lunes, 29 de agosto de 2011

El mejor escenario posible

Desalojo de la Plaça de Catalunya de Barcelona. Foto de Carles Domènec, http://carlesdomenec.wordpress.com
Queridos lectores,

Hace aproximadamente un año escribí uno de los posts más populares de este blog, "El peor escenario posible". En él describía el que a mi parecer era el peor cariz que podían tomar los acontecimientos asumiendo que la progresión de agotamiento de los recursos naturales fuera la peor de la que nos dan los modelos más o menos razonables de evolución, y que delante de los problemas que lógicamente se irían encadenando se diera la peor respuesta posible dentro de las que razonablemente nuestros dirigentes podrían dar. Afortunadamente el curso actual de los acontecimientos no coincide que el que yo marcaba en aquel artículo, especialmente en la velocidad de los eventos más negativos, aunque es significativa la cantidad de "previsiones" allá hechas que sí que se han verificado, por desgracia. Es importante aclarar que  "El peor escenario posible" suponía un ejercicio para desatascar las mentes más cerriles de los comentaristas de este post que aún pensaban que yo exageraba en cuanto a los riesgos posibles; dicho ejercicio no se puede entender en su integridad sin leer los dos posts siguientes ("Gestionar la incertidumbre" y "Emociones en una balanza y esbozo de un llamamiento"), pero dado el carácter más introspectivo y menos alarmista de esos dos posts lo cierto es que han sido ignorados por completo, sin comprender que "El peor escenario posible" forma parte de esa trilogía. Lo que es más curioso aún, mirando las cosas retrospectivamente, es que las razones que motivaron la escritura de "El peor escenario posible" (y de sus dos acompañantes) no serían válidas hoy en día, porque lamentablemente sólo un año después de haberlo escrito las desgracias descritas en ese artículo parecen bastante más creíbles y ya no hace falta insistir en ellas; piensen que aún a mediados de 2010 se hablaba aquí en España de brotes verdes y no poca gente pensaba que la tendencia económica negativa se invertiría ya este año, en vez de estar a las puertas de la nueva recesión. Cosas que entonces fueron ridiculizadas como la posible quiebra de algunos ayuntamientos, la subida del paro por encima del 20% o el comienzo de una nueva ola recesiva incluso, son hoy posibilidades discutidas abiertamente en los medios de comunicación oficiales. Sin embargo, igual que tantos otros yo no fui capaz de prever que podría surgir un movimiento como el del 15M, los "indignados" españoles, un nuevo actor que, a mi entender, aún está desorientado y confuso pero que puede tener mucho que decir en el futuro. Posiblemente es el único ingrediente que me hace albergar alguna esperanza sobre el futuro. Y por esa esperanza que aún queda quiero escribir otro escenario, el opuesto al del año pasado: el mejor escenario posible.


Antes de comenzar, es pertinente hacer algunas aclaraciones que para el lector frecuente de este blog pueden parecerle obvias pero que es fundamental dejar escritas aquí por si se cita este artículo fuera de contexto. La primer aclaración es que lo que sigue es una visión completamente personal sobre el mejor curso que, a mi pobre entender, pueden tomar los acontecimientos, toda vez que aceptamos que estamos atrapados en una crisis económica que no puede terminar dentro del paradigma económico actual, crisis que tiene muchos flancos pero de la que yo sólo me ocupo de uno, que es su factor limitante por arriba: la escasez de recursos naturales. Tomaré como punto de partida las fechas para los cenits de producción de las diversas materias energéticas discutidas en la primera parte de "El peor escenario posible", y que después de un año parecen confirmarse. Según aquel artículo el cenit del petróleo (Peak Oil) habría sido alrededor de 2005, el del gas alrededor de 2025, el del carbón (en contenido energético) en 2011 y el del uranio en 2015. Un año después nos encontramos con que la Agencia Internacional de la Energía ha reconocido, en Noviembre pasado, la llegada del Peak Oil para el petróleo convencional, un artículo de Heinberg y Fridley en Nature muestra que el cenit de la energía del carbón es inminente, y además un reciente artículo de Michael Dittmar que analiza la producción de las minas de uranio del mundo muestra que el cenit del uranio tendrá efectivamente lugar en 2015. Así que tras un año se han confirmado nuestras peores previsiones, que igualmente tomaremos como referencia para este escenario (y eso sin tener en cuenta que el descenso de energía neta disponible seguramente está siendo más rápido incluso). En todo caso, sólo uso de estos datos el hecho de que la sociedad occidental (otro caso es China y demás países emergentes) está disponiendo ya de cada vez menos energía, sin posibilidad de invertir la tendencia. Es importante hacer notar que no uso ningún modelo ni soy una persona versada en sociología ni en ninguna otra disciplina social, así que mis impresiones son completamente subjetivas y arbitrarias y no puedo hablar con ninguna autoridad sobre los temas que comentaré en este post. Son sólo una visión personal de este autor.


La segunda aclaración que quiero hacer es que lo que aquí dibujo es un escenario, no una previsión o pronóstico. Lo que comento es aquello que yo creo que razonablemente podría llegar a pasar y que nos llevaría como sociedad al mejor desenlace posible. No se debe por tanto tomar al pie de la letra; yo no creo que lo que describo aquí vaya a pasar, por desgracia. También es importante hacer notar que lo califico de "posible" pero no de "deseable". El que ahora escribiré no es el mejor de los escenarios que uno podría dibujar, sólo uno que tiene una cierta posibilidad, aunque pequeña, de tener lugar, y a pesar de ser el mejor de los posibles es desagradable, duro y comportará sufrimiento para mucha gente - todo lo cual yo encuentro indeseable. Si habláramos del mejor escenario deseable, sería algo del estilo de lo siguiente: todos nuestros dirigentes reconocen la gravedad del problema, se toman las medidas coherentes para salvaguardar los intereses de la mayoría y tras un período de ciertos padecimientos se consigue un nuevo sistema social y económico estable que sería funcionalmente muy parecido al actual pero con muchísimo menos consumo y renunciando a ciertas cosas perfectamente prescindibles sin alterar mucho nuestra calidad de vida (e.g. el vehículo privado para todo el mundo). Algo así dibujó mi compañero Jordi Solé hace meses, pero claro, como él mismo decía, eso es una carta a los Reyes Magos. Por desgracia, la probabilidad de que una cosa así suceda yo la veo estrictamente nula. Vamos pues con lo que, aunque extremadamente difícil, sí que podría acabar pasando en un alarde de audacia y fortuna.

En lo que sigue me concentraré en el caso de Europa y en menor medida en el resto del mundo. Eso es así porque en este escenario, muy especulativo por naturaleza, me cuesta mucho imaginarme cómo habría de ser la respuesta global. En todo caso, espero que algunas de las ideas que aquí se viertan pudieran ser de alguna utilidad para Vds., como mínimo para dar qué pensar.


Al contrario que en "El peor escenario posible" la delimitación temporal será más laxa, definida en etapas. La duración de estas etapas es variable, pero estimo su duración típica en seis meses, llegando en algunos pocos casos a los dos años. Como es lógico, en la realidad lo más probable es que las cosas que ahora describiré no se den todas ellas, y posiblemente los hechos reales sean una mezcla entre este escenario y el peor posible. Vamos a ello. La primera etapa es especial, comienza el día de hoy y acaba el 31 de Diciembre de 2011.


Primera etapa (hoy-Diciembre de 2011): La recesión temida se hace palpable a finales de 2011. Todos los países industrializados entran en recesión, en tanto que China y otros emergente ralentizan su crecimiento. El precio del petróleo cae, aunque no de manera duradera por debajo de los 60$, posiblemente quedando por encima de los 80$ gracias a la intervención de la OPEP. En España las aguas bajan muy revueltas: durante el mes de Septiembre se anuncian muchos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y el paro crece; en ese contexto se producen varias manifestaciones contra la reforma de la Constitución, que busca incluir un techo en el gasto público (reforma exigida por debajo de la mesa por Alemania) e incluso una huelga general, la cual no tiene demasiado éxito porque la mayoría de la gente percibe el problema como muy técnico y poco concreto, y porque se espera un cambio de Gobierno que lo ha de solucionar todo. Efectivamente, el 20 de Noviembre el Partido Popular gana con una amplísima mayoría absoluta y se compromete a profundizar en las reformas necesarias para sacar a España del atolladero, aunque avisan que se requerirán sacrificios durante un tiempo. Acto seguido todas las Autonomías que aún no habían comenzado a hacer recortes en Sanidad y Educación, entre otras materias, los hacen. A raíz de la convocatoria del 15 de Octubre comienzan a haber grupos de "indignados" en otros países, aunque en bastante menor escala relativa que en España.


