lunes, 31 de marzo de 2014

La clave ucraniana



Queridos lectores,

Víctor Wilches ha escrito la siguiente pieza sobre la actual situación de Ucrania. Es un texto bastante duro y en contradicción con el discurso oficial que se suele oír en Occidente, bien argumentado y contundente. Espero que sirva para su discusión.

Les dejo con Víctor.

Salu2,
AMT

Ucrania: laboratorio neonazi, gas y petróleo



"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro.
Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí."
Martin Niemoeller
Pastor protestante, 1892-1984.

“Todo tiene sus límites, y en el caso de Ucrania nuestros socios occidentales se han pasado de la raya, se han comportado de manera grosera, irresponsable y poco profesional”… “San Petersburgo fue la cabeza de Rusia, Moscú su corazón, pero Kiev la madre”.
Vladimir Putin
Discurso sobre Crimea, 2014
       



Por: Víctor Wilches



Los tambores que anuncian el inicio de una gran guerra mundial continúan repicando en Ucrania. La injerencia a fondo por parte de EE.UU./UE/OTAN en la desestabilización de Ucrania entraña unas connotaciones geopolíticas que van más allá del golpe de estado inducido para instalar un régimen/laboratorio neonazi a las puertas de Europa. Los acontecimientos conducen a conjeturar que con esta agresión se busca alterarle el rumbo al orden internacional multipolar gestado en la última década e impedir su consolidación, y en su lugar imponer un orden internacional hegemónico, opresor, militar/mercenarizado y violento capitaneado por la plutocracia de EE.UU.

La agresión político-militar desplegada por EE.UU./UE/OTAN para forzar un nuevo orden internacional que responda a los intereses de EE.UU. está develando que inevitablemente todos los caminos conducen finalmente a una guerra frontal con China. Para llevar a cabo este arriesgado sueño imperial, Washington y Bruselas tienen que controlar/derrotar tres lugares emblemáticos: La Plaza Maidan, la Plaza Roja, y la Plaza Tiananmen. Tarea no fácil, pero el desespero puede llevar a cualquier demencial aventura, así ésta sea una pugna intercapitalista.

Esta peligrosa jugada por parte de EE.UU./UE/OTAN es producto de la pérdida de influencia y de poder global de EE.UU., cuyo declive acelerado viene acompañado de una profunda crisis económica y energética sin retorno. El modelo capitalista de producción depredó, destruyó y agotó los recursos naturales y energéticos, y contaminó todos los ecosistemas del planeta en su afán de acumulación. El crecimiento económico es cosa del pasado. Sin energía es imposible crecer. Para crecer económicamente se requiere aumentar el consumo de energía, y a la inversa, sin aumento del consumo de energía es imposible crecer económicamente. Por lo tanto, si un sistema basado en el crecimiento económico infinito no puede crecer está abocado a un colapso societal. El modelo capitalista ha llegado a su punto límite y ha comenzado su implosión arrastrado por una crisis multidimensional inherente al propio modelo. “La decadencia y caída del imperio global de Estados Unidos es el hecho más importante de la geopolítica en el mundo de hoy” (1), el colapso está en camino y su impacto es de grandes proporciones telúricas a nivel global. Ucrania acusa ser un revelador síntoma para evitar que el sistema colapse. Esta encrucijada hace que los apetitos imperiales de Estados Unidos en su huida hacia adelante por el control de territorios y de los recursos que quedan conduzcan a una guerra mundial nuclear.

El sistema capitalista estocado de muerte en el alma hegemónica imperial ha entrado de lleno en un giro geopolítico de eje geográfico/Asia/ acelerado. Los acontecimientos internacionales están testificando que la transición de paradigma post imperial-USAmericano se precipita a empellones, dejando a su paso profundas y graves crisis económicas, sociales, ecológicas, políticas, culturales, éticas y humanitarias. Ninguna transición y disolución imperial hegemónica puede ocurrir sin crisis, violencia, ni guerras, así ese escenario sea el menos deseado por la mayoría de la humanidad. Lo ideal sería que ésta fuera pacífica, pero un poder hegemónico erigido a base de violencia y de destrucción no va dar el paso al lado de manera pacífica para que otros llenen este vacío.

