee da la clave para comprender lo que subyace: estamos enganchados con los combustibles fósiles.
Hace unas semanas British Petroleum, publicó su informe anual [1] y sí, tenía razón el reggaetonero: Somos adictos al petróleo; que constituye casi el 50% de nuestra dieta energética y cada año consumimos más.

La adicción al crudo es peligrosa, porque es muy alta y el declive de la producción de oro negro está al doblar de la esquina. Si el consumo y la producción de este combustible continúan al ritmo de los últimos años, en menos de un quinquenio nuestros pozos serán incapaces de satisfacer la creciente sed. La abstinencia de petróleo tiene un rostro feo; que lo cuenten Grecia, Siria y Yemen. El panorama es más grave de lo que parece puesto que buena parte de las reservas están ya vendidas a grandes y poderosos consumidores de otras regiones del mundo.
Producción y consumo de petróleo.png
La larga temporada de altos precios no fue suficiente estímulo para acelerar el bombeo de crudo más allá de cierto límite. El precio y la producción se comportaron de manera inelástica confirmando la tesis de que, más que económico, se trata de un asunto geológico, y con la geología es un poco más difícil inflar los números.
El deterioro de la industria petrolera en Latinoamérica es apreciable en lo concerniente a la refinería. Tanto la capacidad como el flujo de refinería cayeron escalonadamente durante la década; recuperarlas resultará difícil para una región del mundo cuya economía desacelera desde hace varios años.
refinería.png
Esto se traduce en dependencia: En 2004 éramos exportadores netos de derivados del petróleo (0,6 millones de barriles diarios). Bastó una década para convertirnos en importadores netos de aproximadamente 1,6 millones de barriles diarios.
La producción de petróleo, combustible clave para el desarrollo económico, está mal repartida a lo largo del continente, unos extraen mucho y otros nada.
Producción de petróleo por países.png
Los productores, como era de esperar, consumen significativamente más que el resto.
Consumo Productores y no productores.png
Si esta desigualdad continúa, en el futuro se abrirá aún más la brecha entre unos y otros..
Fuentes de energía renovable y otras
Las renovables (en este apartado BP incluye eólica, solar, biomasa y geotérmica) crecieron exponencialmente durante los últimos años. Aun así, a la altura de 2014 su aporte al mix energético total es todavía despreciable (2,8 %). No está de más recordar que las renovables sólo producen electricidad, que constituye una parte no mayoritaria de las necesidades energéticas de un país.
Los biocombustibles también crecieron a buen ritmo en los últimos diez años, a costa de áreas naturales de altísimo valor ecológico (entre otros valores) y arrebatando terreno al cultivo de alimentos. Detrás de tantos destrozos uno esperaría encontrar una fuente de altísimo e insustituible aporte energético, pero no, los biocombustibles han reportado un bajísimo rendimiento (Brasil, el productor con más historia, consigue entre 2,5 y 9 litros de output por cada litro que invierte [2]) y un ridículo aporte al consumo total (2%).
producción y tasa de crecimiento por fuente.png
Muchos se preguntan si los biocombustibles, las renovables u otras podrán compensar el declive de las fósiles en la región latinoamericana.
A continuación graficamos el consumo y la producción energética correspondiente a todas las fuentes. Y trazamos las líneas de tendencia suponiendo un comportamiento lineal.
producción y consumo de energía.png
El gráfico está diseñado asumiendo que la tendencia actual va a continuar, cosa muy poco probable. Poco probable porque la caída del petróleo arrastrará a las otras fuentes de energía; pero además los biocombustibles, la energía hidráulica y la nuclear se verán frenados a corto plazo por límites físicos del sistema.
Aún asumiendo que estas “desgracias” no sucedieran, en muy poco tiempo el consumo de energía superará la producción. O para ser más exactos, el consumo tenderá a ajustarse a la producción declinante y arrastrará consigo a la economía.
El análisis poblacional saca a la luz otro agravante. Pese a la pobreza crónica, o tal vez por ella, la población latinoamericana crece a un ritmo más acelerado que la producción de energía. La producción de energía per cápita llegó a su cenit y declina desde 2006. El consumo por habitante parece haber llegado a una meseta; su caída tendrá un alto impacto social.
producción y consumo de energía por habitante(1).png
Conclusión
A pesar de haber sido bien dotados por la naturaleza, el panorama energético de la región luce complicado. Si el rumbo de las cosas no cambia (sólo un milagro podría) crisis económicas y políticas romperán la precaria armonía que logró el continente en estos años.
Necesitamos mirar cara a cara al problema y dejar de fantasear con soluciones mágicas.  Ni la lucha contra la corrupción o el narcotráfico, ni las renovables, ni el fracking, ni gobiernos progresistas podrán evitar lo inevitable.
Pero no todas son malas noticias. El reggaetón de alto voltaje y la cultura consumista que le acompaña correrá la misma suerte que la gasolina. Y mañana o pasado los sobrevivientes podrán intentar otra vez un mundo que “baile y cante” a un ritmo más humano.
Notas
El informe de BP separa a Centro y Sudamérica (incluyendo a Puerto Rico) de Norteamérica, donde se encuentra México; en nuestro trabajo incluimos a los primeros y al último dentro de Latinoamérica, aunque cultural y lingüísticamente no es exacto.
Para aportar, cuestionar o sacarse dudas remitirse al Foro Crashoil