Segunda Etapa: En España se vuelve a reducir el salario de los trabajadores públicos en un 5% de media. Además, el nuevo Gobierno del PP encarga numerosas auditorías que revelarán grandes fraudes del anterior Gobierno. Se aprueban grandes medidas de austeridad, se detienen muchas obras públicas y hay retrasos en los pagos a proveedores, pero la crisis se agudiza en España, y también aunque en menos intensidad en el resto de Europa. España e Italia vuelven a colocar muy cara su deuda, aunque el diferencial con el bono alemán no lo muestra tan claramente porque él también se ha encarecido, y otros países anteriormente a salvo, como Bélgica, Francia y el Reino Unido ven empeorar sus perspectivas de financiación. Portugal e Irlanda empeoran mucho su situación, pero donde el panorama es desolador es en Grecia. En medio de una tumultuosa sesión en el Parlamento Griego donde se está intentando aprobar el tercer paquete de medidas de choque en un año y con numerosos recortes de prestaciones sociales, una masa de indignados concentrados en las inmediaciones asalta el Parlamento y toma a los diputados como rehenes, después de agredirlos (puede que incluso haya muertos, Dios no lo permita). La caída del Parlamento griego causa estupor y confusión en la Unión Europea; nadie sabe quién está ahora al mando; tampoco lo saben los propios revoltosos, que se pelean entre ellos. La policía es incapaz de disolver a los concentrados, que son varias decenas de miles, y otros tantos más se lanzan a las calles, hay pillaje y vandalismo por doquier, pero al cabo de poco se impone cierta moderación. En la calle la gente recupera viejos sloganes de cuando cayó la dictadura de los coroneles, hay un sentimiento de victoria, de revolución, de cambio. El Gobierno Alemania lanza serias advertencias, pero por miedo a los efectos en el interior de la UE y de su propio país se ve incapaz de imponer sanciones a un movimiento percibido en toda Europa como democrático, y  acaba ofreciendo ayuda económica y para la creación una mesa de negociación destinada a formar un Gobierno de transición. Las cortes son disueltas y Grecia entra en un nuevo período constituyente, período durante el cual Alemania consigue que se le condone el pago de intereses de su deuda y se aplacen los vencimientos de la misma. Eso genera una caída del rating financiero de varios países europeos e inclusive Alemania, pero los EE.UU. también ven degradarse su nota y Alemania sigue siendo la economía más solvente del mundo. China amenaza con dejar de comprar deuda pública a Occidente si no equilibra sus cuentas. En Japón el crecimiento vegetativo es negativo, de un 3 por mil, lo cual algunos analistas locales atribuyen a la contaminación de Fukushima y a la emigración. Las primeras empresas de electrónica del planeta son ahora chinas.


Tercera etapa: A la inestabilidad financiera del período 2008-2011, primero privada y luego pública, le ha seguido una inestabilidad política interna de numerosos países occidentales. Después de aprobada la nueva constitución, el nuevo Gobierno griego toma el poder tutelado de cerca por Alemania y Francia; pero incapaz de poner en marcha las reformas que pretendía y sin querer plegarse a injerencias extranjeras dimite en bloque. El nuevo Gobierno griego, elegido en tiempo récord, anuncia que Grecia abandona el euro. Los griegos aplauden la medida, pero las bolsas de medio mundo se hunden, contagiadas por las del Viejo Continente. La deuda pública de Irlanda y Portugal llega a límites inconcebibles, al punto de hacerse necesarios nuevos planes de rescate, en tanto que las de Italia y España marcan máximos. En medio de gran inestabilidad política y fragmentación de partidos, en Irlanda se convoca un referéndum por la soberanía económica en el que arrasa la opción secesionista. Irlanda anuncia que abandona el euro y que suspende pagos durante seis meses. Portugal se declara en bancarrota. La estabilidad de la UE pende de un hilo, dependiendo de lo que hagan España o Italia, pero en España el movimiento de los indignados ha cogido muchísima fuerza, con un paro que supera largamente el 25% de la población activa, y consigue llamar exitosamente a la huelga general en varias ocasiones. El Gobierno español incrementa ligeramente la represión policial pero en seguida se ve que tal movimiento es contraproducente porque echa aún más gente a la calle. Conscientes el Gobierno Español y la Comisión Europea de la necesidad de preservar España en orden para evitar el hundimiento definitivo de la UE, se aprueban generosas medidas financiadas con fondos comunitarios, que se hacen también extensivas a Italia en cuanto se comprueba que los indignados de allí se amotinan por el agravio comparativo. Como es natural, el peso del esfuerzo económico recae principalmente sobre Alemania y Francia, las cuales no han salido de la recesión - como tampoco lo ha hecho ninguna economía fundamental. En media África, parte de Asia y en algunos países latinoamericanos estallan revueltas por los altos precios de los alimentos, pero la ayuda exterior europea está en mínimos históricos. El comercio mundial está en mínimos de 20 años. Estados Unidos se repliega casi desordenadamente de Afganistán y cierra varias bases por todo el mundo; en algunos países incluso cierra embajadas debido a la inestabilidad social e inseguridad en los mismos, según nota oficial


Cuarta etapa: El petróleo sube con fuerza y la situación económica se complica en todo el mundo, con mucha inestabilidad política. Encima, superado el siguiente pico de precios, al cabo de dos meses el precio vuelve a subir, y muchas materias primas no bajan de precio, sólo suben. Los alimentos están por las nubes. La Agencia Internacional de la Energía reconoce que la producción está por debajo de los 80 Mb/d debido no sólo a la falta de demanda sino a la caída de la inversión en prospección, desarrollo y mantenimiento. En España el paro llega al 30%. Las televisiones públicas y privadas españolas muestran reportajes sobre la degradación de las condiciones de vida en Grecia, Irlanda y Portugal en un desesperado esfuerzo de propaganda para frenar el riesgo de contagio de revueltas, pero finalmente no se puede evitar y acaba habiendo, en similares circunstancias, un asalto al Parlamento "a la griega". La policía, que llevaba tiempo preparándose para tal evento, emplea fuego real pero es pronto desarbolada y una parte de la policía se pasa a los indignados. El país está en medio de una revolución, y caen también los parlamentos autonómicos, uno por uno, algunos aguantando algo más pero al final hasta los que no caen son forzados a dimitir. En toda España se oye un clamor: "Rehagamos la Constitución, la soberanía es del pueblo". El Rey intenta mediar, pero se le invita a abandonar el país, cosa que hace junto con toda su familia. Francia y Alemania intentan invocar los acuerdos de la OTAN para "acudir en socorro de un país aliado" e invadir España, pero es demasiado tarde: estallan revueltas recurrentes en Francia, Alemania, Reino Unido y los Estados Unidos. Media Europa está en llamas y el hundimiento del euro es inevitable. El nuevo Gobierno español de transición abre un período constituyente y suspende los pagos al exterior de manera selectiva, lo cual crea graves problemas de suministro en el país.


Quinta etapa: En la mayoría de Occidente movimientos revolucionarios se han hecho con el poder, con gran desunión y anarquía, y esto ha desencadenado una ola de revueltas a escala global: algunos de los más feroces y sanguinarios dictadores se hundieron al hundirse sus valedores. En Latinoamérica, por el contrario, se produce un cierto florecimiento bajo la égida de Brasil, aunque ésta será pronto contestada. Por toda Europa hay luchas internas, con muertos incluso, pero algunos intelectuales están consiguiendo hacer oír su voz. El mercado exterior está intervenido por los nuevos Estados, así como la producción industrial. La propiedad privada no es abolida, aunque en ciertos lugares se procesa y condena a grandes empresarios y banqueros por "delitos contra el pueblo" y sus bienes son embargados. Es un período negro de grandes excesos y grandes barbaridades, donde el comercio de materias primas fundamentales, sobre todo las energéticas, se verifica con enormes problemas y suspicacias por parte de los países. A medida que los nuevos Gobiernos revolucionarios se van dejando aconsejar por los técnicos la situación tiende a mejorar y estabilizarse.


Sexta etapa: Los nuevos sistemas, no todos ellos democráticos, van asentándose. Se reconoce por primera vez que la actitud de los países occidentales ha sido de imperialismo económico respecto al resto de los pueblos del mundo, y que hay un problema con la producción de materias primas, constatándose en particular un descenso severo del flujo de petróleo que algunos expertos cifran ahora en unos 50 Mb/d (este descenso es en parte por el declive natural y en parte por la falta de inversión sobre todo en aquellas explotaciones que requerían más capital). La mayoría de las naciones han cambiado de Gobierno de manera revolucionaria, y la más importante de las que no lo han hecho es China (EE.UU. está sumido en la Segunda Guerra de Secesión, que esta vez ganarán los sudistas). Al final de esta etapa tiene lugar una gran conferencia internacional que tendrá que refundar las Naciones Unidas, y que tiene lugar en Río de Janeiro. En ella se sientan las bases de una economía mundial que tiene en cuenta la equidad entre pueblos y personas, la finitud de los recursos y el respeto a los derechos fundamentales y también a la iniciativa privada como motor del comercio y la prosperidad. ¿Cuál es ese nuevo sistema? No lo sé, hasta aquí llega mi bola de cristal. Todo lo que está más allá es terra incognita.


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¿Pasará algo de lo que aquí comento? Es difícil, aunque todo dependerá de cuánto tarde el pueblo en pedir que no le avasallen, y con qué fuerza lo haga. No lo veo demasiado verosímil, aunque quizá lleguen a producirse algunos episodios aislados semejantes a lo que yo describo. En todo caso a mí me parece que, si hubiese alguna alternativa a hundirnos en el absurdo espejismo del crecimiento económico imposible al que nos abocan nuestros líderes, sería a través de la reclamación de la soberanía popular por quien realmente la detenta: el pueblo. Ojalá todo pasase de la manera más pacífica posible...


Salu2,
AMT

jueves, 25 de agosto de 2011

Mensaje en una botella


Querido lector,

Siento de verdad que tengas que leer estas líneas. Has llegado aquí porque estás desesperado, y porque necesitas entender. Entender qué es lo que ha pasado. Entender por qué tu vida se ha ido al garete, y por qué todo el mundo parece estar volviéndose loco. Probablemente aparte de una explicación buscas un consuelo, y quizá también una solución. Yo no podré darte ninguna de esas dos cosas, o quizá sí pero no de la manera que te imaginas. Y sin embargo soy la última cosa que te queda. Soy tu última esperanza. Y soy muy poca cosa en realidad.

Lo primero sería entender qué ha pasado. Por qué tu mundo se ha desmoronado. Sí, ya lo sabemos, la economía va mal, el paro aumenta, hay disturbios en la calle y cada vez más recortes y menos prestaciones por parte de las cada vez más inoperantes y vacías instituciones, pero eso es lo que los economistas llaman el "cuadro macroeconómico". Seamos sinceros, a ti lo que te preocupa es lo tuyo: qué va a ser de ti y de tu familia. El cuadro microeconómico. Y tienes razón; todas esas zarandajas llenas de siglas (PIB, IPC, IBEX35...) y de expresiones extrañas (tipos de interés, deuda soberana, hacer default o suspensión de pagos...) no tienen en realidad la más mínima importancia. Son nombres con los que la gente importante y los telediarios quieren cartografiar el desastre. Pero, en realidad, por más que llenen el telediario de repuntes, aversión al riesgo de los inversores, reducción del déficit, balanza de pagos o de otras cosas esotéricas lo cierto es que están como tú. No tienen ni idea de qué es lo que está pasando. Estamos todos en un barco que se hunde y el capitán está tan aterrado e impotente como nosotros. Así que lo primero y más justo es explicarte por qué está pasando lo que está pasando, con palabras sencillas, sin entrar en grandes explicaciones teóricas ni hacer indigestas ensaladas de datos.