La actual ofensiva geopolítico puesta en marcha en Ucrania por EE.UU./UE/OTAN para remodelar el orden internacional -aparte de sus peligros, costos y desenlace final- ha dejado al descubierto dos líneas relevantes interrelacionadas que deben ser analizadas con atención: instauración de un régimen/laboratorio neonazi en Kiev; y una gran crisis energética en especial gas y el petróleo.

¿Por qué Ucrania es centro de rivalidad?

Ucrania juega un rol estratégico en los intereses y en las aspiraciones hegemónicas de EE.UU. desde siempre en su afán por controlar el mundo. Estas tendencias vienen desde tiempo atrás. A inicios del siglo XX la teoría del “Heartland” de Halford Mackinder sostiene que “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo." Y más concretamente quien domina el “Heartland”, domina el mundo, especialmente si controla Ucrania.

La particular situación geopolítica de comienzos del siglo XXI revive y da un nuevo impulso y valor funcional a la región euroasiática como segmento espacial a controlar para dominar el mundo, lo cual choca frontalmente con las visiones geopolíticas del euroasianismo ruso y de la alianza sino-rusa de revivir la Ruta de la Seda. Este nuevo impulso en “occidente” vendrá de las pretensiones imperiales delineadas por el estratega de seguridad de EE.UU. Zbigniew Brzezinski, quien enfatiza la doctrina que el Estado que domine este vasto continente, el cual constituye un eje geopolítico, de hecho controlaría dos de las tres regiones económicas más productivas y avanzadas del mundo, subordinaría a África y tornaría el hemisferio occidental y Oceanía geopolíticamente periféricos. En Eurasia, vive el 75% de la población mundial y están depositadas 3/4 de las fuentes de energía conocidas en todo el mundo. Y más en concreto afirma que “Rusia sin Ucrania deja de ser un imperio, pero Rusia con Ucrania sobornada y luego subordinada, automáticamente se convierte en un imperio”. Estos parámetros expuestos muestran por qué EE.UU./UE/OTAN están dispuestos a jugar sus últimas cartas en una aventura bélica en Ucrania; y además, por qué en sus propósitos de alcanzar sus metas de dominio y control de Eurasia no existe parámetros de ninguna especie que les impida acudir a los métodos y alianzas execrables, como el apoyo a grupos neonazis y extremistas violentos de derecha.

En el complot dirigido y patrocinado por EE.UU./UE/OTAN para derribar el gobierno de Viktor Yanukóvich y empotrar un régimen neonazi en Kiev, hace gala de la combinación de una serie de elementos entrelazados que deben ser analizados.

Laboratorio neonazi en Kiev

En Ucrania no se empleó el típico golpe de estado blando sustentado en el modelo “revolución de colores” del Albert Einstein Institution, de Gene Sharp, en este caso se recurrió a la aplicación de diferentes instrumentos para llevar a cabo el golpe de estado. Estos van desde la utilización de la protesta social pacífica hasta métodos abiertamente radicales, en los que prevalecen formas de violencia extrema apuntaladas con grupos neonazis y extremistas nacionalistas y mercenarios-francotiradores.

Cambios y variantes al modelo de Gene Sharp ya se habían visto en Egipto, Libia, Siria. Allí se acude abiertamente a yihadistas islámicos como complemento central. En el actual complot en Ucrania por su importancia geoestratégica se sincronizan, se actualizaron y se ejecutan nuevos mecanismos. Por un lado tenemos el modelo de “golpe de estado blando” con toda su parafernalia: la mass media corporativa de “occidente” acusando de lo peor y demonizando hasta el paroxismo al gobierno de Yanukóvich, a Rusia y en especial a Putin (Nota: aquí el autor de ninguna manera está afirmando que Yanukóvich y Putin sean unos santos, se está es analizando el desarrollo de los acontecimientos de rivalidad intercapitalista); las ONGs actuando a tope para velar por los “derechos humanos” y las “libertades civiles y democráticas”. Además, ahora encontramos que las cancillerías, embajadas, parlamentos e instituciones de EE.UU., Unión Europea, Canadá, OTAN, OSCE, tienen una nueva misión diplomática participar abiertamente y en masa en las revueltas de la Plaza Maidan de Kiev, abrazados de partidarios de la neonazi Svoboda de Stepan Bandera y del Sector Derecho.

