jueves, 31 de octubre de 2013

La Caída del Gigante (I)

 Introducción
 
31 Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen.
Esta imagen, que era muy grande,
y cuya gloria era muy sublime,
estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.


32 La cabeza de esta imagen era de oro fino;
su pecho y sus brazos, de plata;
su vientre y sus muslos, de bronce;


33 sus piernas, de hierro; sus pies,
en parte de hierro y en parte de barro cocido.


34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada,
no con mano,
e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido,
y los desmenuzó.


Libro de Daniel, Capítulo II, versículos 26 al 45



El cierre administrativo parcial en USA puede convertirse en el prólogo de una dramática suspensión de pagos si el próximo día 17 de Octubre demócratas y republicanos no alcanzan un acuerdo para elevar el techo de deuda, fijado en la actualidad en los 16,7 billones de dólares.  Esta situación obligaría a la Administración norteamericana a no captar más financiación en los mercados financieros, recortar drásticamente sus gastos y dejar de pagar las facturas.
Los problemas económicos del gigante americano son parte de una crisis sistémica enraízada en la carencia de recursos, y muy particularmente en la escasez de crudo.
Todo ello ocurre porqué para Norteamérica el petróleo no se trata únicamente de una fuente de energía, se trata realidad su moneda.


Para entender la sutil relación entre petróleo y dólar, y como el peak-oil ha puesto en jaque a una moneda norteamericana asfixiada por la crisis del crudo,  intentaré explicar con brevedad las etapas de la vida del petrodólar:
  1. Origen: La historia del petrodólar en cuatro fechas,
  2. Madurez: Ejército americano, guerras por el crudo y el dólar.
  3. Vejez: El control del aceite. Rutas, oleoductos y países exportadores
  4. Muerte: Presión de las economías emergentes contra el petrodólar.


ORO y ACEITE. El petrodólar en 4 fechas

1944

Tras la II guerra mundial los Estado Unidos de América contaban con una capacidad industrial que concentraba el 50% del PIB mundial, el 80% de las reservas mundiales de oro, petróleo, materias primas y un extraordinario poder militar.
A pesar de todo, el gobierno norteamericano  temía que tras el regreso de los soldados al mercado de trabajo y con el fin de la producción bélica se produjese una depresión económica similar a la de los años 30.
Así pues, el ejecutivo norteamericano se fijó como objetivo principal el encontrar un sistema que garantizara el crecimiento económico; y para ello necesitaba consolidar su liderazgo militar y acceder a unos mercados internacionales abiertos donde pudiese exportar sus productos y abastecerse de materias primas.
Como William L. Clayton, secretario de Estado para asuntos económicos,  manifestara “Precisamos de grandes mercados por todo el mundo, donde comprar y vender.”
Asistimos así al nacimiento del imperio económico norteamericano, que se gestó en el conocido como “Tratado de Bretton Woods”.
En el tratado nacen dos nuevas Instituciones, el FMI y el Banco Mundial. Pero la resolución de mayor calado fue la sustitución del patrón-oro por un patrón-dólar.
Tradicionalmente los países respaldaban sus monedas nacionales en función de sus reservas de oro, pero debido al enorme gasto bélico que supuso la II guerra mundial, la reserva de oro de la mayoría de los países había caído en picado con el subsiguiente riesgo de una inflación generalizada y una nueva recaída económica.
En la conferencia de Bretton Woods se estableció que sería el dólar quien mantendría una equivalencia fija en oro, (una onza de oro equivaldría a 35 dólares), y que la moneda estadounidense se convertiría en la divisa de referencia a nivel mundial respaldada por sus ingentes reservas de oro. Así el sistema de Bretton Woods de 1944 generó una alta demanda de dólares que garantizase el acceso del resto de naciones al comercio internacional.
El sistema acordado en la convención de Bretton Woods, unida al Plan Marshall, consiguió que Japón y Europa se reconstruyeran de la guerra mediante la adquisición de dólares que intercambiaban por productos estadounidenses, acero, coches, maquinaria… Más de la mitad de reservas oficiales de oro del mundo (574 millones oz al final de la II Guerra Mundial) avalaban la estabilidad de un patrón dólar-oro aceptado a nivel mundial. El resto de divisas deberían mantener un cambio respecto al dólar que fluctuase como máximo en un 1%, y serían los gobiernos quienes deberían actuar en caso de incumplimiento. Este patrón de moneda fijo permitiría abrir los mercados a nivel mundial y evitar así el proteccionismo económico.
El sistema económico funcionó relativamente bien, contando entre sus logros la obertura de los mercados, la contención monetaria, que se guiaba en función exclusiva del oro en posesión, la subsiguiente regulación inflacionaria a nivel mundial, y por tanto el control de las posibles burbujas que se pudiesen generar.
Pero entre las virtudes del sistema se encontraba su particular tendón de Aquiles. La economía mundial estaba en manos de un único actor que podía cambiar las reglas en función de sus propios intereses.
En este contexto, y a pesar de la prosperidad económica, la espiral armamentística que protagonizaban norteamericanos y soviéticos en la conocida como “guerra fría”, obligaba a los Estados Unidos de América a mantener un creciente gasto militar. Además, cuando Alemania y Japón se recuperaron de los estragos de la guerra pasaron de ser clientes a competencia, y así acumularon una gran cantidad de dólares que en un momento u otro desearían cambiar por oro.
En consecuencia la proporción de producción económica de USA en el mundo se redujo del 35 al 27 por ciento. Su pérdida de mercado, un balance de pagos negativo más los gastos por la guerra del Vietnam hicieron que los Estados Unidos vieran mermada su reserva de oro hasta el punto crítico de no poder mantener un sistema cuya garantía se fundamentaba en un metal cada vez más escaso.
Durante la década de los sesenta (años de guerra fría) las reservas de oro disminuyeron mientras se aumentaba la cantidad de dólares en el mercado. La paridad dólar-oro comenzaba a resultar insostenible.
Al borde del colapso económico, Nixon se encontró ante la disyuntiva de devaluar el dólar (efecto que resultaría demoledor para una economía que se vería expuesta a una fuerte inflación con el subsiguiente encarecimiento de las importaciones), o finalizar con la convertibilidad del dólar en oro.