Yo no puedo darte los detalles exactos de la evolución de las cosas porque no los tengo ni creo que se puedan tener, pero sí que te puedo dar las líneas generales de por dónde han ido e irán las cosas y, créeme, hasta ahora se están cumpliendo muy bien. En realidad, el curso general de los acontecimientos es muy simple. Es tan simple que los niños y los viejos lo entienden con dos o tres frases. El problema somos el resto de la población, los que estamos en la edad adulta y con la responsabilidad de hacernos cargo de la sociedad; y como asumo que tú estás ahí tendré que usar algo más que dos o tres frases. Unas cuantas más, de hecho. 

La cosa es evidente, pero estamos educados para que el concepto sea inaceptable, así que como un ordenador que falla nos reiniciamos continuamente en busca de otra explicación, de algo que case con nuestros esquemas mentales. Porque la simple y llana verdad es inaceptable. Y esa simple y llana verdad es que el crecimiento, el crecimiento en general, ya sea de la economía, de la población, del bienestar, etc ya no es posible. No sólo ya no es posible, es que estamos condenados a decrecer durante un tiempo, durante una laaarga temporada. No por elección, no por conciencia y todas esas cosas que dicen los grupos ecologistas, no. Decrecemos porque no queda más remedio. A la fuerza. Por narices.


¿Alguna vez te planteaste por qué crecíamos? ¿Por qué la economía crecía -el PIB aumentaba cada año, decían? ¿Por qué la población crecía? ¿Por qué nuestro nivel de vida mejoraba? Todo esto pasaba porque teníamos muchos recursos; no sólo muchos, sino que cada año teníamos más. Hemos tenido más comida, más agua, más energía, más coches, más electrodomésticos, ... No sólo más, sino cada vez mejores, y han aparecido cosas nuevas y más maravillosas: ordenadores potentísimos que caben en una maleta, teléfonos inteligentes que van en nuestro bolsillo y nos indican en el mapa dónde estamos y a dónde vamos, medicamentos que curan males antes incurables, aviones que nos transportan de una a otra parte del mundo, tomates en invierno y naranjas en verano... Bien es verdad que una parte de la Humanidad, la mayoría de hecho, no ha tenido jamás acceso a tales maravillas, pero para los que hemos vivido aquí ha sido un tiempo glorioso. Un sueño de progreso continuo y rápido que ha durado muchas décadas, hasta el punto que casi ha desaparecido la memoria de un mundo pasado donde las cosas iban más lentamente y la vida era más difícil. Crecíamos, cada vez éramos más poderosos, la gente tenía trabajo, se compraban casas (a veces con piscina y todo), dos coches, varios ordenadores y se iba a la Rivera Maya en verano y a Praga por Semana Santa. Llegó un momento en que pensamos que todo esto era fruto de nuestra inteligencia y nuestro esfuerzo, y pensamos que teníamos garantizada la continuidad de estas cosas, que teníamos derecho a ellas. Pero no prestamos atención a un detalle fundamental. Mientras nuestro progreso material se aceleraba también lo hacía nuestro consumo de materias primas, de todas las materias primas: petróleo, carbón, gas, uranio, hierro, cobre, aluminio, oro, plata, estaño, litio, cobalto, fosfatos... Porque nuestro progreso era material y se basaba en la materia; necesitábamos más materiales para construir cada vez más cosas, cada vez mejores. Estábamos tan seguros de que siempre iríamos a mejor que montamos un sistema económico y financiero basado en el crédito. Crédito viene del latin credere, creer; el que concede crédito cree que el que lo recibe podrá devolverlo; no sólo eso, sino que podrá devolver más de lo que recibe, que podrá abonar un interés. Es decir, que no sólo podrá generar la riqueza suficiente en el futuro, sino que además lo hará a un ritmo creciente, creciente de una manera muy rápida (los matemáticos dirían exponencial), un porcentaje cada año. El problema es que cuando la deuda ya es muy grande hasta un pequeño porcentaje implica incrementar en muchos millones la deuda total. Pero en fin, nuestro sistema económico ha funcionado así durante más de un siglo y de vez en cuando requiere hacer tabla rasa -las crisis-, se reinicia pero después vuelve a funcionar. Pero esta vez no. ¿Qué falló?


Fallaron los recursos. El planeta es finito; grande, pero finito, así que la cantidad de materiales que hay en él es finita. Este problema no es demasiado grave con respecto a los metales si se usan de manera que se puedan reciclar (aunque como nunca se puede reciclar al 100% siempre surgirían problemas en el muy largo plazo), pero es crítico con las materias energéticas porque se queman en su uso, se consumen y nunca más pueden volverse a utilizar: sólo quedan las cenizas. Así que tal manera de hacer las cosas sólo puede durar un tiempo, hasta que se acaben el petróleo, el gas, el carbón y el uranio que proporcionan más del 90% de toda la energía que se consume en el planeta Tierra. Así que a principios del siglo XXI, con reservas de estos combustibles para varias décadas, decían, teníamos que empezar a pensar verde y poco a poco irnos pasando a las energías renovables. Eso decían. Pero era mentira.

Por razones profundas que tienen sus raíces en la Geología y en la Física, resulta que no se puede extraer el petróleo, el carbón, el gas y el uranio a la velocidad que nos dé la gana. Bueno, sí que se puede, pero haciendo las cosas de manera tan brutal y gastando tanta energía que al final el combustible recuperado no nos daría tanta como la que hemos gastado, y entonces no tiene sentido hacer minas de ese tipo. Por tanto, si queremos ganar energía en la extracción, sacar más energía que la que empleamos en nuestras minas y perforadoras, hemos de aceptar que no siempre saldrá lo mismo, no siempre tendremos la misma cantidad de energía. Un geólogo muy reputado, un tal Marion King Hubbert, estudió esto en los años 50 del siglo pasado y llegó a una conclusión: cualquier pozo o mina sigue una cierta curva de producción; al principio se extrae poco cada año; después, va aumentando durante los años hasta llegar a su máximo o cenit; y después, inexorablemente, disminuye. Con más tecnología se puede mejorar la eficiencia y aumentar el ritmo de subida durante un tiempo, pero a costa de acelerar el ritmo de bajada después. El caso es que la producción de materias primas no es constante. Al principio sube y sube rápidamente, exponencialmente, al igual que los intereses de nuestras deudas, al igual que nuestro PIB. Pero tarde o temprano llega a su techo, a su máximo, a su cenit. Y malas noticias: aunque varía de unos minerales a otros, eso pasa típicamente cuando se ha extraído más o menos la mitad del recurso. A partir del cenit la producción va bajando, al principio muy poco a poco, hasta el punto de parece que la producción, simplemente, se ha estancado; pero después la caída se acelera y la producción decae muy rápido, exponencialmente. Y aunque nunca llega a desaparecer del todo, en la práctica al cabo de pocos años, pocas décadas a lo sumo, la producción es tan marginal que en la práctica no podemos contar con ella, sobre todo si queremos mantener lo que tenemos. Nuestra economía que debe crecer exponencialmente para poder pagar nuestras deudas que crecen exponencialmente.


Esto fue lo que pasó, querido lector. El cenit de producción del petróleo fue en 2005, el del carbón en 2011, el del uranio en 2015 y el del gas natural en 2025. Este blog está lleno de datos y referencias que avalan lo que digo, no tienes por qué tomar mi palabra por cierta. Compruébalo. Posiblemente cuando leas este artículo habrán pasado algunos años, y si la información está aún accesible podrás verificarlo. Quizá las fechas finales bailen de unos años, pero eso no cambia nada. Cuando yo escribí esto, el 25 de Agosto de 2011, las principales fuentes de energía del planeta estaban mostrando síntomas de agotamiento, de final de un ciclo. Del final del crecimiento.


A fin de cuentas, ¿no es dejar de crecer parte de un proceso natural? Cuando somos niños crecemos y crecemos hasta llegar a adultos, y ahí paramos de crecer. Y eso es lo sano y lo saludable; ¿qué pasaría si creciéramos sin cesar? Pues con nuestra sociedad pasa lo mismo; de hecho es análoga a un ser vivo. Al principio nos regíamos por las reglas del cowboy que sólo ve ante sí extensas praderas por recorrer y conquistar. Pero ahora somos muchos, somos 7.000 millones de habitantes en este planeta y sólo tocamos a un pañuelo de tierra cultivable, a un cuadrado de 40 o 50 metros de lado por persona en esta roca aislada en medio del espacio. Ya no podemos tener la economía del cowboy que no puede abarcar los límites con su vista, sino la de la nave espacial Tierra en la que todo se recicla y se regula para garantizar la supervivencia de sus tripulantes.