miércoles, 15 de julio de 2015

Frente al saqueo



Queridos lectores,

Hace no tantos siglos como nos gustaría, en esa época en la cual las naciones europeas estaban aún forjándose, cada vez que las arcas de sus amos se vaciaban los ejércitos de conquista de estas naciones solían financiarse mediante el saqueo y el pillaje de las poblaciones donde guerreaban. A veces, la perspectiva de conseguir un buen botín hacía que los asaltantes mantuvieran largos asedios de las amuralladas ciudades, que acababan por caer más por razón del hambre que por las escaramuzas militares. En algunas ocasiones, los defensores se resistían a su destino final y, quizá movidos por la desesperación, lanzaban un osado ataque a los sitiadores con la esperanza de romper el asedio; en los muchos casos en que esta medida precipitaba la caída de la ciudad, el saqueo se volvía más despiadado, con un peaje de víctimas indefensas superior al que los asaltantes se habrían cobrado si el arrojo de los asediados no les hubiera enardecido y el rencor por las propias bajas sufridas no los hubiera cegado de furia. Así los pueblos frecuentemente asediados aprendían una dura lección: por mal que causase el pillaje final, a veces era muy inferior al que sobrevenía si te resistías.

Estos días pasados me han venido a la cabeza estas imágenes de asedios medievales (y no tanto) al leer tantas noticias sobre lo que está pasando en Grecia y ver cómo evoluciona la situación de este país aún europeo y reputado como la cuna de la democracia.

Asumo que están Vds. al tanto de las principales noticias, así que me permitirán que haga un resumen de los hechos con un enfoque un tanto diferente al que han oído en los noticieros de estos días.

Como comentábamos en un reciente post, la ratio de endeudamiento público al PIB de Grecia ha crecido a buen ritmo durante los últimos años, hasta llegar a ser el 177% del PIB de ese país. Y eso ha pasado a pesar de que los sucesivos gobiernos de ese país (incluyendo el tecnocrático que se impuso en 2011 con un golpe de Estado blando) han aplicado a rajatabla el recetario que le ha ido marcando el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (a veces travestida de "EuroGrupo" o grupo de ministros de finanzas de la UE). Estos tres organismos se han constituido en una especie de organismo tripartito, denominado en la prensa "la troika", que esencialmente está representando los intereses económicos de los grandes poderes económicos que tienen la mayoría de la deuda griega (y de otros países). En vez de representar los intereses de una mayoría de ciudadanos, esta troika está representando a los intereses privados de una minoría, eso sí, muy poderosa.

El caso es que los griegos, cansados de tantos recortes y tantas medidas de austeridad (como también lo están tantos ciudadanos europeos, de Londres a Berlín, de París a Dublín, de Madrid a Lisboa, y de Roma a Bruselas), decidieron confiar en un nuevo partido, Syriza, calificado habitualmente al menos en los medios españoles de "izquierda radical" (aunque si uno mira su programa parece más bien socialdemocracia bastante clásica pero, eso sí, democrática, que parece que es eso lo que ya no se lleva). Y resulta que ese Gobierno nombró como ministro de economía a Yanis Varoufakis, doctor por la universidad de Essex, profesor de economía en varias universidades del Reino Unido, Australia y últimamente de Atenas, y por encima de todo un autor reputado por su condena del ultraliberalismo económico que asfixia el mundo. Así que cuando este profesor asumió el cargo pensó que se podía convencer a la troika con argumentos lógicos y razonados de que las medidas que estaban imponiendo a los griegos eran un suicidio económico y que llevarían a una situación de endeudamiento insostenible; y que por el contrario otra política haría viable la economía griega y el pago razonable de la deuda. Tras muchos encontronazos con los responsables de la troika llegó el momento de renegociar un paquete de deuda que Grecia tenía contraída con el FMI y que vencía el 30 de Junio de 2015. 

Renegociar, según la troika, consistía en pedir un nuevo crédito (con su plazo de vencimiento y sus intereses) para poder pagar la deuda que vencía. Pero, como cualquier hijo de vecino puede darse cuenta, financiar deuda vencida con más deuda es la receta segura hacia el desastre, pues los intereses hacen crecer la cantidad adeudada a un ritmo exponencial. Pues no se engañen: si la deuda supone ahora el 177% del PIB de Grecia no es porque los griegos sean unos manirrotos o unos vagos. Los ejemplos concretos de abusos y despilfarro cometidos por administraciones griegas, que por lo demás podrían encontrarse por toda la geografía europea si se toman la molestia de buscarlos, se convierten en los medios de comunicación en categorías universales, como si esos excesos explicasen todo el drama griego; pero no es verdad. Lo que verdaderamente ha llevado la deuda pública griega a la estratosfera (y también lo que la hace crecer enormemente en los demás países europeos) son dos factores: por un lado, el absurdo de financiar deuda con más deuda, y por el otro, la transferencia de deuda privada de los bancos hacia el sector público mediante el truco aberrante de pedir prestado a bajo interés al BCE para después prestarlo al estado griego a un interés mayor.