1971  

En 1971 el gobierno norteamericano decidió convertir el dólar en moneda fiduciaria, y dejarla flotar así en manos de los especuladores y los mercados. El liderazgo del dólar se vio así comprometido, pues el mismo no garantizaba oro, en realidad no garantizaba nada.
Evolución de los dólares y de las reservas de oro del tesoro norteamericano.
Desde el conocido como shock de Nixon la cantidad de moneda americana ha crecido sin control.


1973

El último esfuerzo para mantener la demanda de dólares fue una de las ideas más audaces adoptadas por el gobierno de Nixon. Durante el año 1973 los Estados Unidos representados por el secretario de estado Henry Kissinger y el príncipe Faisal de Arabia Saudí alcanzaron un acuerdo secreto que más tarde sería corroborado  por el resto de los  países de la OPEP.
El convenio comprometía al gobierno árabe a vender su petróleo exclusivamente en dólares, a cambio, USA garantizaba la protección de los campos petrolíferos frente a cualquier ataque, ya fuese de la URSS, Irán, Iraq o Israel.
El negocio era redondo, Arabia sería protegida por el mayor ejército del mundo y los Estados Unidos consolidaban al dólar como la moneda más importante del globo.
El efecto fue inmediato; el resto de naciones comenzaron a demandar dólares para obtener petróleo. Un dólar así revalorizado le permitió  abastecer sus necesidades comerciales a bajo precio en los mercados internacionales. Además el nacimiento del petrodólar garantizaba la hegemonía de una moneda norteamericana cuya demanda progresaba en paralelo al crecimiento de la demanda petrolera, demanda de dólares que debería devolverse con intereses.
Por tanto los máximos beneficiados de este tratado fueron:
  1. Un gobierno árabe, que aseguraba sus reservas petrolíferas de cualquier ataque.
  2. la banca americana, que garantizaba la demanda de dólares.
  3. la industria americana que accedería a los mercados internacionales con un dólar artificialmente valorizado, y con el que estabas obligado a comerciar para poder obtener moneda americana y así acceder al mercado petrolífero.
  4. y el ejército americano, pues era el eslabón necesario con que mantener los acuerdos establecidos por Kissinger y el príncipe Faisal.

2000



A finales del 2000 algunos países de la UE capitaneados por Francia convencieron a Saddam Hussein para que desafiase directamente al petrodólar. Le propusieron que vendiese el petróleo del plan “petróleo por alimentos” en euros, no en dólares.
En el tiempo transcurrido entre el año 2000 y el 2003 en que América decidió invadir Irak, varios países insinuaron su interés por comerciar en otras monedas. Entre ellos destacan, Irán, Indonesia, Siria, Venezuela, Libia (Gadafi pedía pago del petróleo en otra moneda y ya no en dólares. Es en dinars africanos respaldado en oro. A esto Sarkozy, el presidente de Francia, lo llamó “un peligro para las finanzas del mundo”) y los BRICS (China, Brasil, India, Sudáfrica y Rusia), en resumidas cuentas, el eje del mal y los intocables (por poseer armas nucleares).
A quienes amen las teorías conspiranoicas, les refrescaré la memoria al recordarles que en febrero del año 2011 Dominique Strauss-Kahn, director del FMI, recomendó que el petróleo se pudiese vender en otras monedas, desafiando así al mercado energético dominado por el imperio norteamericano. Tres meses más tardes fue acusado por agresión sexual en el Sofitel New York Hotel. Posteriormente fue absuelto de toda culpa, eso sí, tras dimitir como director del FMI.