¿Lo hicimos? ¿Cambiamos del modo "verdes praderas" al de "nave espacial"? No, claro que no. Décadas de enseñanza económica en las grandes facultades no permitían que nuestros expertos económicos, los asesores de las grandes corporaciones y los Gobiernos, pudieran entender un concepto en el fondo tan sencillo y evidente. Encima, las grandes y complejas instituciones que hemos creado tienen mucha inercia y estaba, cómo olvidarlo, esas deudas que teníamos, esos créditos que se basaban en que creíamos que podríamos generar riqueza y, no sólo eso, crecer para poder pagar el interés. Así que desde que hacia 2005 se empezó a hacer patente que en nuestro gigantismo estábamos empezando a comprimirnos bajo la bóveda celeste del Planeta Tierra hemos estado trampeando y jugando a hacer algo mientras perdíamos el tiempo pretendiendo que lo ganábamos. En 2008 la compresión fue tan fuerte que el sistema hizo crack y por un momento se habló de refundar el capitalismo, de cambiar las reglas, de repensarlo todo; por un momento hubo miedo de que todo se hundiese y por eso se habló de cambiarlo todo. Pero la inercia mental, la imposibilidad de aceptar que no podamos seguir creciendo, la identificación falsa del crecimiento económico con el propio bienestar, hizo que al final creásemos más deuda para salir del hoyo de 2008. Es decir, creímos que en el futuro generaríamos más riqueza y la cogimos prestada del futuro para tapar los agujeros de hoy. Sin darnos cuenta que hicimos más grandes los agujeros del mañana.


Querido lector, si has llegado aquí posiblemente has perdido tu trabajo, o tienes miedo de perderlo próximamente. Si aún lo conservas prácticamente con seguridad te han reducido el sueldo; si ha pasado el tiempo incluso te lo habrán bajado varias veces mientras los precios de las cosas básicas subían. El caso es que no estás pasando un buen momento, y en tu familia las cosas no están mucho mejor. Cuando esto escribo, en Agosto de 2011, anticipo que este otoño será complicado, será un otoño negro: se aplicarán más recortes, veremos más caídas de las bolsas, la recesión de las grandes economías será inminente y habrá más tensión en las calles. Estamos esperando la nueva tormenta y el daño que dejará tras de sí. Para ti, querido lector, eso formará parte quizá de tu pasado, y tú ya sabrás cómo habrá acabado todo... si es que se puede decir que haya acabado nunca. Porque la realidad es que esta crisis económica no puede acabar; busca en el blog, lee los datos. No acabará hasta que no volvamos a encontrar un nuevo suelo firme donde asentarnos; de momento sólo podemos esperar caer y caer.


¿Quiero decir eso que no hay esperanza? No, por supuesto que no. Pero tenemos que comprender que tenemos que cambiar. Toda la sociedad ha de cambiar. Porque tenemos que organizarnos de otra manera, dejar de ver la cubierta de nuestra nave como la pradera inacabable que hace tiempo que dejó de ser. Habrá quien te diga que estamos abocados al apocalipsis y la destrucción total. No les hagas caso. Es el típico caso de profecía autocumplida: si creemos que todo se irá al garete entonces todo se irá al garete. Pero si comprendemos lo que pasa, si entendemos que el problema no es el partido A o B, ni el dirigente Fulanito o Menganito, sino la concepción misma del sistema económico, estamos a tiempo de revertir la situación. Esencialmente nuestro problema es de crédito, de creer en una determinada cosa. Muy bien, creamos otra, otra muy diferente.


Tenemos medios técnicos para proporcionar energía sin basarnos en combustibles fósiles y el uranio. No podremos producir tanta energía de manera sostenible (las grandes instalaciones industriales de hoy en día sólo pueden mantenerse gracias a los combustibles fósiles), seguramente a largo plazo no podremos producir ni el 10% de todo lo que consumimos hoy en día, pero probablemente eso es más que suficiente. Pero tenemos que prepararnos ordenadamente para ello, hemos de organizarnos. 

Y antes de pensar en energía, pensemos en aquello que realmente necesitas tú y tu familia, querido lector. De momento agua, comida y dónde cobijarte. Tener un trabajo, un trabajo digno con el cual mantenerte y contribuir al mantenimiento propio y de tu comunidad. Y hablando de la comunidad y de tu propio interés en realidad, tenemos que mantener limpias nuestras calles y nuestra agua para evitar que proliferen las infecciones. Tenemos que ser capaces de producir medicamentos simples, como los antibióticos, para poder tratar las enfermedades más comunes; algunos los podremos derivar directamente de las plantas, como hacíamos antaño. Tenemos que preservar la energía en primer lugar para mecanizar el campo y aumentar su productividad, pero hemos de cultivar de manera sostenible, sin esquilmar los terrenos. Tenemos que organizar la producción de los bienes necesarios pero no malgastando nada, ni materiales ni energía. Hemos de mantener las casas calientes en invierno y frescas en verano pero sin atosigarlas con humos tóxicos. Hemos de enviar a nuestros hijos a las escuelas para que aprendan a vivir en un mundo diferente del actual, y a nuestros enfermos a hospitales lo más dignos y adecuados que podamos.


Tenemos mucho trabajo que hacer. Necesitamos muchas manos. Deja de lamentarte por lo que has perdido y trabaja por lo que necesitamos ganar entre todos.


Quizá te preguntes qué fue de mi en concreto. Si tuvimos suerte, quizá conseguimos, yo junto con otros locos que intentamos concienciar a la sociedad, que mucha gente, la suficiente, leyera y entendiera este mensaje, y actuara en consecuencia. Sé que es poco probable, pero como es lógico tenía que intentarlo: por eso envié este mensaje dentro de esa botella. Quizá no pudimos evitar que la degradación económica y societaria continuara, pero a pesar de ello yo tuve suerte, en este caso en singular, y pude adaptarme en mi entorno y sobrevivir. Quizá no y hace tiempo que estoy muerto; espero que no, la verdad, porque quiero conocer a mis nietos. En todo caso, poco importa lo que me pasó o pasará a mi. Ahora se trata de saber qué te pasará a ti, querido lector, y a tu familia. Sé valiente y escribe tu propia historia.


S.s.s.,
Antonio

sábado, 20 de agosto de 2011

No hay milagros: la estafa del E-CAT


Queridos lectores,


Hace unas semanas algunos lectores me pidieron que comentara acerca de un invento ideado por dos italianos, Andrea Rossi y Sergio Focardi (presentados como profesores de la Universidad de Bolonia), el artefacto conocido como E-Cat (Energy Catalizer). Este dispositivo se supone capaz de producir energía a partir de níquel, agua y un catalizador no revelado, teniendo un insumo de energía eléctrica con una potencia de 400 vatios cuando llega a su estado estacionario de operación y produciendo un exceso de calor con una potencia estimada de salida de 12.400 vatios. Eso implicaría un retorno en la operación de 31 veces la energía entrada (cuidado, esto no es la Tasa de Retorno Energético (TRE) porque no se tiene en cuenta el coste energético de fabricar la máquina, de producir el níquel y el catalizador, etc), el cual no está nada mal. De ser cierto supondría una revolución energética, acabaríamos con los problemas asociados al Peak Oil e incluso proporcionaría un magnífico estímulo económico. Sólo hay una pega: es una estafa, una elaborada estafa pergeñada por un estafador al cual ni tan siquiera se puede calificar de brillante.


Durante las últimas semanas he leído algunos documentos para elaborar este post y la verdad es que no he podido evitar tener una sensación de fastidio, de hastío, de pérdida de tiempo. Cuando se trata de anuncios exagerados o estafas simples, una simple ristra de argumentos (como los que desmontan la viabilidad comercial de los prototipos con los que el comentarista crosscountry sazona los posts con tanto afán) basta para acabar la discusión, pero aquí no se pueden usar argumentos simples. Y no porque los argumentos de los impulsores del E-Cat hayan sido muy ingeniosos, sino porque el timo está montado basándose en la ingenuidad y en la ansiedad de los desesperados que están dispuestos a creer en cualquier cosa que les libere de trago de aceptar que no se puede resolver la dependencia del petróleo y que tenemos que aceptar una vida más austera - aún cuando probablemente fuera una vida más feliz. Los proponentes del E-Cat ponen a todo el que se acerca al invento delante de una perversa disyuntiva: dados los hechos experimentales (escasamente documentados, en realidad), hay dos posibles explicaciones a los resultados del experimento. La primera es que se está midiendo mal el flujo de calor que sale de la máquina (en realidad, como luego argumentaré, no se está midiendo en absoluto); la segunda, que toda la física atómica y molecular que se ha desarrollado durante el último siglo está mal, y así se producen procesos que no deberían tener lugar y no se producen otros efectos secundarios indeseables y consecuencia lógica de los anteriores. Dado que unos efectos tan dramáticos como los de la segunda posibilidad deberían haber sido observados hace mucho, una persona con cierta formación en Física considerará que la primera explicación es la más plausible (y máxime después de enterarse del historial delictivo de Rossi, ver más abajo); pero los fanáticos de la energía del punto cero y demás memeces en seguida contraatacarán diciendo que el gran problema de la "ciencia oficial" es su inmovilismo y la incapacidad de aceptar ideas nuevas. Cuando un científico les contesta que no hay ningún problema en revisar los paradigmas, en revisar las cosas, actualizar y a veces hasta cambiarlas enteramente, que justamente eso es bueno porque así es como más progresa la Ciencia pero que todo ello requiere tiempo, una experimentación cuidadosa y exhaustiva, controlando y midiendo todas las variables, aislando todos los procesos y describiéndolos y entendiéndolos bien, para estar seguros de cómo son las cosas en realidad... entonces le contestan que lo que busca es poner trabas y pegas estúpidas para bloquear el paso a la gran invención del siglo XXI y que en su cerrazón mental no es capaz de aceptar que hay fenómenos que escapan a su comprensión. El científico les puede decir entonces que no se habla tanto de comprensión en este punto como de descripción, de describir de manera precisa bajo qué condiciones pasa qué (aunque sean los ingredientes para producir un sortilegio) y estar seguros de que el fenómeno es repetible y controlable; pero aquí los fanáticos de la energía libre generalmente desconectan. La zanahoria de un futuro que colme nuestras más estúpidas esperanzas ecocidas suspende la capacidad de razonar, y nos hace propensos a caer en la trampa que nos tienden. En fin, analicemos los aspectos más evidentes del timo, en espera que con el tiempo salgan a la luz todos los trucos ocultos.