Por otro lado, esto va acompañado con la participación de multinacionales como Chevron orientadas a la apropiación del gas esquisto de región oriental de Ucrania –en cualquier análisis con relación a Ucrania es básico ver el papel que juegan las multinacionales en la crisis-. La firma de un acuerdo de 10 mil millones de dólares para la producción compartida de gas esquisto entre el gobierno ucraniano y Chevron, es tomado desde Washington como un paso en dirección de la independencia energética de Rusia, y en la tradición de unir los intereses de las corporaciones multinacionales bajo el paraguas y pretexto de la seguridad nacional de EE.UU. Al respecto el International Business Times afirmó que “el acuerdo de Chevron con Ucrania fue apoyado por USA como parte de su estrategia de seguridad nacional para ayudar a reducir la dependencia energética de Europa y de Kiev de Rusia.”  A la par de esto, la multinacional Cargill apunta al control de la producción de los alimentos fortaleciendo la posición comercial de la corporación en uno de los negocios al invertir más de 200 millones de dólares en las acciones de UkrLandFarming (Financial Times, enero 12, 2014). Esta empresa ucraniana que posee 500 mil hectáreas de tierra, es la octava cultivadora de tierra más grande del mundo y el segundo mayor productor de huevos. Cargill también tiene en Ucrania negocios en plantas de procesamiento y terminales de exportación en el Mar Negro. Seguramente necesitaba un puerto para aumentar el grado de control sobre el mercado. No se debe olvidar la importancia mundial agrícola de Ucrania y de la franja de tierra de gran fértil que abarca la mayor parte de las llamadas "tierras negras" o chernozem, al centro y oeste del país. Y para completar el cuadro, Monsanto, la empresa de semillas transgénicas más grande del mundo, también está ganando espacio en Ucrania donde ya controla el 40% del mercado de semillas. Jugada comercial de control agrícola que busca cerrarle espacio a China en el mercado ucraniano. Lo cual se puede inscribir dentro de las guerras por las tierras fértiles y la alimentación desatada a nivel mundial.

Esto se complementa con las medidas que el gobierno neonazi títere de Kiev ha comenzado a tomar para preparar al país para “que afronte las dolorosas pero necesarias reformas sociales y económicas” impuestas por la medicina del FMI. Una de los primeros requerimientos del FMI es que los subsidios al gas de los hogares se reduzcan en un 50%. Otros requisitos onerosos del IMF incluyen recortes a las pensiones, en el empleo estatal y la privatización de los activos y propiedad del gobierno (traducción: que las corporaciones occidentales puedan comprar a precio de regalo los bienes públicos); así como otras reducciones en los programas de gastos sociales en Ucrania (Voice of Russia: Ukraine's economic crisis: Who benefits? Who pays?).

El laboratorio neonazi/neofascista de Kiev no es un mero hecho coyuntural para Ucrania o para ciudadanos de tercera o cuarta clase. Ese es el modelo que UU.EE., la Unión Europea, Canadá y en los países del autoproclamado “occidente” vienen adecuando y refinando para implantar en sus propios países. La pérdida y la restricción continuada de las libertades civiles, políticas, sociales y derechos democráticos avanzan a pasos agigantados. Las demandas sociales y políticas son acalladas. Nada de esto existe mientras no esté en la falsimedia corporativa. La protesta ciudadana es criminalizada y penada severamente. El desmonte del estado de bienestar es a marchas forzadas y a golpe de decreto. Todo lo público y los bienes comunes son saqueados. El control e interceptación de todas las fuentes de información y a todos los ciudadanos, pese a ser uno de los más aberrantes ataques a la libertad, no es otra cosa que el miedo de estas plutocracias y sus amos. Las legislaciones nacionales del autoproclamado occidente se están ajustando a un modelo neofascista en ciernes para ser aplicado a sus ciudadanos. Por ello, EE.UU./Obama, el gobierno de Canadá y los gobiernos de Europa salieron presurosos a afirmar y ratificar que el gobierno títere neonazi montado en Kiev tras el golpe de estado es un “gobierno legítimo”. Ese experimento puesto en escena en Kiev es todo un laboratorio neonazi/neofascista que esperan trasladar depurado a sus propias naciones. Un ejemplo palmario de lo que puede pasar en inmediato futuro es la destitución del periodista finlandés Jari Sarasvuo (ver: http://rawnata.blogspot.se, Känd finsk programledare Jari Sarasvuo fick sparken; y en Helsingin Sanomat www.hs.fi/) y el cierre fulminante de su programa por entrevistar al catedrático de la Universidad de Helsinki, Johan Beckman, quien exigió la liberación de Europa de la "junta fascista" ucraniana y acusó al canciller de Finlandia de apoyo a los nazis.