Conclusión
La sociedad dólar-petróleo engendrada tras la firma de Kissinger y el príncipe Faisal contribuyó a que ambos estados se beneficiaran de un pacto en que el resto del planeta pagaría sus excesos. La diabólica alianza vincularía la moneda norteamericana al destino del crudo, tanto en su subida como en su decadencia, en la pobreza como en la riqueza, en la salud como en la enfermedad. Pero desde el 2005 la producción de petróleo está condenada a decrecer, y con ella la hegemonía de la economía norteamericana.
Por tanto, el oscuro futuro del aceite sitúa al borde del colapso a un dólar que en el peor de los casos merecerá un lugar privilegiado entre los ilustres cadáveres del peak-oil, pues las consecuencias de su caída pueden resultar demoledoras.

Vicente Ortega Bataller

Receso



Queridos lectores,

Estos días tengo bastante trasiego de hospitales (todo parece que se arreglará bien, pero es en todo caso estresante y fatigoso) y me veo obligado a separarme del blog durante una o dos semanas. Pero no les dejo solos. Vicente Ortega Bataller me envío hace unas semanas un interesante ensayo en cuatro partes que será lo que iré publicando en los sucesivos días.

Gracias por su fidelidad. Espero volver con un post sobre el último World Energy Outlook, que tiene que salir el 12 de Noviembre.

Salu2,
AMT

lunes, 28 de octubre de 2013

Dos visiones sobre nuestra actual crisis económica y energética

Queridos lectores,

Hace un par de semanas Gail Tverberg publicó un interesante ensayo sobre la crisis económica y energética que nos aflige. Un lector, Fernando Díaz, se tomó la molestia de traducirlo al castellano y ofrecérmelo para su publicación aquí. Y tras una (extensa) edición yo se lo hago llegar a Vds.

Salu2,
AMT


Mientras los EEUU. se dirigían hacia una posible suspensión de pagos – default - de la deuda y seguían con el cierre del gobierno, la razón subyacente de esta situación no está clara para el pueblo estadounidense o para el mundo. Lo que se informa en la prensa es que el problema fue básicamente temporal, causado por los conflictos entre los demócratas y los republicanos. 

Me parece que el problema es mucho más profundo. En este post, voy a resumir los dos puntos de vista, y explicar las razones por las que el punto de vista predominante esta muy lejos de la realidad. Podemos estar en el comienzo de un colapso financiero, algo que la Opinión Predominante pierde por completo.


La Opinión Predominante sobre nuestra actual situación económica y energética  


La economía mundial, en circunstancias "normales", crece. El crecimiento económico puede a veces frenarse un poco, y entonces se necesita un poco de estímulo keynesiano. Tal estímulo incluye típicamente incrementar el déficit fiscal y mantener bajos los tipos de interés. A la vez incluiría la denominada "flexibilización cuantitativa",  ya que de esta forma se tiende a estimular  la compra de activos de todo tipo.

Desde el punto de vista predominante, el crecimiento económico puede continuar indefinidamente, sin disminuir su velocidad o detenerse. De hecho, la búsqueda del crecimiento económico se convierte en casi una religión nacional, con Ben Bernanke (al que  probablemente sucederá Janet Yellen ) como su sumo sacerdote. Con un crecimiento económico ilimitado, es fácil mantener nuestro actual sistema monetario, debido a que la deuda y el pago de la deuda "funcionan"  indefinidamente. De hecho, podemos hacer funcionar nuestros planes de pensiones, Seguridad Social, y las muchas maravillas que nuestro sistema financiero nos puede ofrecer. Nosotros también podemos tener más y mejores innovaciones tecnológicas, porque siempre tendremos abundancia y los recursos necesarios para ello.

El fallecido economista John Attarian describe esta religión secular bajo el nombre de "economismo" (Attarian 2005). Según él, en virtud del economismo, el propósito de la vida es alcanzar la riqueza, con el fin de maximizar el acceso a bienes de consumo. Con esta convicción, la riqueza es la solución universal a nuestros problemas y pesadumbres. Dadle a la gente suficiente dinero, empleos, bienes y servicios, y serán felices y pacíficos.

Con este punto de vista, el gran problema en el futuro es la contaminación, y en particular el cambio climático causado por el dióxido de carbono y otros gases que afectan al clima. El carbón se considera un combustible particularmente malo a este respecto, el petróleo es algo menos malo, y el gas natural es aún algo mejor. La nuclear preocupa por una serie de razones, inclusive la falta de un lugar adecuado para almacenar el combustible gastado.