Para empezar, les recomiendo que se lean el resumen periodístico y el análisis un poco más técnico (en apariencia, porque la ciencia pretendida es totalmente superficial) que ha sintetizado en castellano Qmunty en su blog. Vayamos ahora con mi análisis:


La no medición del exceso de calor producido:
El punto fundamental de la argumentación de Rossi y Foccardi es que se produce una cierta cantidad de vapor de agua seco (es decir, que sólo sale genuinamente vapor de agua, y no se dispersa agua en estado líquido); a partir del agua que se constata que desaparece del recipiente y asumiendo que toda ella se ha convertido en vapor de agua a 101ºC es como se calcula la potencia de salida del E-Cat. El problema, al final, es que ésta es una estimación indirecta, en la cual se está asumiendo que el único proceso que tiene lugar es simplemente la elevación de temperatura y vaporización de esa masa de agua... lo cual puede ser cierto o no, porque es difícil controlar todas las variables. Lo natural sería medir toda la salida desde el tubo, intentar contener el sistema en un circuito cerrado en que las entradas y salidas fueran controlables, pero nada de eso se hace. Como no hay datos todo lo que se puede hacer es especular, y supongo que Rossi (quien parece ser el que lleva el peso de la promoción de E-Cat) cuenta con eso para alargar el suspense. Sin embargo, se puede especular y tratar de estimar, con cierta incertidumbre, cuál es la salida energética del E-Cat simplemente fijándose en los vídeos que Rossi difunde, y exactamente eso es lo que ha hecho
Peter Ekström, de la Universidad de Lund. Sus análisis, resumidos en este breve texto, muestran que en realidad no se produce ningún exceso de calor, que toda la energía que está entrando en el sistema explica perfectamente lo que se observa, ese pequeño filamento de vapor que sale por el "tubo de escape" del E-Cat (y con el añadido de que Rossi regularmente lo manipula para vaciarlo de agua, lo que hace pensar que una parte del agua que se "evapora" es en realidad purgada en forma líquida). Una cosa importante que se tiene que aclarar a los profanos es que hay una diferencia enorme entre conocer algo con cierta incertidumbre, aunque sea grande, y no conocerlo en absoluto (ya explicamos aquí esta diferencia); y el análisis de Peter Ekström, a pesar de sus grandes incertidumbres nos muestra que el exceso de potencia generada no puede ser ni de lejos los 12.000 vatios anunciados, y que bien podría ser 0. Como explica Ugo Bardi en un post sobre la cuestión del E-Cat, delante de estas críticas razonables Rossi responde diciendo de Ekström es un payaso, y que ya verán en Octubre cuando comience a funcionar su planta piloto en Grecia como él tiene razón; nada de intentar medir de una manera seria qué potencia se genera. Y, como han hecho notar otros investigadores, si se estuvieran disipando 12.400 vatios a la atmósfera de una habitación en la que la máquina opera durante horas (para "demostrar" su funcionamiento) se tendría que producir un aumento sensible de la temperatura de dicha habitación, perceptible directamente por los seres humanos en ella.

El proceso que tiene lugar según sus inventores contradice toda la Física Nuclear y Molecular que conocemos:
Ya he dicho que eso en sí mismo no es grave si se demuestra que es cierto, pero es que primero hay que aportar indicios documentados y suficientes de que tales procesos tienen lugar. No quiero entrar en detalles escabrosos, pero déjenme que les dé unas pinceladas de Física Atómica y Molecular para entender la magnitud del dislate. Porque si el E-Cat funcionara como se anuncia implicaría la existencia de una máquina no sólo capaz de generar energía con una buena TRE; que va, eso es demasiado modesto: si los procesos fueran realmente de fusión nuclear tendríamos una máquina capaz de transmutar elementos (¡por fin la Piedra Filosofal!) e incluso, mal utilizada, podría destruir el planeta entero. Lo que sigue es una explicación muy técnica y detallada que seguramente no será del interés de la mayoría de los lectores; los que no se sientan inclinados por estos aspectos científicos pueden saltarse la sección y pasar a la siguiente.

Doy por supuesto que saben que la materia ordinaria está formada por átomos, y que los átomos constan de protones y neutrones en el núcleo y electrones orbitando alrededor del núcleo. Los protones tienen carga eléctrica positiva, los electrones una carga eléctrica idéntica pero de signo negativo y los neutrones son neutros y por tanto no interactúan eléctricamente. En un átomo no ionizado la carga eléctrica del núcleo se compensa con la carga eléctrica de la corteza exterior, es decir, que hay tantos electrones en la corteza como protones en el núcleo (los neutrones, al no tener carga, no entran en esta cuenta); el átomo es así neutro. Cargas de distinto signo se atraen, así que los electrones tenderían a caer hacia el núcleo (los protones son unas 2.000 veces más masivos que los electrones así que el efecto de la fuerza electrostática es menor sobre ellos); sin embargo no lo hacen porque orbitan, de manera análoga a cómo lo hace la luna en torno a la Tierra, o ésta alrededor del Sol, en una trayectoria de eterna caída que se cierra sobre sí misma y que por tanto hace que el choque nunca se produzca. Bueno, ésta visión es la visión clásica hasta que con el descubrimiento de las leyes del magnetismo se comprendió que una partícula cargada acelerada debería emitir radiación y por tanto los electrones deberían de ir perdiendo energía hasta caer sobre el núcleo. En realidad, con la introducción de la Mecánica Cuántica se comprendió que el mundo subatómico es mucho más complejo y que las partículas no están en un estado físico concreto sino que se mueven en una especie de sopa de realidad, en una nube de probabilidad que hace que no estén en un lugar concreto sino en una mezcla de todos los posibles, en algunos -los más probables- con más probabilidad que otros. Sí, ya lo sé, suena confuso pero ésta es la interpretación de Copenhague, la estándar de la Mecánica Cuántica. Por tanto, los electrones no pueden situarse en cualquier sitio sino en unos determinados lugares, los llamados orbitales atómicos, que son como las autopistas que rodean a los núcleos y es donde con mayor probabilidad se puede encontrar un electrón; estos orbitales no son arbitrarios sino que resultan de resolver la ecuación fundamental de la Mecánica Cuántica, la ecuación de Schrödinger, para el caso del átomo. Por supuesto que si un átomo se ve sometido a un campo de fuerzas externo esos orbitales se pueden deformar y eventualmente se podrán arrancar los electrones de ellos. El número de protones en el núcleo es lo que determina la forma y propiedades de los orbitales que le rodean y es por tanto lo que define sus propiedades químicas, como ahora veremos. Por tanto, para saber de qué elemento químico se trata sólo tenemos que contar los protones de su núcleo: 1 para el hidrógeno, 2 para el helio, 6 para el carbono, 8 para el oxígeno, 20 para el calcio, 26 para el hierro, 28 para el níquel, 29 para el cobre, ... El número de neutrones puede variar, y así puede haber átomos de hierro con diferente número de neutrones, pero químicamente todos ellos se comportarán como hierro. Son los llamados isótopos, que se distinguen por su masa atómica, que viene a ser la cuenta total de protones y neutrones; por ejemplo, el níquel-58 es el átomo de níquel (28 protones) que tiene 30 neutrones (y así su masa atómica es 58= 28 protones + 30 neutrones).


Las reacciones químicas, que son las que experimentamos en el día a día, son recombinaciones de los orbitales de átomos que tienen cierta afinidad, y que cuando están unos próximos de otros modifican su estructura electrónica, es decir, la estructura de sus orbitales y forman nuevos orbitales, llamados ahora moleculares, en los que los electrones circulan y pasan ahora de un átomo a otro, dando vueltas al conjunto, que ahora se llama molécula. En las reacciones químicas espontáneas la formación de moléculas comporta generalmente desprendimiento de energía; eso quiere decir que las nuevas autopistas de los electrones, los nuevos orbitales ahora convertidos en moleculares, requieren menos energía para existir que los orbitales atómicos de cada átomo por separado. En el proceso de formación de la molécula esa energía extra se emite en forma de fotones (partículas sin masa, los cuantos o partículas fundamentales del campo electromagénetico) que son generalmente absorbidos rápidamente por otros átomos y moléculas y transformados en calor (el calor no es más que el movimiento desordenados de átomos y moléculas en una sustancia; cuanto más "vibran" sus átomos más caliente está un cuerpo). Las moléculas serán tanto más fuertes cuanto más energía se desprenda en su formación, ya que eso implica que para poder reconstituir los orbitales atómicos previos se necesita aportar esa energía.

Hemos hablado de las fuerzas que operan a nivel de la corteza electrónica, la parte más exterior de los átomos, pero aún no hemos dicho de las fuerzas que actúan en sus núcleos. En el núcleo actúan una fuerza centenares de veces más fuerte que las que la electromagnética y centenares de sextillones de veces más fuerte que la gravitatoria: la fuerza nuclear fuerte. Ha de ser más potente que la fuerza electromagnética y atractiva para mantener ligados a los protones en el núcleo, ya que al ser éstos cargas del mismo signo se repelen electrostáticamente. Es una fuerza que no se nos manifiesta a nuestra escala porque, a diferencia de la gravedad o el electromagnetismos, es de muy corto alcance: una mil billonésima de metro (1 femtometro), que es poco más que el radio del protón y que el radio del neutrón. De ese modo, la fuerza nuclear fuerte sólo actúa cuando dos protones están muy pero que muy cerca, lo cual es difícil de conseguir ya que los protones, al repelerse electrostáticamente y con una fuerza que se hace más intensa cuanto más cerca están, tienden a separarse. Para unir dos protones se necesitaría enviar uno contra otro con los centros perfectamente alineados sobre la trayectoria y a una grandísima velocidad, que debería ser la justa para que se puedan llegar a prácticamente tocar pero no mucho más que eso, ya que si no chocarían y debido al exceso de energía cinética saldrían despedidos. Dada la naturaleza cuántica (sobre todo, sus características ondulatorias) de los protones la unión de dos de estar partículas es imposible. Afortunadamente, los neutrones, al ser partículas sin carga, también experimentan la fuerza nuclear fuerte y sí que pueden aproximarse a baja velocidad a los protones y engancharse a ellos vía la interacción nuclear fuerte; en el proceso, protón y neutrón se fusionan y una parte de sus masas se convierte en un fotón de alta energía. Por tanto, la unión de protón y neutrón es estable, de manera análoga a lo que sucedía en los orbitales moleculares, sólo que aquí las distancias de interacción son típicamente un millón de veces más cortas y por tanto las fuerzas nucleares implicadas son un billón de veces más intensas que las fuerzas de las uniones moleculares. No es de extrañar, por tanto, que los fotones emitidos sean mucho más energéticos que los de las reacciones moleculares, del orden de millones de veces. Son los peligrosos rayos gamma.