El gran pecado de Varoufakis fue creer que, porque tenía la razón de su lado, podría argumentar con un discurso construido a fuerza de datos y hechos y mostrando un plan alternativo y viable que llevaría a Grecia a un futuro mucho mejor de lo que le proponía la troika. Lo que se encontró delante fue un ejército de matones disfrazados de ministros y altos funcionarios que hacían el trabajo sucio a ciertos intereses que en realidad no son los de ninguna nación, sino los del gran capital. Como él mismo contaba en una reciente entrevista, daba igual lo que dijera y que hasta sus interlocutores reconocieran que Varoufakis tenía razón: iban a machacarle. Con la opinión pública europea en contra, retratados por los medios occidentales como poco menos que una pandilla de descerebrados radicales incapaces de comprender la inexorable y evidente lógica del ultraliberalismo, el Gobierno de Alexis Tsipras convocó de urgencia un referéndum para consultar al pueblo griego para saber si aceptaba las condiciones del acuerdo de "rescate" ofrecido por la troika; y a pesar de que los medios occidentales anunciaban una y otra vez que el referéndum sería reñido la realidad mostró que casi dos tercios de los griegos rechazaban las condiciones que se les quería imponer. 

Al convocar el referéndum el Gobierno de Syriza había cruzado un punto de no retorno para la troika. Al apelar a la voluntad del legítimo poseedor de la soberanía griega para que decidiese sobre un asunto de tanta enjundia para su futuro, Tsipras dejaba claro que la troika era un organismo no sólo no democrático, sino contrario a la democracia. El daño a la imagen del FMI, el BCE y la CE ha sido grande, pues, a pesar de toda la cantidad de ruido mediático volcado para intentar confundir a los pueblos soberanos del resto de naciones europeas, no son pocos ya los ciudadanos europeos que están convencidos de que la troika es solamente una pandilla de extorsionadores a sueldo. Así que la canciller alemana dejó claro que no quería ningún trato con Grecia hasta que se supiese el resultado del referéndum, con la esperanza de que éste fuera desfavorable a Tsipras y así se viese obligado a dimitir y convocar elecciones. No tuvo suerte, pero para la troika el objetivo prioritario fue, desde ese momento, derribar al gobierno griego. Y el proceso ha sido implacable: primero consiguieron forzar la dimisión de Varoufakis y después endurecieron aún más el paquete de medidas que exigen a Grecia. ¿Qué lógica tiene que, después de recibir un mandato popular tan claro (que no sólo obliga al Gobierno Griego sino a la Comisión Europea, pues Grecia es parte de la UE) la troika decida que tal mandato puede ser avasallado y, a modo de escarmiento, decide incrementar el pillaje? El caso es que, con la probable complicidad del Banco de Grecia (no olvidemos que las personas en el gobierno de estas instituciones centrales suelen pertenecer al mismo grupo de intereses), consiguieron asustar lo suficiente a Tsipras para que sucesivamente echase a Varoufakis y después aceptase un paquete de medidas peor que el que su pueblo rechazó no hace ni dos semanas. En este mismo momento el Parlamento griego vota en una tempestuosa sesión la implementación de tales medidas, que serán aprobadas con el apoyo de la oposición y de la mitad de Syriza que aún es leal a Tsipras, mientras su Gobierno salta por los aires, las protestas se multiplican en la calle y el país se ve abocado a unas nuevas elecciones en unos pocos meses; elecciones en las que su partido será enterrado junto con las ilusiones que se albergaron durante estos pocos meses.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Cómo puede ser que se hayan torcido tanto las cosas? ¿Cómo puede haber fracasado en un lapso tan breve el único Gobierno que se ha atrevido a plantar cara a los matones financieros?

La clave de todo está en la orientación que Syriza le ha dado y le da a esta crisis. La lectura que hace Syriza, al igual que la que están haciendo otros movimientos políticos surgidos de la protesta popular como el español Podemos y el italiano Movimiento 5 estrellas, es que esta crisis es una estafa del gran capital y que podemos salir de ella con un plan sensato para reactivar la economía y con una mejor distribución de la riqueza; y que de hecho aceptar ese plan también sería del interés del gran capital, porque garantiza un retorno viable de la deuda (en un plazo más extendido, eso sí). Esta lectura de la situación, como ahora explicaré, es profundamente errónea y por eso el resultado más probable para los partidos que la sustentan es el fracaso más estruendoso y la condena a desaparecer rápidamente por ese desagüe de la Historia por donde fluyen las grandes desilusiones.