Para evitar / mitigar el cambio climático el consenso es que debemos tomar medidas para reducir el uso de los combustibles fósiles durante los próximos cuarenta años. Según esta opinión la mejora en la tecnología es probable que nos sea útil en este sentido, porque la nueva tecnología permitirá que lleguemos a ser cada vez más eficientes en el uso de combustibles fósiles. Probablemente "las renovables" se incrementarán en gran medida.  

Las tasas de natalidad probablemente se puedan reducir a través de una mayor educación de las mujeres. Si hay un problema con una cantidad decreciente de recursos por persona, este problema pueda ser mitigado compartiendo lo que tenemos más equitativamente. Tal vez el trabajo compartido podría llegar a ser más frecuente, de modo que cada trabajador tendría al menos trabajo a tiempo parcial.

Se ven las soluciones sostenibles como aquéllas que usan menos combustibles fósiles. El "plan" es tener un PIB por unidad de consumo de energía siempre creciente. La economía se orientará cada vez más hacia los servicios. La gente va a aprender a ser feliz con más servicios y menos bienes. Podemos avanzar hacia un futuro sostenible.

De acuerdo con esta visión del futuro, la economía es fundamentalmente correcta. Se volverá a un crecimiento más fuerte en un futuro próximo, tal vez usando menos energía. Se podrá retirar la enorme cantidad de estímulos que actualmente se ponen en la economía a través de tipos de interés muy bajos y flexibilización cuantitativa  sin que se produzcan resultados adversos. Con la Reserva Federal en  EE.UU. y grupos similares  en otros países a cargo de la situación no hay nada de qué preocuparse.

En suma, de acuerdo con esta visión los problemas de la deuda pública de los EEUU., de muchas partes de Europa y de Japón se resolverán por sí mismos, si los distintos partidos políticos aprenden a llevarse mejor y tal vez tras esperar un poco para que el crecimiento económico pueda volver a continuar por su cuenta.




Un punto de vista alternativo de nuestra situación económica y energética
Esta historia es muy diferente de la visión predominante. La energía es fundamental para el crecimiento de la civilización humana, porque todos los tipos de bienes y servicios requieren de energía para su producción. Una vez construida una infraestructura para que funcione con una determinada forma de energía, ésta tiene que ser del tipo específico que utiliza  esta infraestructura.

En el mundo de hoy, el petróleo es la principal fuente de energía. También es el más versátil y, debido a esto, es la fuente de energía más altamente valorada. La extracción de petróleo se ha vuelto problemática en la última década, por dos razones: la producción no está creciendo muy rápidamente, y el costo de extracción sube de manera continua. Este aumento en el costo se debe a que se extrajo en primer lugar al petróleo fácil  y ahora tenemos que pasar al  más difícil (y caro) de extraer.

Me he referido con anterioridad al aumento del costo de la extracción de petróleo como un problema de sumidero de inversión. Invertimos cada vez más dólares (y cantidades de recursos de varios tipos), pero la cantidad extraída apenas aumenta en todo el mundo. Los economistas llamarían a esto el problema de los retornos decrecientes de la inversión. Cuando el petróleo se podía extraer a un  precio bajo había una enorme brecha entre el costo de extracción y el valor aportado a la sociedad por este petróleo. Ahora, como el coste de la extracción ha aumentado, la diferencia entre estas dos cantidades se ha vuelto mucho más pequeña. Si dependíamos de esta diferencia para ayudar a impulsar el crecimiento económico es muy posible que estemos perdiendo esta ventaja.

Visto en términos de ciclos de retroalimentación positiva la enorme cantidad de valor añadido a la sociedad por el petróleo por encima de su costo de extracción era utilizado para llevar a un bucle de retroalimentación positiva a la sociedad, con efectos positivos en el crecimiento económico. Por ejemplo, (a) los impuestos sobre la extracción de petróleo proporcionaría ingresos importantes, y (b) con los bajos precios del petróleo las infraestructuras se podían construir a precios muy bajos. Ambas situaciones beneficiaron a la economía.

Ahora bien, con un mayor costo de extracción, el valor añadido a las economías de todo el mundo es más bajo, lo que lleva a un menor crecimiento económico. En algún punto, no muy lejano, el coste de la extracción superará el valor que el petróleo proporciona a la sociedad. Y en tal punto ya no tiene sentido económico extraerlo. Añadir más petróleo caro conducirá a la contracción económica y, muy probablemente en última instancia, al colapso. Joseph Tainter en su libro El Colapso de las Sociedades Complejas (
1990) habla de muchas civilizaciones que llegaron a retornos marginales decrecientes de  inversión y, finalmente, se derrumbaron.


El Petróleo y la función de producción


Figura 1. Gráfica de producto total, promedio y marginal, a partir de una función de producción cuadrática, de Wikipedia .