La estabilidad de los núcleos atómicos depende del difícil equilibrio entre la fuerza nuclear fuerte, que es atractiva, y la fuerza electromagnética, que entre protones es repulsiva. Imagínese el lector un núcleo típico, con muchos protones y neutrones, de la siguiente manera: los protones se repelen electrostáticamente, pero están ligados con unas cadenas muy cortas pero muy fuertes, que es la fuerza nuclear fuerte. Para que el núcleo sea más estable conviene que haya bastantes neutrones, que separan los protones y hacen que su repulsión electrostática no sea tan fuerte, y establecen vínculos mediante la fuerza nuclear fuerte con otros neutrones y los protones circundantes. A medida que se toman núcleos cada vez mayores, con mayor número de protones (elementos químicos más pesados) el núcleo se hace más inestable y llegado a un punto tiende a estabilizarse espontáneamente, típicamente emitiendo partículas y fotones muy energéticos: se dice entonces que el núcleo es radioactivo. Las emisiones radiactivas (partículas alfa - que son núcleos de helio, con dos protones y dos neutrones, partículas beta -que son electrones esencialmente-, neutrones y rayos gamma) pueden desestabilizar otros núcleos y producir reacciones de fisión de núcleos atómicos en cadena... pero eso es ya otra historia.

Bien. Hasta aquí la teoría. Los señores Rossi y Foccardi dicen que en su dispositivo se están produciendo reacciones nucleares de fusión nuclear. Es decir, núcleos de átomos más pequeños están siendo absorbidos por átomos más grandes, formando así núcleos de mayor número atómico. Aquí empieza el primer problema: según ellos, la máquina produce hidrógeno por electrólisis y luego ese hidrógeno (cuyo núcleo tiene un sólo protón - los otros isótopos se presentan en cantidades despreciables), gracias al diseño de la máquina, es absorbido por los núcleos de níquel (símbolo Ni, número atómico 28) para formar cobre (símbolo Cu, número atómico 29). Se supone que el níquel que están usando es níquel natural, el cual de acuerdo con la wikipedia es en un 68% Ni-58, en un 26% Ni-60 y el resto en otros isótopos; por lo tanto, bajo la absorción del protón del hidrógeno deberíamos observar un 68% de Cu-59, un 26% de Cu-61 y el resto de otros isótopos; pero, como explica Ugo Bardi, la composición isotópica del cobre encontrado en la máquina es la misma que la del cobre natural, que según la wikipedia es un 69% Cu-63 y un 31% de Cu-65, sin otros isótopos en cantidades significativas. El cobre está muy cerca del denominado valle de estabilidad nuclear, que es donde se sitúan los elementos más estables, pero las reglas de estabilidad nuclear son un poco complejas en general, y particularmente en ese zona. El hecho es que en el caso del cobre, para compensar ese protón extra respecto al níquel hace falta incluir un mínimo de cuatro neutrones extra; de hecho, los isótopos Cu-59 y Cu-61 son tan inestables que nunca se han observado. ¿Cómo resolver esta contradicción tan flagrante? Pues si han leído la parte de la entrevista de Ny Teknik a Kullander y Essén del post de Qmunty habrán visto que Rossi propone que tienen lugar no una reacción de fusión nuclear, sino ocho o nueve, con sucesivas desintegraciones beta, algunas de ellas en partículas beta cargadas positivamente (positrones, las antipartículas de los electrones). Y aquí vamos al meollo del asunto.

Por diseño el E-Cat es seguro que realiza electrólisis del agua, es decir, separa hidrógeno del oxígeno en la molécula de agua. Esto no tiene nada de extraordinario, es un proceso conocido desde hace más de un siglo: se hace pasar electricidad por agua y se encuentra hidrógeno en el cátodo y oxígeno en el ánodo, por supuesto con gasto de energía. Digo que es seguro que realiza electrólisis del agua porque podemos ver el diseño de su dispositivo en la patente del E-Cat:


Por cierto que, como comenta Steven Krivit en New Energy Times (de donde he sacado esta ilustración) este diagrama es muy similar a la de otra patente (de 1995) de Francesco Piantelli, quien ya había propuesto un dispositivo de fusión nuclear de baja temperatura y quien, casualmente resulta ser un amigo de Sergio Focardi. De hecho, el diseño de la patente de Rossi es una mala copia del original:



En fin, se supone que el diseño del aparato y el uso de un misterioso y aún no desvelado catalizador (que estoy por apostar que es un compuesto de cobre :P ) favorecen la absorción masiva y continuada de los núcleos de hidrógeno por parte del polvo de níquel. Recuerden que les dije que un protón tiene muy complicado acercarse a un núcleo atómico por culpa de la repulsión electrostática. En un momento determinado Rossi invocó la posibilidad de un efecto túnel para explicar por qué el protón era capaz de superar la barrera columbiana (repulsión electrostática); sin embargo, está el pequeño detalle de la pequeña sección eficaz de los núcleos de níquel delante de un movimiento lento y desordenado como el que por lógica tendrían los núcleos de hidrógeno. Es decir, que los núcleos de níquel representan un blanco pequeño y lejano; incluso contando con el efecto túnel (que siempre sería una pequeñísima probabilidad dando lugar a una escasísima proporción de núcleos transmutados) lo difícil es acertarle a los pequeños núcleos de níquel en medio del vacío del espacio interatómico, y es que el átomo más pequeño tiene un radio (distancia del centro del núcleo a la corteza electrónica) que es cientos de miles de veces más grande que el radio de su núcleo. Sin necesidad de tirar de calculadora (escasa probabilidad de efecto túnel multiplicada por absolutamente insignificante sección eficaz) resulta evidente que la probabilidad de impacto y transmutación es aterradoramente baja. Para compensar Rossi explica, por boca de Kullander y Essén, que se forma una especie de miniátomo de hidrógeno, con el electrón prácticamente embebido dentro del protón, que podría así no ser repelido por el núcleo y llegar a impactarlo, y una vez en éste el "neutrón virtual" se desenmascaría y el electrón se iría a vivir su vida, quedando el protón embebido en el núcleo (esta hipótesis tan descabellada es heredera de una vieja conocida, la falsa teoría del hidrino). Por otro lado, los protones absorbidos experimentarían decaimiento beta positrónico para volverse neutrones, y así hasta formar los isótopos de cobre que interesan y en la proporción justa.

Hay enormes problemas con esta descripción tan rocambolesca de los hechos. Cada absorción de un nucleón debería de producir emisión de radiación gamma, y de tanto más que se producen varias absorciones en cascada hasta llegar al producto final, el Cu-61 y el Cu-65. Sin embargo, no hay emisión de rayos gamma en E-Cat (a falta de un dispositivo que lo mida, tenemos una buena indicación: Sergio Rossi aún está vivo, así como todos los que han presenciado las demostraciones del aparato). Además, debería haber significativas emisiones de partículas beta positivas y negativas, las cuales además deberían causar efectos importantes en los dispositivos electrónicos del E-Cat y en cualquier otro aparato circundante. Incluso aunque se pretenda hacer creer que la mayoría de esas radiaciones son absorbidas por el aparato y usadas para producir calor de salida, nunca se podría evitar, por pura aplicación de las leyes de la Mecánica Estadística y de la Mecánica Cuántica, que una parte importante de esas radiaciones escapase del aparato (que carece de cualquier tipo de blindaje) y produjese notables y letales efectos. Por otro lado, la energía de esas radiaciones y el ritmo al que se estarían produciendo implica una potencia de decenas a miles de veces mayor que los 12.400 vatios de potencia de salida reportados (como intuye Qmunty en su artículo). Es imposible que esa radiación gamma y beta sea absorbida por el E-Cat, pero si lo fuera la potencia de salida del aparato sería monstruosa, vaporizaría todo el contenido de agua del dispositivo en segundos, y a continuación mataría a los asistentes a la demostración. Como nada de eso ha pasado, la conclusión obvia es que las conjeturadas reacciones nucleares no están teniendo lugar.

Hace mucho tiempo que se experimenta con reacciones nucleares de fusión de baja temperatura, es decir, en las que los materiales a fusionar están a temperatura ambiente y no a los millones de grados de temperatura que se requieren para instalaciones como ITER, y sin embargo aún no se ha conseguido nada. ¿Por qué? Bueno, podemos decir que gracias a Dios. Porque nuestra materia ordinaria es tremendamente estable. No resulta fácil manipular los núcleos atómicos por medios macroscópicos, dada la pequeñez de los núcleos atómicos, las extraordinarias fuerzas que sobre ellos operan y el gran confinamiento de los electrones a los orbitales atómicos y nucleares. Si fuera fácil manipular los núcleos seguramente habría reacciones nucleares espontáneamente en la naturaleza, simplemente por casualidad. Además, no hay nada privativo en el núcleo del níquel de acuerdo con la explicación de Rossi, con lo que cabría esperar que fenómenos semejantes se dieran con otros átomos, y eso por no hablar de lo que pasaría con átomos ya de por sí inestables como los radioisótopos o isótopos radiactivos de algunos elementos. Las reacciones nucleares de fisión en cadena sería habituales en la naturaleza, así como la captura de los electrones por parte de los protones, convirtiéndose así en neutrones con emisión de letales rayos gamma. Al final, nuestro planeta y toda la materia tendería a formar amalgamas de neutrones, que se desintegrarían en protones y electrones prácticamente libres que serían rápidamente capturados para volver a formar neutrones. Ésta es una visión extrema, llevando las teorías de interacción nuclear de Rossi hasta sus últimas consecuencias; seguramente él alegaría que los procesos no son tan radicales y que por eso nada semejante a esto pasa en nuestro mundo. Yo no soy un experto en dinámica atómica y molecular, pero estoy convencido de que introduciendo sus teorías en los modelos se llegaría a un estado de cierto caos incompatible con lo que realmente vemos. De hecho, en su manifestación más benigna las teorías de Rossi representan de manera efectiva una quinta interacción fundamental a añadir a las cuatro conocidas y extensivamente experimentadas,  y encima fuerte y de largo alcance. 