Fíjense que una de las raíces de la actual crisis griega está en la imposibilidad, debido a la normativa que lo regula, de que el BCE pueda financiar directamente a los países de la zona euro. Según los mil y uno analistas económicos que menudean en nuestras teles, es "evidente" que tal posibilidad debe estar prohibida porque si no los Estados abusarían de la "barra libre" que les daría el BCE. Sin embargo, tal argumento es obviamente espurio, desde el momento en que los bancos privados usan esa facilidad de crédito a buen interés para en cuestión de segundos prestar ese mismo dinero a los Estados a través de la compra de deuda soberana, eso sí, a un mayor interés. Si el BCE fuese un organismo público, no tendría demasiado sentido que favorezca un infundado beneficio privado que se basa en este espurio arbitraje. Y si el BCE fuese un organismo privado, debería ser de su mayor interés ahorrarse los intermediarios y obtener él directamente un mayor beneficio por el dinero que presta. Planteo las dos hipótesis (que el BCE sea un organismo público o un organismo privado) puesto que, como suele pasar con los bancos centrales en Occidente, no está del todo claro qué es; como explica la Wikipedia, se rige por la legislación europea pero tiene capital social y acciones. Esa extraña dicotomía del BCE, análoga en ciertos aspectos a la que tiene el FMI, explica muchas de las cosas que suceden hoy en día, pues mientras que los medios presentan al BCE y al FMI como organismos públicos, en realidad sus medios y fines dejan claro que están al servicio de intereses privados. Sólo desde la perspectiva del interés del gran capital internacional se explica esa extraña normativa del BCE: por medio de la financiación de la deuda pública, el BCE garantiza el negocio de la banca privada, y en caso de emergencia el rescate "invisible" de la misma transfiriendo su deuda privada a deuda pública de países que luego serán acusados de "vagos" e "incumplidores". Un saqueo más perfecto que los de la antigüedad (aunque no menos cruento, puesto que sus víctimas se cuentan por millones).

¿Y por qué el BCE ha pasado de simplemente garantizar un lucrativo negocio a la banca a orquestar un saqueo, que hoy se cobra Grecia, mañana Portugal, Italia y España, y en unos años Francia o Holanda? La razón es, en realidad, bastante simple: porque hemos llegado a un momento histórico del capitalismo, el fin del crecimiento. El crecimiento económico toca a su fin porque, simplemente, la oferta de recursos naturales que ha de impulsar la actividad económica se está estancando, y cuando la oferta caiga así tendrá que hacerlo la demanda y la actividad: es el Peak Everything y su consecuencia, la Gran Escasez. No faltarán los expertos de turno que nos asegurarán que, con el progreso tecnológico y las mejoras en la eficiencia, la demanda material y energética estaría llegando a su máximo sin que eso suponga que la actividad económica tenga que resentirse: es la vieja falacia del pico de demanda. Sin embargo, es difícil argumentar que se esté produciendo una mejora en eficiencia en medio de una crisis económica que no acaba, justamente porque ese (falso) argumento  es que la mejora en eficiencia permite producir más con menos; ¿dónde está, entonces, esa prosperidad sin consumo de recursos? Lo que se ve, por el contrario, es la caída económica acompañada de la caída del consumo de recursos (hecho que se disimula tanto como se puede con otra recurrente falacia, la de la mejora de la intensidad energética, la cual se consigue en los países civilizados externalizando a otros países las actividades más sucias y intensivas en recursos para la producción de bienes que luego son transportados para ser consumidos en Occidente, con un mayor gasto energético implicado). En realidad, que la ligadura entre economía y energía es tan estrecha que cualquier mejora tiene un recorrido limitado es fácil de argumentar científicamente, aunque eso no guste a los economistas.
 
Hace ya cinco años, cuando este blog iniciaba su andadura, apuntaba a una hipótesis que cada día va cobrando más sentido: si el crecimiento se detiene y, peor aún, comienza el decrecimiento forzoso, las inversiones financieras, sin fundamento en el mundo material, simplemente no tienen sentido. Los agentes financieros más poderosos intentarán, por tanto, ir liquidando activos financieros y los irán convirtiendo en activos tangibles, bienes físicos, mientras la situación económica a su alrededor se va progresivamente agravando. Analicen a la luz de esta última reflexión la situación actual de Grecia: en el paquete de medidas que la troika conseguirá imponer en el altar de la inmolación política de Syriza está la obligación de que Grecia ponga activos públicos por valor de 50.000 millones de euros en un fondo que será gestionado por la troika y que servirá como aval en caso de impago. Impago que está asegurado, en realidad. Si estuviéramos en el siglo XIV, los asediados dirían que los asaltantes están penetrando por la brecha de la muralla de Atenas. Pero estamos siete siglos más tarde y los griegos no tienen la suerte de verse con los almogávares.

Los hechos que vemos y estamos viviendo nos indican que, en realidad, el capital es perfectamente consciente de la llegada del fin del crecimiento. Ya no basta con saquear países considerados periféricos por el gran capital, como se hizo en las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI (lo que magistralmente retrataba el documental "Memoria del saqueo"). Agotados los objetivos menores, los saqueadores van más hacia el Norte, y eso ya no nos gusta, porque no nos vamos a beneficiar de ello sino que lo vamos a padecer. En cierto modo se podría decir que el capital internacional es plenamente decrecentista, pues entienden el momento que estamos viviendo y propone medidas para él razonables con el fin de adaptarse al decrecimiento inevitable. Adaptarse a su manera, claro está, y con una estación de llegada a la que seguro no queremos ir.

Y ésa es la gran paradoja de nuestro tiempo: posiblemente el gran capital internacional es la única gran institución decrecentista del mundo (como mínimo, la mayor). Como su plan de decrecimiento incluye una activa desinformación (puesto que su plan de liquidación de activos no podría prosperar si todo el mundo comprendiera que el decrecimiento es inevitable), la población está completamente confundida sobre qué es lo que pasa. Y como consecuencia, tampoco los partidos políticos son capaces de tomarle el pulso al momento. 