Que nadie se llame a engaño. Alguien puede imaginarse a EE.UU., la Unión Europea, Canadá, la OTAN, entregándole 5000 millones de dólares a unos grupos ucranianos sin saber quiénes eran éstos (dinero confirmado por la misma la Secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland). Ni quiénes son los que conforman esos grupos, y mucho menos darse por enterados quiénes son sus líderes. Naturalmente que todos sabían que sus pupilos/marioneta encargados del golpe eran miembros de grupos neonazis y de extrema derecha. Este monto económico aportado no es una bicoca, ni tampoco gratis. Ante la magnitud de los objetivos occidentales se podría pensar que es mucho más dinero. La infraestructura y los niveles de coordinación entre los interesados en el caos y el complot contra el gobierno de Yanukóvich y el control de Ucrania pueden ser mucho más oscuros de lo que cualquier mente pueda imaginar. La apuesta de EE.UU./UE/OTAN es una jugada geopolítica temeraria, pero ante la crisis multidimensional por la que están atravesando los conduce inevitablemente a esa aventura.

Crisis energética: Gas y petróleo
La crisis económica mundial galopante desde 2007/2008, y en especial, en los países desarrollados (mal-desarrollados es la mejor definición), se debe a la escasez y el declive de los hidrocarburos. Al no poder disponer de ingentes cantidades de energía en el mercado, fundamentalmente de petróleo, hace que el complejo sistema industrial y tecnológico, sustentado en esta fuente de energía, no pueda funcionar y mucho menos crecer. Por consiguientemente, el sistema al no poder continuar con su crecimiento y su consumo sin límites entra en crisis. El sistema ha chocado con un mundo que es finito, realidad física de la cual no se puede escapar: el cenit del petróleo.

El cenit del petróleo que ya hemos pasado, y que la propia Agencia Internacional de la Energía en su informe anual de 2010 (World Energy Outlook 2010) finalmente reconoce, y afirma que éste tuvo lugar en 2006. Además, muchos expertos y estudios señalan que el cenit de los hidrocarburos más el uranio tendrá lugar en 2018, de ser así estamos ante un problema muy grueso. Estas gráficas de diferentes reportes lo ratifican: el de la izquierda es de Energy Watch Group: Fossil and Nuclear Fuels, the Supply Outlook 2013. Y el otro tomado de The Future.

http://www.resilience.org/articles/General/2013/05_May/chart.JPGhttp://www.thefuture.net.nz/peak.png


Esto cambia el panorama y le da un vuelco total a las políticas de seguridad y a relaciones internacionales de los países de las economías (mal)desarrolladas, pues en su afán de garantizar el acceso, disposición, transporte y control de los recursos energéticos chocan frontalmente con los intereses de otros países y poderes que también están compitiendo por los mismos escasos recursos. Por ello, EE.UU./UE/OTAN han estado involucrados en la última década en cantidad de agresiones e invasiones a países que cuentan todavía con recursos como gas y petróleo, o con abundante agua dulce y tierras fértiles.

En la actual situación internacional de crisis, Ucrania es una puerta crucial en la búsqueda del control de los hidrocarburos de Rusia y de las regiones del Mar Caspio y de Asia Central. Ucrania es una zona geoestratégica que juega un papel central en la estrategia de EE.UU. en sus ansias de hegemonía global. Con esta arremetida Washington, en primer lugar, busca sacar a Rusia de Ucrania y a su vez, quitarle la posibilidad de acceso al Mar Negro y a las aguas del Mediterráneo. Segundo, correr las fronteras de la OTAN si es posible al centro de la Plaza Roja. Tercero, desmembrar a Rusia para controlar sus hidrocarburos y su vasto territorio. Cuarto, tratar de estrangular a China por sus flancos norte y occidental como refuerzo de la llamada política del “pivote Asia-Pacífico” de Obama, para entrar a asestarle de golpe de gracia.