Los economistas hablan de funciones de producción que describen cómo funciona la economía. En general, una "función de producción" para la economía es de la forma siguiente

Q = f (X1, X2, X3, ..., Xn)

de donde Q = cantidad de producción y  X1, X2, X3, ..., Xn son variables que describen los factores de producción (insumos de la economía), como son el trabajo, el capital y la tierra o las materias primas.

Utilizando este enfoque de factores de producción, el petróleo tiene que ser una de las variables Xi, ya que es fundamental para el funcionamiento de la economía. El petróleo es importante para el transporte, la agricultura, como lubricante, y como materia  prima utilizada en la fabricación de muchos productos tales como medicamentos, telas, asfalto... Los sustitutos de petróleo son muy limitados- sobre todo el etanol, que es mas bien un combustible de extensión del petróleo (fossil fuel extender).

La Figura 1 representa la situación en la que sólo varía una de las variables, en este caso el petróleo. Estamos llegando rápidamente al punto donde el costo de la extracción de petróleo es tan alto que, en general, la sociedad está peor, en términos de la cantidad total de bienes producidos por la sociedad. Nuestro situación en la Figura 1 es que estaríamos llegando a la etapa 3.

El hecho de que estemos llegando a la época de los rendimientos decrecientes del petróleo es una razón importante por la que el crecimiento económico mundial se este desacelerando. También es una de las principales razones por las que muchas de las naciones que consumen más petróleo padecen los síntomas de una recesión. Estos síntomas en su mayoría están siendo encubiertos con incremento de déficit público a base de inversión, con tasas muy bajas de interés y con la flexibilización cuantitativa. Si alguna vez este estímulo se detiene, es probable que se tengan grandes problemas.




Ligadura directa de la deuda con el Crecimiento Económico


La deuda está muy vinculada con esta historia. El PIB es una medida de cuánto se produce, independientemente de si su cálculo involucra deuda. Por lo tanto, si se construye una casa nueva o se fabrica un coche nuevo, su valor se incluye en los cálculos del crecimiento económico, aun si la casa o el coche se compra 100% a crédito. No sólo estamos llegando a los límites de la producción de petróleo (debido a que el costo de extracción es cada vez mayor), sino también estamos llegando a los límites de la deuda, ya que el crecimiento económico se está desacelerando.



Figura 2. Imagen del autor de una economía en expansión.



De hecho, si uno piensa en ello es obvio que la adición de la deuda es más fácil en una economía en crecimiento que en una economía en contracción. 
Si la economía se expande rápidamente es fácil añadir más deuda, ya que tomar prestado del futuro siempre parece que proporcionará un beneficio. De hecho, es posible pagar tipos de interés muy altos en una economía en crecimiento sin que esto perjudique gravemente a los beneficios. Los negocios sacan provecho de las economías de escala, lo que ayuda en sus beneficios y en su capacidad para pagar la deuda. Reinhart y Rogoff ( 2008 ) inesperadamente tropezaron con este fenómeno en el examen de los ocho siglos de crisis financieras que estudiaron.  Recabaron que "es notable que los que al final pagan sus deudas se corresponden mayoritariamente con historias de crecimiento enormemente exitoso".

Otra situación en la que la deuda funciona bien es si la economía está cerca del no crecimiento, pero con la adquisicn de deuda es posible añadir energía barata de los combustibles fósiles. En este caso, el valor para la sociedad en términos del trabajo realizado por los combustibles fósiles es mucho mayor que el coste de la extracción de esa energía. Esta diferencia puede alimentar de nuevo al sistema, a través de la infraestructura barata, aumento de los ingresos fiscales, e incluso el aumento de los salarios de los trabajadores, lo que favorece el crecimiento económico en el largo plazo. Por lo tanto, a pesar de que la economía no crecía en el momento de los préstamos iniciales (estos préstamos serían para los potenciales consumidores, para los potenciales propietarios de las fábricas, y para los potenciales extractores de la energía), la deuda de hecho activó el crecimiento, favoreciendo que la enorme diferencia entre el coste de la extracción y el valor para la sociedad de la energía  fluyera a través de la economía.


  
Figura 3. Imagen del autor sobre la posible disminución de la economía en el futuro.



Una economía en contracción puede manejar deuda con mucha más dificultad. Las empresas, en lugar de beneficiarse de las economías de escala, se encuentran que los costos fijos son cada vez más altos en comparación con las ventas. Por lo tanto, los beneficios tienden a disminuir, incluso antes de contabilizar el servicio de la deuda. Los trabajadores sufren despidos frecuentes y, a menudo encuentran que su nuevo trabajo paga menos que el anterior. Este problema dificulta la amortización de la deuda. Si la economía, de hecho, llega a la etapa 3 en la Figura 1, debido a los rendimientos decrecientes con respecto al petróleo, la deuda adicional simplemente empuja la economía hacia el colapso más rápidamente.