Desde los partidos de derecha, la comunión con los preceptos del liberalismo económico es tan generalizada que la simple mención a la necesidad de decrecer económicamente o simplemente a ser más sostenible lleva aparejada un aluvión de críticas descarnadas, muchas veces sustentadas argumentalmente por los expertos a sueldo de los intereses del capital. Lo peor es la tergiversación de los argumentos: así, un día sale el consejero de turno diciendo que "el decrecimiento lleva a la destrucción del empleo y a la pobreza", mientras que otro día el ministro nos enseña que los partidos que tibiamente coquetean con el decrecimiento "quieren la redistribución de la miseria", dándole propagandística pero efectivamente la vuelta al cada vez más conocido concepto de "redistribución de la riqueza". Lo más triste del caso es que se necesitan opciones decrecentistas "de derechas"; de hecho, con el tiempo acabarán surgiendo, puesto que el decrecimiento es un hecho físico y por tanto transversal a cualquier ideología. Sin embargo, el baño de propaganda hace que estos partidos aún no recorran el necesario trecho, y por fuerza se irán separando cada vez más de un electorado cada vez más menguado.

En cuanto a los partidos de izquierda, sobre todo los de nuevo cuño, falta aún la voluntad decidida de apostar por el decrecentismo, a pesar de que no pocos decrentistas militan ya en sus filas. Estos partidos intentan aún negociar con el sistema, en el convencimiento de que la única manera de ganar una amplia base electoral es tener un discurso más moderado y convencional. Sin embargo, el ejemplo de Syriza nos demuestra que no se puede negociar con el actual sistema económico y financiero, que la actual manera de funcionar y lo que está pasando no es una casualidad, y que cuanto más tiempo se pierda intentando contemporizar se avanza más en la dirección del fracaso político de estas opciones y en el descrédito generalizado de toda la clase política. Lo cual, por otra parte, conviene al gran capital, ya que el desgobierno político le favorece.

Si de verdad queremos hacer frente al saqueo, si de verdad queremos sobrevivir como sociedad frente al mayor desafío de nuestras vidas, tenemos que estar decididos a plantar cara, con la fuerza de la razón pero también con la de la voluntad, y simplemente decir que no. Que no pagaremos. Que no nos someteremos. Que no nos rendimos. Que no tenemos miedo. Tomar el libro de la Historia y escribir nuestro destino de nuestro puño y letra.


Salu2,
AMT

viernes, 10 de julio de 2015

Porqué ha bajado el precio del petróleo



Queridos lectores,

JotaEle (uno de los dos que escriben en este blog) me ha enviado esta precisa reflexión sobre la actual evolución de los precios del petróleo. Estoy seguro que será de su interés.

Salu2,
AMT



Porqué ha bajado el precio del petróleo
Varias son las causas que se le atribuyen al estado actual de bajos precios del petróleo. Bien causas por el lado del consumo como pueda ser el debilitamiento de la economía europea, el crecimiento más débil de China junto a países emergentes, el posible inicio de una recesión mundial. Bien causas por la vía de la producción como puedan ser el aumento de la producción de Irak, el aumento de la producción de EEUU con el fracking. Incluso también se habla del uso del petróleo como arma geopolítica ya que precios bajos del petróleo pueden perjudicar la estabilidad financiera de algunos países productores, o también perjudicar a técnicas de extracción como el fracking y otros petróleos no convencionales.
A continuación vamos a tratar de analizar cuál es la causa más importante que actualmente permite mantener los bajos precios del petróleo los cuales van durando ya todo un año. Para ello se va a usar la nueva publicación de BP de su Statistical Review of World Energy del año 2015, la cual contiene los nuevos datos del año 2014, año en el que comenzó la bajada del precio.
Grafica 1: Producción y consumo mundial de petróleo. Datos de BP en miles de barriles diarios

La gráfica 1 quitando las inflexiones de los años 1973, 1979 y 2008 correspondientes a las crisis, el resto no revela gran cosa, muestran tanto el consumo como la producción una gran uniformidad. Una variación importante a destacar es que la producción desde el 2004 hasta el 2008 entra en una etapa prácticamente plana, continuando a partir del 2009 nuevamente con su crecimiento estable hasta el final. Otra cosa que se puede observar es que la producción se encuentra por encima del consumo hasta el año 1982, a partir del cual pasa a estar el consumo siempre por encima de la producción. La misma base de datos de BP nos da una explicación de esta característica:
Las diferencias entre estas cifras de consumo mundial y las estadísticas de producción mundial se explican por cambios en las existencias, por el consumo de aditivos no derivados del petróleo y combustibles de sustitución, y por las disparidades inevitables en la definición, medición o conversión de abastecimiento de petróleo y de los datos de la demanda.
La producción Incluye el petróleo crudo, el thight oil, las arenas petrolíferas y líquidos de gas natural (el contenido líquido del gas natural en el que este se recupera por separado). Excluye los combustibles líquidos a partir de otras fuentes como la biomasa y los derivados del carbón y el gas natural.  Mientras que el consumo incluye las pérdidas,  todos los demás combustibles fósiles, los biocombustibles y los derivados del carbón y el gas natural.
Parece que la industria petrolera después de las dos crisis del petróleo (1973 y 1979) reacciono con la búsqueda y la introducción de aditivos, combustibles de sustitución y otros petróleos en la producción del petróleo.
Para un conocimiento mejor de los tipos de petróleos y combustibles, puede ser útil la explicación del post Guía apresurada para expertos despistados en el apartado “No todo es petróleo, y mucho menos crudo”.
Gráfica 2: Producción, consumo y precio del petróleo. Datos de BP en miles de barriles diarios y dólares por barril