En resumen, toda la teoría que se está usando para justificar los resultados es una pura extravagancia que no concuerda ni aproximadamente con lo que se ve. Esto debería ser evidente para un físico experimentado en este campo, con lo que mi única conclusión posible es que estamos delante de un intento deliberado de engañar. Lo cual nos lleva a analizar los otros aspectos de este caso.

Defectuosa comunicación científica: Siendo probablemente consciente de lo endeble de sus argumentos (poniéndonos en lo mejor) o de que su estafa podría quedar al descubierto (poniéndonos en lo peor), Rossi no ha intentado publicar sus resultados en una revista científica. Para los profanos les diré que para publicar un artículo en una revista especializada dos revisores anónimos, colegas de profesión, han de leer y criticar el artículo, resaltando sus puntos débiles. De esta manera el artículo se mejora y se corrigen los aspectos más endebles; en ocasiones, si el trabajo está mal hecho el artículo es rechazado, aunque eso no evita que se pueda enviar a publicar en esa misma revista tras una revisión en profundidad, o a otra. De la cuarentena de artículos que yo he publicado en mi carrera científica, como un tercio fueron enviados a otra revista anteriormente, donde fueron rechazados mayoritariamente porque mi artículo no se adecuaba al estilo o a la temática de la revista, y muy pocas veces por críticas serias a su contenido (de hecho, eso estrictamente no me ha pasado nunca). Rossi y Focardi afirman que su artículo ha sido rechazado de varias revistas porque el tipo de ciencia que proponen es demasiado rupturista y los gurús del convencionalismo no lo quieren aceptar (o al menos eso dan a entender). Pero por lo que explica Steven Krivit, Rossi le reconoció que no han enviado a publicar el artículo que describe el proceso de E-Cat a ninguna revista, solamente a una base de preprints (artículos aún no publicados) electrónicos muy popular en la comunidad física, ArXiv, y según ellos el artículo fue rechazado. Esto me sorprende: o ArXiv ha cambiado mucho o no se rechaza ningún artículo: es una base de datos enorme y nada se revisa; de hecho, subir un artículo a esta base no se considera una publicación científica, no tiene valor per se. Se tiene que reconocer el comportamiento de Rossi y Focardi es un tanto anómalo si es que de verdad hubiera una voluntad de comunicar la ciencia que hay detrás del E-Cat. Oh, claro, en realidad no la quieren comunicar porque no pueden por culpa de la patente, ¿verdad? Pues no, por dos motivos: uno, porque una patente es una publicación, como ahora explicaremos; y dos, porque Rossi ha creado un blog al cual le ha dado el pomposo nombre de Journal of Nuclear Physics, donde publica lo que le da la gana pero lo presenta como si se tratara de una verdadera revista científica (por cierto que si echan un vistazo a los "artículos" de esa páginas web verán muchísimos disparates; algunos autores incluso proponen teorías que entran en contradicción con los principios del E-Cat. En fin...). Por supuesto que en esa pseudo-revista no hay el más mínimo proceso de revisión seria de los artículos en ella publicados, lo cual le resta la poca credibilidad que tenía.

Invocación en vano de la patente: Como en tantos otros timos, es un lugar común que la existencia de una patente imposibilita la divulgación de un gran descubrimiento o incluso su explotación comercial. Nada más lejos de la realidad. Una patente es, para comenzar, una publicación. El que solicita una patente pretende hacer públicos los detalles de un método de interés industrial o un sistema para la producción de ciertos servicios o bienes; no por motivos altruistas, claro está, sino para poder defender delante de los tribunales que el inventor (que no tiene por qué ser la misma persona que el titular de la patente) descubrió tal método y que, por tanto, para poderlo usar le han de pagar unos derechos, una licencia de uso. Para que otras personas del mundo puedan saber qué se ha patentado y qué no, entre otras cosas para poder hacer sus propias patentes, las patentes son perfectamente públicas (hay bases de datos de patentes registradas en internet, que aunque sean públicas no quiere decir que sean gratuitas). Por tanto, repetimos una vez más, con una patente ni se puede echar el cerrojazo a un invento ni permanecen ocultos sus datos ni nada, ni siquiera mientras la patente está en trámites de evaluación: los procesos de evaluación se pueden demorar durante años, pero eso no impide empezar a licenciar y explotar la patente; mientras la patente está en evaluación quien quiera explotarla tendrá que pagar a su titular lo que convengan, y si finalmente una o más de las reivindicaciones de la patente (aquellas cosas que el inventor reclama que él ha inventado) no son reconocidas, cualquiera podrá replicar esas partes sin pagar nada de nada. Por tanto, como digo, no tiene ningún sentido el secretismo de Rossi y Focardi con respecto a su invento; ítem más, si el famoso catalizador secreto no forma parte de la patente entonces no está protegido comercialmente, con lo que en el momento que alguien se haga con una muestra y la analice se podrían encontrar con que ese alguien hará un diseño diferente del E-Cat usando ese mismo catalizador que no forma parte del procedimiento patentado y por tanto no les tenga que pagar ni un duro. Por tanto, el secretismo sobre el catalizador va en el perjuicio de Rossi y Focardi, en contra de lo que le pueda parecer al incauto.

Dos detalles más para terminar. El primero, como ya hemos comentado en otra ocasión, es que las patentes sólo duran 20 años, con lo que la pretensión que habrá dentro de unos meses, cuando esta estafa sea evidente, de que "el E-Cat ha sido silenciado por las grandes corporaciones petroleras comprando la patente" es ridícula porque como mucho durante esos 20 años el que controle la patente podría prohibir su uso comercial, pero no que alguien se lo fabrique por su cuenta; y acabados esos 20 años se acabó, cualquiera puede explotarlo sin tener que pagarle derechos a nadie (y recordemos que es una publicación). Segundo, la patente de Rossi fue depositada en Mayo del 2008, y extendida internacionalmente en 2009. No es algo que se acabe de patentar. Lo que le debe pasar a este señor es que le toca ahora pagar los derechos de mantenimiento, que deben ser bastante onerosos porque lo ha patentado para el mundo entero, y por eso necesita dinero rápido para mantener la apariencia de operación industrial.

El extraño plan de explotación comercial:
Primero se postuló que una empresa griega, Defkalion, construiría la primera planta en Grecia para Octubre. Curioso país para comenzar su despliegue mundial. En Agosto hubo una crisis y se anunció que Rossi cortaba relaciones con Defkalion por desavenencias financieras en la construcción del E-Cat; durante esos días entré por casualidad a la web de Defkalion (mientras documentaba este post) y lo primero que te encontrabas era un mensaje diciendo que algunas personas habían actuado en nombre de Defkalion sin estar legitimadas para ello y se pedía al visitante que se asegurase de entrar en contacto con la sede central de la compañía. Pocos días después Rossi anuncia que los planes con Defkalion han sido restablecidos y que la planta griega sigue adelante. Lo que ha pasado aquí se sabrá en un tiempo pero, como todo lo demás, huele a cuerno quemado. Rossi también anuncia que hará nada menos que 100 plantas en los EE.UU. Se tiene que decir que si los procesos nucleares fueran algo parecido a lo que cuenta Rossi al cambiar la escala  a la que tienen lugar los procesos
(hablamos de plantas capaces de generar 1 Mw, según Rossi) se podrían producir otros efectos no muy perceptibles en el pequeño prototipo de 12.400 w, y el riesgo de reacciones nucleares con emisiones importantes de rayos gamma sería muy grande. Parece una imprudencia temeraria lanzarse a la explotación comercial de una tecnología no demostrada, y dudo mucho que los EE.UU. permitiesen la instalación en su territorio de 100 potenciales bombas termonucleares... de no ser que el Gobierno americano considere que no hay el más mínimo peligro en ese sentido.


Historial delictivo de Rossi:
He dejado para el final esta parte para evitar dar la impresión de que se ataca al hombre para desacreditar el trabajo, pero dado que esta persona en cuestión es conocida por haber estado en numerosas estafas creo que su historial es un hecho relevante en esta discusión.
Los detalles los pueden leer en el artículo de Steven Krivit; se resumen así:

  • Según Rossi, en 1979 obtuvo el título de licenciado en Ingeniería Química por la Universidad de Kensignton en California, una conocida fábrica de títulos sin ningún valor académico (pagas y te dan el título, vamos) cerrada por ese motivo unos años más tarde.
  • En 1990 fundó una empresa, Petroldragon, para convertir desperdicios en combustible. La cosa acabó mal, la empresa hizo bancarrota y él acabó en la cárcel por un delito medioambiental, ya que él se hacía cargo de residuos peligrosos que no eran tratados adecuadamente y acaban contaminando el acuífero y la atmósfera. Según Rossi, lo que pasó es que la mafia local indujo al Gobierno italiano a perseguirle (todo esto pasó en Milán, cuna de Silvio Berlusconi).
  • A principios de los 90 Rossi se comprometió con el ejército de los EE.UU. a suministrarles dispositivos termoeléctricos con una potencia de salida de entre 800 y 1.000 w. Los prototipos que envió para ser probados a la Universidad de New Hampshire tenían sólo la décima parte de la potencia prometida. Antes de que Rossi pudiera acabar su pedido su fábrica en los EE.UU. sufrió un extraño incendio. Rossi intentó entonces fabricar los dispositivos en Italia, pero los aparatos italianos sólo tenían una potencia de 1w...
  • En 1995 fue encarcelado por tráfico ilegal de oro.
En fin, creo que ya se habrán hecho una idea del personaje.