Otras ligaduras de la deuda con el crecimiento económico

Hay dos razones por las que el aumento de la deuda es importante para el crecimiento económico. En primer lugar, el aumento de la deuda da a los gobiernos, las empresas y los individuos un aumento del poder adquisitivo. Por ejemplo, con un préstamo para un auto o  un préstamo hipotecario una persona es capaz de comprar un automóvil o una casa. Este aspecto, el aumento de la deuda se conoce como "demanda creciente"- y realmente aumenta la capacidad para pagar por los nuevos bienes.

Si la deuda disminuye, la situación es similar a aquélla en la que solamente se dan unos pocos préstamos nuevos y se debe pagar una gran cantidad de los préstamos antiguos. Si los préstamos son para el hogar y para automóviles, el número de vehículos y viviendas vendidos disminuye en gran medida.

Hay un segundo aspecto que es igualmente importante. El aumento de la demanda tiende a llevar a precios más altos, y su descenso a precios más bajos. Por ejemplo, supongamos que las hipotecas para viviendas de pronto se acaban. Probablemente lo que uno puede sacar por la venta de su casa se reducirá. El mismo problema podría ocurrir si los préstamos para automóviles desaparecieran; habría muchos menos compradores para los vehículos (incluso para los automóviles usados) y por tanto el valor de los coches tendería a disminuir. El valor de las materias primas en general probablemente  también disminuiría, porque habría menos coches fabricados. Que se hagan menos coches de rebote afectaría negativamente a los precios del acero, del petróleo y de otros componentes de automóviles.

Es más: si el importe de la deuda comienza a bajar, el bucle de retroalimentación es tal que tiende a fomentar una mayor contracción, precios más bajos y un mayor default de la deuda (¡al igual que en 2008!). Tales incumplimientos de deuda pueden causar que los bancos y compañías de seguros colapsen, a menos que sean apuntalados por el gobierno. Los precios más bajos de las materias primas pueden conducir a una reducción de la producción petrolera. La retroalimentación esperable es especialmente mala si la economía ya está llegando a la etapa 3 de la Figura 1.

En este punto, tenemos una gran cantidad de extracción de petróleo que se financia con deuda. A medida que el petróleo se vuelva más caro habrá más deuda de este tipo que no podrá ser devuelta (éste es probablemente el caso del petróleo que se extrae mediante fracking de las formaciones de roca poco porosa). El presidente de la compañía Shell Oil recientemente explicó cuán grande era su decepción con sus inversiones en petróleo y gas de esquisto (Financial Times).

En Brasil se va hacia un impago de bonos. Los brasileños están tratando de extraer petróleo muy caro, por debajo de una gruesa capa de sal marina. La segunda mayor compañía petrolera de Brasil hace poco no fue capaz de hacer frente al pago de su deuda y ahora está en proceso de liquidación (Bloomberg). La calificación de la deuda de la compañía petrolera más grande, Petrobras, fue rebajada recientemente (Financial Times).

Es obviamente preocupante si comenzamos a ver impagos de deuda, hay contagio cuando los precios bajen, y los bancos y las compañías de seguros quiebran. El Gobierno ya está estimulando la economía con muy bajos tipos de interés, con el incremento el déficit público asociado a las políticas de inversión pública, y con la flexibilización cuantitativa. Da la impresión de que se ha quedado sin  armas para luchar si comienza otra ronda de impagos de deuda. El ex-Director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, David Stockman, EE.UU. ha hablado recientemente sobre este tema ( King World News ).


 La parte eléctrica de nuestra difícil situación
La electricidad puede ser producida de muchas maneras diferentes  y con costos  bastante diferentes. Cuando los costos de la electricidad son bajos, estos bajos costos también contribuyen al crecimiento económico, debido a que el costo de la generación de la electricidad es significativamente menor que el beneficio que ésta reporta a  la economía. A este respecto, la electricidad es muy parecida al petróleo.

Podemos pensar en el petróleo y la electricidad  como productos intermedios, que no son exactamente lo que nosotros como consumidores necesitamos. De hecho lo que queremos es transporte, la luz de una bombilla, la comida cocinada... Nuestros salarios sólo llegan hasta ese mite. Una vez que el porcentaje de nuestros salarios que se debe destinar a esos productos intermedios (electricidad y petróleo) comienza a aumentar, la proporción de nuestros salarios que se puede dedicar a las cosas que realmente queremos debe reducirse. Del mismo modo, si hay más  recursos y mano de obra  que va  a la creación de turbinas eólicas, paneles solares y plantas nucleares, menos disponibilidad se tendrá para producir otras cosas.