Por lo tanto, nadie se puede auto-engañar o dejarse engañar. Aquí todo tiene que ver con petróleo y gas: energía. Petróleo es casi sinónimo de poder. La trama ucraniana de EE.UU./UE/OTAN obedece al acceso y control del petróleo y el gas de Rusia, Mar Caspio y Asia Central. Sin energía y sin petróleo no hay posibilidad de sostener la máquina de dominio y es imposible parar la caída del imperio. Sin petróleo el dólar chatarra es eso chatarra, pues no hay fuerzas armadas, ni misiles amenazantes que lo impongan como moneda global.

La “aparente sensación de empate” que se presenta en la crisis ucraniana encierra muchos peligros escondidos. Esto no para ahí. Por un lado, porque EE.UU. y sus aliados europeos aunque estén contentos con su gobierno-títere neonazi en Kiev, no se van a quedar satisfechos con lo logrado. Y por el otro lado, Rusia no duerme tranquila pese a la rápida adhesión de Crimea tras el masivo referendo autodeterminación.

El forzoso alto en la marcha al que se vio obligado EE.UU./UE/OTAN, tras la rápida jugada del Kremlin al consolidar su posición en Crimea y de un control seguro de la base militar de Sebastopol, es un simple interregno para preparar los siguientes pasos. Mientras tanto, la obscura realidad es maquillada con sanciones y expulsiones de organismos que ya no juegan un papel preponderante en el contexto internacional.

La pregunta que surge es ¿qué obligó a EE.UU./UE/OTAN a hacer este alto en la marcha de conquista? Respuesta, la carencia y garantía de insumos energéticos (gas y petróleo) suficientes y seguros que permitan seguir a delante con la agresión.

Por tal motivo, petróleo y gas y su garantía de abastecimiento es el tema recurrente en actual la crisis ucraniana por parte de las élites gobernantes europeas y de EE.UU., asunto que contiene dos vertientes centrales: 1) que los países de Europa no disponen de gas y petróleo, y 2) que Europa en gran parte depende las importaciones de gas y de petróleo de Rusia.

Esta baza a favor de Rusia y el hecho de que Moscú pueda cortar el suministro de energía hace que las agresiones se detengan un momento, mientras se resuelve cómo garantizar el abastecimiento para que la economía europea no se vea comprometida y paralizada. Ante esta circunstancia han surgido las más variadas soluciones y respuestas. Estas van desde acudir a la supuesta abundancia e independencia energética de EE.UU. para usarla como arma energética estratégica contra Rusia, hasta llegar a plantearse el supuesto abastecimiento energético con gas del norte de África.

Ninguna de estas alternativas son reales, ni tampoco fáciles de concretar, por más que sus líderes las den como ciertas. En cuanto al gas procedente del norte África, surge una inquietud, si esa vía puede abastecer con tanto gas a Europa por qué no se ha puesto en marcha de tiempo atrás. Y súmele a esto que Europa no cuenta con gasoductos, ni con plantas de licuefacción de gas en Europa. Ni con plantas de almacenamiento de grandes cantidades. Por lo tanto, esto para tranquilizar a los ciudadanos puede estar bien, pero con  meros deseos no basta para garantizar la seguridad energética de un continente que no cuenta con petróleo y gas.

Con relación a la abundancia de gas y de petróleo de EE.UU. encontramos argumentaciones de que Washington podría suplir las necesidades de gas de Europa o, como afirma Angela Merkel que “El gas estadounidense podría ser una opción”. Sabrá Merkel lo que esconde la historia del gas esquisto, que no existe tal abundancia que permite exportar, y que esto no es más que una gran burbuja energética más parecida a una pirámide Ponzi. Que el decline del gas esquisto de Estados Unidos ya está en camino como lo señala este artículo de Oil Price.com Shale Bust: North America Natural Gas Production set to Seriously Decline”. Además, Ella debería saber que los inversores están huyendo del negocio por la baja rentabilidad y la oposición de los habitantes de los lugares afectados por el fracking, por los graves problemas de contaminación medioambiental. Ella y los gobernantes europeos podrían consultar el completo estudio sobre el tema: “Baby, Drill, Baby” de David Hughes, para que no especulen con el gas pizarra de EE.UU., ni de Polonia.

Veamos cómo quedan las pretensiones de inundar a Europa con gas estadounidense, escuchemos que dicen al respecto los militares y expertos que se reunieron en la última cumbre de diciembre del Dialogo Transatlántico de Seguridad Energética. Afirma el coronel US Army Daniel Davis: “La producción del gas pizarra de USA ha soportado una meseta en el último año que es poco probable que consiga mantener la sostenibilidad a largo plazo debido al modo impresionante de las altas tasas de declive, y debido a que gran parte de la producción proviene sólo de dos o tres campos.”   