Eso es todo de momento sobre el E-Cat. Sin lugar a dudas, en los próximos meses esta burbuja se irá desinflando progresivamente y quizá Rossi vuelva otra vez a prisión, si las personas estafadas consiguen procesarle. Probablemente entonces pase a estar en una hornacina del templo mayor del Culto a la Energía Libre al lado de Nikola Tesla (quien se debe retorcer en su tumba de tanto que se invoca su nombre de genio en vano) y otros bastante menos dignos, embaucadores de medio pelo que se vendieron como salvadores de la Humanidad cuando sólo aspiraban a salvar sus bolsillos. Ésta es la miseria de la condición humana.

En fin, queridos lectores, creo que Vds. pueden ya hacerse una idea de qué tenemos entre manos. Aparte de lo lamentable de que alguien, en el nombre de la ciencia, trame una estafa tan burda, lo absurdo es el tiempo que nos hace perder a los demás en vez de centrarnos en lo importante, que es preparar la transición indispensable.


Salu2,

AMT

martes, 9 de agosto de 2011

La nueva recesión

Imagen de Seeking Alpha, http://seekingalpha.com
Queridos lectores,

Según parece, ya está aquí el movimiento que anticipamos prácticamente desde que comenzó este blog. Recordemos los argumentos: los altos precios del petróleo acaban por destruir la demanda, como se observa en los informes de coyuntura de la Agencia Internacional de la Energía (Oil Market Reports) y al caer la demanda el precio del petróleo baja, pero a qué coste: cierre de empresas, recesión, paro... El precio del barril de petróleo llegó a su máximo efectivo - descontando los 126$ puntuales de hace unos meses- durante este mes de Julio, y ese pico de precios ha sido de cerca de 120$ en el caso del barril de Brent (casualmente, el mismo precio que yo aventuraba como el máximo posible para esta ocasión en respuesta a una pregunta que me hicieron durante una charla en Palma de Mallorca en Noviembre pasado). No por casualidad, esta caída de precios coincide con un caída generalizada de las bolsas mundiales - en España la cotización del IBEX35 retrotrae a los valores de principios del crash del 2008. Algunos, como el laureado Paul Krugman comienzan a hablar de debilidad en los fundamentales del mercado (tomando prestadas unas palabras de un amigo, "los fundamentales de un valor se refieren al rendimiento futuro que se espera de él basándose en su capacidad 'real' de producir y generar un retorno mediante el empleo de sus activos y teniendo en cuenta las perspectivas económicas del mercado").  En suma, que los mercados no ven claro que las empresas sean capaces de generar unos buenas cuentas de resultados porque ya estamos entrando en recesión y de manera general las ventas bajarán, se cortarán dividendos y para obtener mayor rentabilidad a su dinero los grandes inversores buscarán otros valores más seguros a su entender: de momento el oro, y después posiblemente la deuda de los EE.UU., sin descartar un movimiento hacia activos tangibles del estilo del que preconizaba Jeremy Grantham hace unos meses (de hecho, yo hace tiempo que me temo que en la fase final del colapso económico, cuando el mantenimiento del mercado de valores no sea sostenible, se acabe procediendo a una liquidación disimulada de los activos financieros de los más poderosos). Nuestros más reputados analistas financieros andan estos días como locos intentando salvar los muebles, intentando convencernos de que ellos ya habían advertido de que la recuperación económica era débil y se podía invertir la tendencia, pero como todavía no entienden qué está pasando no saben si apostar ya decididamente por la carta de una nueva ola recesiva o bien confiar en que la cosa se pueda estabilizar. Hacia el mes de Septiembre seguramente las cosas estarán más claras y el terreno de disputa será entonces cuánto durará esta nueva recesión (recesión entendida con el criterio técnico de dos trimestres seguidos de descenso del PIB, porque lo que es evidente es que la crisis económica no ha parado ni un momento), y unos dirán que un año y otros que dos, y toda la discusión técnica publicitada en los medios de comunicación de masas quedará encallada ahí, haciendo previsiones de futuro que difieren en la magnitud del bache pero que coinciden en pintar un futuro brillante de recuperación un poco más allá, en el caso de España alentado por un más que previsible cambio de Gobierno con giro a la derecha. Una vez más la discusión será estéril, sin intentar comprender qué pasa en el fondo, sin ir más allá, sin ni mucho menos empezar a sacar a la luz verdades incómodas. Y curiosamente nuevamente Jeremy Grantham sale a la palestra y dice el nombre de la bestia, lo que nadie quiere oír; traza un futuro inmediato que tiene unos sustantivos duros y concretos: escasez, carestía.


Desde la página web del fondo de inversión que él mismo fundó y que co-gestiona, el Sr. Grantham publica su nueva Newsletter del segundo trimestre del año: "Resource Limitations 2: Separating the Dangerous from the Merely Serious" ("Limitaciones en los recursos 2: Separando lo peligroso de lo simplemente grave"). La introducción de esta carta trimestral a los inversores no puede dejar las cosas más claras: "Este trimestre, me gustaría centrarme en las partes más peligrosas de la próxima escasez de materiales. Intentaré separar aquellos que (para los que vivimos en países ricos) simplemente frenarán el crecimiento de nuestra riqueza a través de precios crecientes, de los que no sólo harán esto, sino que además supondrán una amenaza a la viabilidad a largo plazo de nuestra especie cuando alcancemos una población de 10.000 millones de personas. En todos los casos los países más pobres serán los que están más amenazados. Situaciones que nos irritarán a algunos de nosotros por los altos precios a otros les llevará a morirse de hambre. Situaciones que nos enfurecerán a algunos de nosotros serán para otros un auténtico desastre, y creo que todo esto, desgraciadamente, no sucederá en un difuso y distante futuro." Y quisiera destacar otra frase de la introducción, sorprendente para un gurú de Wall Street: "El capitalismo no maneja con facilidad ni correctamente estos problemas a largo plazo. A mi me da la impresión de que la efectividad del capitalismo se mueve en el espectro de los horizontes temporales: brillante en el corto plazo pero perdido, irrelevante e incluso peligroso en el muy largo plazo."




El resto del informe es, simplemente, impresionante. El Sr. Grantham pone el foco en el problema que, a su juicio, es el más grave: el de la alimentación humana. La erosión del suelo por exceso de explotación y la falta de fertilizantes, sobre todo fosfatos y potasa, puede llevar a graves hambrunas a nivel planetario. Para combatirlo, se declara un firme defensor de la agricultura sin laboreo (sin arar y roturar la tierra, vamos, lo que en español se llama siembra directa, y que es prima hermana de las ideas de
Masanobu Fukuoka y no tan lejana a los preceptos de la permacultura, todo lo cual se ha discutido en este blog - no por mí sino por los inteligentes comentaristas). He de insistir que el Sr. Grantham es un broker clásico de Wall Street, pero además una persona muy inteligente que anticipó varias burbujas financieras y es estratega en jefe de GMO, uno de los mayores fondos de inversión del  mundo (lean en la wikipedia su biografía).


Respecto a la energía, el Sr. Grantham considera que quizá se pueda resolver el problema del Peak Oil (que él cree que sobrevendrá dentro de esta década) y de los otros cenits de combustibles fósiles gracias al desarrollo de las energías renovables (cosa que, como ya hemos discutido parcialmente en este blog en la serie "Los límites de las renovables", no parece demasiado probable). Pero identifica un grave problema con los metales en el largo plazo, ya que su cantidad es finita y aunque los reciclemos a la larga se degradan y pierden (en línea con los trabajos sobre la exergía de los minerales desarrollado en la tesis de Alicia Valero). Pero, como digo, la mayoría del informe se centra en la agricultura, y animo a aquellos lectores que sepan leer inglés a que lo lean de cabo a rabo; son especialmente interesantes su fábula del Diablo y el Granjero, y su apéndice sobre la famosa apuesta Simon-Ehrlich.


En suma, queridos lectores, que no todos en el mundo económico y financiero creen que las cosas van a ir de perlas, e incluso algunas personalidades importantes opinan, cada vez más abiertamente, lo contrario y, lo que es más importante, que creen que las cosas seguirán mal sobre un plazo de tiempo bastante prolongado.


La realidad es que nuestras perspectivas a corto plazo no son muy halagüeñas. Aparte de la caída de las bolsas, multitud de indicadores (como el PMI) muestran que la recesión es inminente a escala global. El precio del petróleo caerá, pero tampoco puede caer demasiado porque Arabia Saudita y otros países necesitan unos precios relativamente elevados para sufragar sus programas de ayuda a sus sectores más desfavorecidos, esenciales para evitar revueltas y disminuir la de por sí grave amenaza Saudí. Con una recesión instalada el paro, sobre todo en España, subirá; subirá hasta cotas prácticamente desconocidas, y eso aumentará el malestar social y las revueltas, como las que suceden en el mundo occidental estos días en Londres y en el resto del mundo prácticamente a diario. Acabaremos el año de una manera bastante triste, con la sensación de que la crisis económica se agrava y se alarga y el año que viene, 2012, se puede producir un fenómeno nuevo, no previsto por los adalides de la economía de mercado: la insuficiencia del suminstro global de petróleo que algunos analistas empiezan a plantear, y de la cual el informe de Lloyd's (la compañía aseguradora más grande del mundo) alertaba ya el año pasado. Pero esto será motivo de otro post.

Salu2,
AMT