El cambio hacia las energías renovables tiene varias dificultades:

  1. Las energías renovables son de un orden de magnitud menos eficientes en la producción de electricidad que los combustibles fósiles a los que pretende sustituir cuando se añade el costo de la energía necesaria para mitigar la intermitencia de las renovables (Weissbach et al. 2013). Las comparativas habituales de sus Tasas de Retorno Energético están distorsionadas, ya que no reflejan dichos costos.
  2. Las energías renovables tienden a utilizar combustibles fósiles en grandes cantidades al comienzo de su ciclo de vida, así que en realidad no reducen el uso de los combustibles fósiles, a menos que en algún momento en el futuro la cantidad de energía proveniente de los combustibles fósiles que se utiliza para construir las renovables se reduzca considerablemente (y tal vez ni siquiera entonces, si compensar la intermitencia de las renovables es tan costoso como se indica en el punto 1).
  3. El efecto del cambio hacia la producción eléctrica renovable es muy semejante al de las subidas de precio del petróleo, en términos de empujar la economía hacia la etapa 3 en la función de producción (en la figura 1), sólo que siguiendo un eje de coordenadas diferente al del petróleo.
  4. La opinión de que la economía nos empuja hacia el cambio climático se basa en la opinión de que la economía, de hecho, seguirá creciendo y continuará  extrayendo combustibles fósiles en el futuro. Si el petróleo y la deuda son los límites a los que estamos llegando ya en este momento, podemos muy bien encontramos con un colapso económico en un futuro próximo. Tal colapso probablemente reduci el uso de combustibles fósiles de todo tipo con gran rapidez, debido a los precios bajos y la interrupción de múltiples sistemas.
  5. Si al final colapsamos, las energías renovables no nos permitirán operar la red eléctrica sin combustibles fósiles, porque necesitamos combustibles fósiles para mantener y reparar las líneas de transmisión, para crear y transportar piezas de repuesto, y para permitir que los clientes tengan un trabajo con el que pagar por el servicio ectrico. Por lo tanto, ya que no tendremos combustibles fósiles en el futuro, nuestra inversión en energías renovables no tiene valor a largo plazo (y las estimaciones de su TRE son muy exageradas).


Ligadura del Gobierno con el colapso 


Los Gobiernos son quizás la parte más vulnerable del sistema  si se produce un colapso debido a la persistencia de los altos precios del petróleo.

 Los Gobiernos son los encargados de rescatar a los bancos y de subsidiar a los trabajadores desempleados, pero al mismo tiempo sus propios ingresos fiscales se van reduciendo debido la caída del empleo. De hecho, muchos de los gobiernos de los grandes países consumidores de petróleo (EEUU., la mayor parte de Europa y Japón) se encuentran en posiciones muy vulnerables, debido a que sus niveles de deuda son muy altos y a que contian agregando más deuda. Al mismo tiempo, están usando todos los medios a su alcance para evitar que la economía colapse, como son los bajos tipos de interés y la flexibilización cuantitativa. Debido a que ya soportan mucha carga financiera es dudoso que puedan hacer otra ronda de rescates.

El cierre del gobierno de EEUU. y el debate del límite de la deuda es un indicio de problemas muy graves, que van más de un conflicto entre dos partidos políticos. Con la ralentización del crecimiento económico, hay una enorme brecha entre lo prometido y lo que el gobierno puede de hecho dar. Ningún representante del gobierno quiere explicar a los votantes la gravedad real de la situación. Así que terminamos en una parálisis. Ver mi post de noviembre de 2012,  conozca cómo nuestro precipicio fiscal esta relacionado con el petróleo .


Conclusión


La opinión predominante parece que se encuentra muy lejos de la realidad. Los límites de la producción de petróleo y de otros recursos son una señal de que es la naturaleza la que realmente esta al mando, y no los seres humanos. No podemos escapar de estos límites. Si tratamos de mitigar el cambio climático mediante el uso de más energías renovables, llegamos a otro tipo de límite que es el alto precio de la electricidad, y los problemas que ello conlleva.

Parece que tenemos justo en frente de nosotros un colapso potencial. La solución Republicana de perforar más en busca de petróleo nos llevaría a colapsar, al igual que la solución Demócrata de aumentar la deuda pública y poner un mayor énfasis en los combustibles bajos en carbono, en particular para la producción electricidad. La única diferencia es que alcanzaríamos los límites siguiendo ejes diferentes de la función de producción.

Independientemente de que a nosotros los humanos nos gustaría estar al mando, sin embargo quien realmente está al mando es la Naturaleza. Es la Naturaleza quien determina los plazos, y nuestro plazo podría estar muy cerca. Incluso es posible que los problemas actuales con el techo de la deuda y el cierre del gobierno nos lleven en última instancia  a un colapso de los EE.UU., y tal vez incluso al colapso mundial.