La gráfica 2 representa una muestra de la gráfica 1 que contiene solo los 11 años finales. Superpuesta a la producción y al consumo se ve el precio del petróleo en ese mismo periodo. Se puede notar como en la parte que corresponde al aplanamiento de la gráfica de la producción (2004 al 2008), el petróleo subió fuertemente de 40 a más de 100 dólares el barril. Parece que cuando se separan las líneas de consumo y de producción es cuando sube el precio del petróleo. En el final de la gráfica, especialmente en los años 2012 y 2014, se juntan algo las líneas de consumo y producción y es precisamente cuando baja el precio del petróleo.
Gráfica 3: Diferencia entre el consumo y la producción. Precio del petróleo superpuesto. Datos de BP en miles de barriles diarios y dólares por barril
La gráfica 3 muestra claramente como efectivamente cuando aumenta la diferencia (resta) entre el consumo y la producción es cuando sube el precio del petróleo, y cuando baja la diferencia entre el consumo y la producción es cuando baja también el precio del petróleo.
El precio responde fielmente a los postulados de la ley de oferta y demanda, cuando la demanda excede a la oferta, aumenta el precio; siendo en este caso la oferta la que se estanca en un principio para volverse a recuperar después.
En un principio la diferencia entre el consumo y la producción aumenta, a partir del 2011 empieza a disminuir. ¿A qué pudo ser debida esta disminución entre el consumo y la producción?.
Por el lado del consumo si uno observa las gráficas correspondientes al consumo de petróleo tanto a nivel mundial, como OCDE, no OCDE y China no se ven cambios significativos en las trayectorias de las gráficas de consumo que puedan coincidir con el cambio de tendencia.

Por el lado de la producción tampoco se ven cambios significativos en la gráfica a nivel mundial. En la gráfica correspondiente a Arabia Saudí tampoco se ven cambios, se mantiene con una producción con tendencia al ascenso y con un estancamiento de la producción de los últimos cuatro años. La gráfica de la producción de Oriente Medio es muy parecida a la de Arabia Saudí, coincidiendo también con un estancamiento de los últimos cuatro años. Rusia sigue también con su producción estable en forma de campana, la cual parece encontrarse ya cerca del cénit. 

Y así hasta que llegamos a la gráfica de los EEUU, y en este caso sí que vemos que la cosa cambia, y mucho.
Gráfica 4: Producción de petróleo de EE.UU. Datos de BP en miles de barriles diarios

Después de 22 años de decrecimiento, la producción de EEUU gracias al thight oil, un petróleo extraído con la técnica del fracking, ha conseguido remontar hasta lograr superar la mayor producción de toda su historia, y esto en solo seis años; consiguiendo además superar en producción a Rusia y Arabia Saudí.
Parece claro que la producción del thight oil es la mayor responsable del acercamiento de la línea de la producción hacia la línea del consumo, trayendo consigo la consabida reducción del precio del petróleo. Pero si el consumo sigue subiendo y el thight oil es el que parece que es el que está aguantando el tirón del consumo, entonces  ¿qué está pasando con el resto de la producción?.
Para responder a la pregunta vamos a intentar formar una gráfica donde se refleje la producción mundial de petróleo sin el thight oil. Para ello partimos de los datos de la gráfica 4 y a partir del año 2008 continuamos de forma simulada con su, hasta esa fecha, declive progresivo. A los datos reales se le restan los datos del declive con lo cual se obtiene una estimación de los datos correspondientes al thight oil de cada año de la muestra.  Posteriormente estos datos se quitan de la producción mundial y se incluyen en una gráfica semejante a la gráfica 2; quedando como resultado una reveladora e inquietante gráfica.

Gráfica 5: Consumo y Producción mundial de petróleo sin el thight oil. Datos de BP en miles de barriles diarios


La gráfica muestra perfectamente como toda la producción mundial de petróleo convencional y no convencional a partir del 2004 empieza a entrar en una meseta en la que continúa en la actualidad. Solo el petróleo proveniente del fracking es el único capaz de mantener la producción en aumento. Si no fuera por el thight oil la abertura entre la línea del consumo y la de la producción se hubiera cuadruplicado, por lo que el precio del petróleo hubiese estado por los 200$ el barril o más.
¿Durante cuánto tiempo podrá el fracking mantener la producción de petróleo en continuo aumento?. Precisamente Antonio mantiene este blog con información periódica y actualizada sobre el fracking. En un post de hace dos meses, Abril de 2015: Nubarrones en el horizonte ya se informaba que los taladros activos están cayendo con fuerza:

La lista de empresas petroleras que quiebran en los EE.UU. aumenta cada día, mientras que el número de taladros activos (lo que se denomina "rig count") en aquel país sigue cayendo con fuerza y es ahora un 53% inferior a lo que fue en Octubre pasado”. En el último informe mensual, Junio de 2015: Se alza la voz, el descenso de perforadoras activas ya va por más de un 60% desde el pasado Octubre.
La extracción por fracking es cara y resulta menos rentable si los precios del petróleo son bajos, la caída de los taladros activos podría indicar el comienzo de un reajuste a la baja en la producción no reflejado todavía en los datos oficiales. Incluso la US. Energy Information Administration (EIA) en su reciente Annual Energy Oulook 2015 reconoce que la estimación de la producción se reducirá con bajos precios del petróleo. Esta publicación también reconoce que incluso en el caso más favorable, la producción empezará a declinar en el 2022. La siguiente gráfica muestra estos dos escenarios.
Gráfica 6: Estimaciones de la producción de petróleo en EE.UU. según el precio. Gráfica de EIA

 Con datos de la EIA, la producción de petróleo de los EEUU a marzo del 2015 se encontraba en 9,8 millones de barriles diarios, la línea verde de la gráfica correspondiente al bajo precio del petróleo tiene como techo los 10 millones de barriles diarios, así que se debe de estar muy cerca del límite correspondiente a la producción rentable a bajo precio del thight oil.
Una vez comience el decrecimiento de la producción, se volverán a separar la línea de la producción de la línea del consumo, por lo tanto es de esperar el consiguiente incremento de los precios, lo cual podría haber empezado ya puesto que en los últimos tres meses el precio del petróleo ha subido un 30%.
Antes de terminar me gustaría dejar una reflexión sobre la sociedad y el fracking: 

Gracias al fracking las consumistas sociedades desarrolladas, están disfrutando de un periodo extra de bajos precios del petróleo. Paradójicamente gran parte de esta sociedad desarrollada es contraria al francking. Una sociedad de consumo basa su funcionamiento en el consumo de grandes cantidades de recursos baratos, y la energía se intenta usar como si fuera otro recurso barato más, de hecho es evidente la gran indignación ciudadana cada vez que suben los precios de los combustibles de automoción. Por lo tanto me pregunto si habría tanta oposición al fracking en el caso de que la gente fuera consciente del abaratamiento del petróleo que ha producido el fracking.

Como conclusión final decir que puede haber muchas causas que influyan en las variaciones del precio del petróleo, pero actualmente la más influyente y decisiva está en el lado de la oferta del petróleo. Pero no en el sentido de que la oferta reacciona estimulada ante los altos precios. Hemos entrado en una etapa en la que la oferta ya no puede reaccionar ante los altos precios del petróleo, saliendo in extremis y en su auxilio un complejo petróleo de gran impacto ambiental, evitando lo que  probablemente hubiera sido un desplome del consumo como ya ocurrió en la segunda crisis del petróleo representada en la gráfica 1.
Saludos

lunes, 6 de julio de 2015

Junio de 2015: Se alza la voz



Queridos lectores,

A pesar de mis muchos compromisos actuales, una vez más intento llevarles un resumen de lo que ha supuesto este mes de Junio en un año, el 2015, que podría pasar a la historia de los recursos naturales por ser el año en el que se produzca el máximo absoluto de volumen de petróleo y otros hidrocarburos líquidos producidos. El peak oil, vamos.

La llegada al cenit productivo de la materia prima energética fundamental de la Humanidad (aproximadamente un tercio de toda la energía primaria consumida en el mundo es petróleo) implica, más allá de la inviabilidad del capitalismo, la imposibilidad física y lógica del mismo. Dada la gravedad de esta conclusión, no es de extrañar que el poder económico rechace con fuerza la idea misma del peak oil, y por ello mismo la ofensiva mediática contra el peak oil se está recrudeciendo. Y así tenemos artículos en los que se ridiculiza el concepto de peak oil con argumentos espurios en medios generalistas como el Washington Post o en blogs económicos como reason.com, Outrun Change o Say Anything, y también en una nueva oleada de libros (por ejemplo éste y éste, o alguno más cercano como éste). Lo que sea con tal de gritar lo más fuerte que se pueda que no hay ningún problema con el petróleo, insistiendo en que la producción de petróleo de los EE.UU. continúa aumentando a pesar del escandaloso descenso de perforadoras activas en ese país, más de un 60% desde el pasado Octubre:

Imagen de http://marketrealist.com

Los expertos que "informan" sobre este milagro de los EE.UU. (producir más petróleo con menos perforadoras) por supuesto no tienen en cuenta que en realidad los datos de producción de petróleo en los EE.UU. tienen un desfase de 6 meses y por tanto aún reportan una falsa subida, de acuerdo con lo que se preveía a principios de años (se ve que estos expertos no han leído la guía que les dedicamos... o no les interesa).
 