El actual punto de vista predominante de nuestra situación es uno que pone a los seres humanos, y en particular a los actuales representantes del  Gobierno al mando. Históricamente, los Gobiernos han tenido estrechos lazos con la religión, utilizando la religión para promover sus propios fines. Ahora, Gobierno y  religión casi se han fusionado en una sola cosa. Tal vez esta estrecha relación es la razón por qué es tan difícil conseguir una historia bien razonada sobre nuestra situación actual por parte de los  responsables, y por qué tantas personas están dispuestas a creer la historia que se les cuenta.

Algo  que la opinión predominante pierde de vista es el hecho de que vivimos en un mundo finito. Esto significa que el crecimiento debe en algún momento ralentizarse, y en última instancia poner la marcha atrás. El mundo funciona en ciclos, y realmente no podemos cambiar eso. Nada es permanente. Las especies que predominan cambiarán, los humanos pueden incluso perder su dominio actual. Y el clima cambia, aunque generalmente no tan rápido como actualmente.

Otra cosa que la opinión predominante pierde es el hecho de que la energía debe ser del tipo adecuado, y que tal adecuación es imprescindible para el funcionamiento de la economía. La opinión de que habrá un sustituto se  basa más en la "fe" que en los hechos objetivos. El punto de vista predominante tampococapta que el sustituto debe ser barato, que el alto precio de la  energía es terriblemente malo para la economía- y que puede empujar fácilmente a la economía a la etapa 3 en la función de producción. El hecho de que el  precio del petróleo sea alto es probable que conduzca a impagos de deuda,  y es probable que empeore la situación s de lo que lo haría de no ser por la deuda

Un impago de deuda es probable que conduzca a bajos precios del petróleo y de todo tipo de materias primas  y a la pérdida significativa de empleos. Algo análogo al problema de la depresión de 1930. La gran diferencia es que en la Gran Depresión de 1930, la pérdida del empleo se asoció con la caída en el precio de los alimentos, debido a que los combustibles fósiles sustituyeron el trabajo humano, con lo que los costes de producción de alimentos bajaron dejando a muchos sin empleo ( Stiglitz 2010 ). En ese escenario, todavía había combustibles fósiles muy baratos debajo del suelo. Por lo tanto, los programas de estímulo para más deuda ayudaron al restablecimiento de la economía, ya que podría conducir a un mayor uso de los combustibles fósiles baratos en sectores no agrícolas de la economía.

Ahora estamos al borde de un escenario muy diferente. Estamos llegando a los límites de impago de la deuda, porque ya hemos extraído el petróleo fácil de extraer. Cualquier extracción adicional sólo puede ser más cara y por lo tanto nos empujará más allá en la etapa 3 de la función de producción, o más hacia el colapso financiero. Como la economía se contrae naturalmente, ya no hay una manera en que más deuda puede volver a inflar el sistema. En su lugar, el uso de la deuda debe alcanzar un nuevo punto de equilibrio, mucho menor. A causa de la ligadura de la deuda con bancos, fondos de pensiones, compañías de seguros y el resto del sistema financiero, esto es un gran problema.

Podemos pensar que el crecimiento de los sistemas humanos, incluida la economía, va a durar para siempre, pero es casi seguro que nos estamos engañando a nosotros mismos. En algún momento, cuando la Naturaleza lo decida, nuevas especies vegetales que puedan utilizar más CO2  tal vez dominarán. La transición será la que dicte la Naturaleza.

Nos estamos engañando a nosotros mismos si pensamos que podemos decidir  reducir poco a poco el uso del petróleo y el uso de los combustibles fósiles en los próximos 40 o más años. Si los precios del petróleo caen a 30 dólares por barril, debido a impagos de deuda, la producción de petróleo caerá muy rápidamente -no se verá ninguna curva de producción en lento descenso. Los precios del gas natural y del carbón se reducirán drásticamente también, y eso esencialmente pondrá fin a su producción. Los puestos de trabajo desaparecerán con la falta de combustibles fósiles. El ochenta o noventa por ciento de nosotros volverá a necesitar trabajar en la producción de alimentos manualmente sin combustibles fósiles. La educación, el gobierno y los servicios de todo tipo se reducirán rápidamente.

La Naturaleza está decidiendo por nosotros lo que va a venir. Probablemente tendremos poco que decir al respecto. Y si es que tenemos alguna opción de actuar, ésta probablemente será en el sentido de dar marcha atrás rápida y profundamente, en términos de cantidad de población, y en términos de aprender a vivir esencialmente sin combustibles fósiles. El futuro probablemente será muy diferente del pasado.


Acerca de Gail Tverberg
Mi nombre es Gail Tverberg. Soy  una actuaria interesada ​​en las cuestiones relacionadas con nuestro mundo finito - el agotamiento del petróleo, el agotamiento del gas natural, la escasez del agua y el cambio climático. Los límites en el petróleo son muy diferentes de lo que la mayoría se espera, pues los altos precios conducen a la recesión, y los bajos precios  conducen a un suministro insuficiente.