En Europa la situación política y económica se está complicando por momentos: el Gobierno griego se negó a aceptar las condiciones que sus acreedores, representados por la denominada troika, le querían imponer para renegociar un parte de su deuda, y delante de la presión que sufría decidió convocar un referéndum para saber si el pueblo griego estaba dispuesto a aceptar más recortes a cambio de un nuevo crédito que tampoco podría devolver, o si por lo contrario se negaba a este estado de cosas y quería negociar de otra manera. La troika (FMI, BCE y UE) consideraron la llamada de los griegos a las urnas como una demostración de la falta de voluntad de diálogo del Gobierno griego, dejando claro qué es lo que piensan de la democracia (según muchos "expertos" económicos de por aquí, los griegos no tienen capacidad de valorar las consecuencias de no cumplir con los para ellos sacrosantos compromisos de la deuda, a pesar de que a la vista está el fracaso que representa haberlos honrado todos estos años). El triunfo del "no" al acuerdo en los términos planteados en el referéndum de ayer supone todo un éxito para el gobierno de Alexis Tsipras y todo un fracaso para la troika y particularmente para la Comisión Europea. Si la UE se cierra a cualquier concesión a Grecia, quedarán a los ojos de la opinión pública como una pandilla de vulgares mafiosos, mientras que si ceden en algunos puntos se encontrarían con que en el futuro otros países usarían el caso griego como precedente, y la troika perdería su capacidad de imponer recortes. Así que la opción más lógica es que la troika siga tensando la cuerda y, si los griegos no ceden, fuercen su salida de la zona euro e incluso de la Unión Europea: es el temido Grexit. Y si Grecia sale de la UE será el preludio de turbulencias financieras y económicas que se prolongarán durante años en Europa. Y conviene no olvidar que ahora que el pueblo griego se ha atrevido a alzar la voz, quién sabe cuántos otros pueblos se atreverán a hacer lo mismo (por ejemplo, por qué no, el español).

Al otro lado del Atlántico hay también problemas: Puerto Rico se ha declarado en bancarrota, con consecuencias semejantes para los EE.UU. a los problemas que causará Grecia en Europa. El riesgo de crisis financiera y finalmente de recesión también va tomando cuerpo en la gran nación americana. Y por si fuera poco, la bolsa de China está mostrando una gran volatilidad, con subidas y caídas récord en los últimos meses; sobre todo las caídas están causando estragos en la clase media del País del Medio. Dadas las turbulencias financieras, y a pesar del consumo récord de petróleo en Arabia Saudita debido a las altas temperaturas (que podrían estar precipitando el pico de las exportaciones de petróleo en ese país), el precio del petróleo vuelve a caer. No es precisamente el mejor entorno económico para las empresas americanas de petróleo de fracking, cuyos beneficios actuales dependen de los seguros de cobertura de precios ya están expirando y que nadie quiere renovar.

No sólo el entorno económico es cada vez más desfavorable: también en Junio se ha comentado mucho sobre los terribles efectos de nuestras acciones sobre el medio ambiente. Que el hombre está alterando gravemente su entorno natural es cada vez más evidente, con efectos no sólo sobre los seres humanos: un reciente estudio confirma que se está produciendo la Sexta Extinción de las especies animales. La contaminación ambiental y la degradación generalizada del medio natural son los principales responsables de este desastre, y de entre todos los problemas ambientales el cambio climático ocupó un lugar destacado en las noticias del mes de Junio.

Este mes deja atrás una ola de calor en Pakistán que mató a varios centenares de personas, y la presente ola de calor que afecta a buena parte de Europa (incluida España). Respecto a esta última, un meandro de altas presiones en la corriente de chorro ha favorecido el desplazamiento de una masa de aire caliente del continente africano hacia el europeo, y el lento progreso de esta corriente, cada vez más remolona, ha hecho que esa condición se prolongue por espacio de casi dos semanas. Si esta fase cálida vendrá seguida de una relativamente fría y lluviosa es algo que todavía está por descubrir.

Y es en este contexto en el que el papa Francisco ha publicado su encíclica "Laudato si" (Alabado sea), una de las encíclicas más reivindicativas de los últimos tiempos y que carga directamente contra los males del capitalismo, poniendo el énfasis en los efectos ambientales (con el cambio climático a la cabeza) y con ciertos párrafos clave aludiendo al agotamiento de los recursos. Que el Sumo Pontífice católico le dedique una encíclica al medio ambiente y que, más aún, llame a una acción diligente y decidida para parar este desastre, no ha sido del gusto de todos, y especialmente no lo ha sido de los defensores del libre mercado y la autoregulación (quienes parecen ignorar que una extinción es una forma de autoregulación).


Pero no es sólo un líder religioso el que se atreve a levantar la voz contra los excesos ambientales del capitalismo. Un tribunal holandés ha recientemente obligado a su gobierno a reducir emisiones de CO2 en alrededor del 20% para evitar agravar la situación de este país, cuya elevación media es inferior al nivel de mar, y que será por tanto de los países que más sufrirá con el cambio climático. El éxito de esta medida puede animar a asociaciones ecologistas por toda Europa a presentar demandas semejantes, y quién sabe si tendrán también éxito.

Por si no lo saben, este mes de Diciembre se celebra en París la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Clima. Después del fiasco de las últimas cumbres, en ésta las espadas están más en alto que nunca. Quizá en esta ocasión se pueda arrancar un acuerdo que merezca la pena, aunque lo más probable es que no. Lo que sí que está claro es que cada vez hay más consenso en la sociedad de que callar no sirve para nada, y las protestas prometen ser sonadas. Se está alzando la voz.




Salu2,
AMT