Y qué hablar de crear una “unión energética europea”, esto parece más un pomposo discurso para el oído de los ciudadanos europeos. Es algo así como no hace falta el gas ruso, no lo necesitamos. No se preocupen que si vamos a la guerra les garantizamos que no pasarán frio en el invierno. La pregunta es dónde están los hidrocarburos, quizá la UE cuenta con los recursos de otros países.

Asimismo el petróleo esquisto de EE.UU. tampoco inundará a Europa. La abundancia e independencia procedente del boom petróleo esquisto ha tocado las cumbres del pico y comienza su declive acelerado. Contemplemos la relación que presenta BP para el año 2012 con relación a importación/exportación de EE.UU., para ver si de verdad puede enviar petróleo a los sedientos países europeos. EE.UU. produjo 8.9 millones de barriles diarios, consumió 18.5 Mbd e importó 10.5 Mbd. Según la U.S. Energy Information Administration (EIA), en enero de 2014 el consumo fue de 18.89 Mbd y su producción de 8.39 Mbd, lo cual indica que tiene un déficit de 10.5 Mbd, que deben importar. Por lo tanto, en dónde está el petróleo para enviar a Europa y evitar la dependencia de las importaciones europeas procedentes de Rusia.

Al mismo tiempo, encontramos información que corrobora cuál será el devenir del boom energético de EE.UU. en el corto tiempo, y existen muchas preguntas sobre qué va a pasar cuando la burbuja procedente del gas y petróleo pizarra se desinfle. Le Monde de Francia se pregunta Según Washington, el boom del petróleo de esquisto estadounidense alcanza el pico en 2016. ¿Después qué?” Por su parte Christian Science Monitor, enero 21 de 2014, preguntaQué pasará cuando el boom del shale finalice?” Mientras que  Bloomberg, feb. 27 de 2014, se refiere a que El sueño de la independencia del petróleo de USA le tira la puerta por la cara contra los costos del petróleo pizarra. Y Wall Street Journal, enero 28 de 2014, preocupado por los negocios se refiere a que “Las grandes compañías petroleras luchan para justificar los crecientes costos de los proyectos. Y a manera de remate tomemos lo que dice el experto Arthur Berman en una entrevista el 5 de marzo de 2014: Seamos honestos, después de todo. La producción de combustibles pizarra no es una revolución, es una fiesta de jubilación. (Oilprice.com y en Produktionen från Skiffer är inte en Revolution utan ett Pensionärsparty!).

Lo anterior completa el cuadro. Esto sugiere y reitera que la aparente “calma que se presenta” en la crisis ucraniana, post-adhesión de Crimea a Rusia, es un periodo de preparación mientras EE.UU./UE/OTAN resuelven de manara expedita y “segura” el problema central: los energéticos, para poder seguir con los planes de copar a Ucrania, desmembrar a Rusia y continuar la marcha a Pekín.

Aquí en este momento del análisis es que aparece de forma diáfana la pieza del puzle energético que hace falta en toda esta aventura bélica: Venezuela. Los hidrocarburos de Venezuela son los que van a garantizar que EE.UU./UE/OTAN puedan continuar con sus pretensiones de imponer un nuevo orden internacional hegemónico. La desestabilización del gobierno de Nicolás Maduro es parte de la obra geoestratégica. Por lo tanto, lo que viene para Venezuela es un ataque con la combinación de todos los instrumentos posible de parte de Washington para derrocar al gobierno bolivariano, pues ese petróleo es requerido con urgencia. Ese petróleo para EE.UU. es la garantía de que no desaparezca de la escena internacional como imperio. Aquellos países que cuentan con recursos energéticos suficientes y que pueden ser apropiados para los intereses de EE.UU., deben esperar la misma medicina. País que cuente con gas o petróleo será agasajado con “bombardeos humanitarios” y la democracia le llegará con drones.

A manera de conclusión hay que resaltar el selecto gambito Sebastopol Севастóпoль de Putin, de la profiláctica defensa Crimea que acusa extenderse por el flanco oriental, y  que su vez, amenaza por rayos X con su poderosa pareja de alfiles: gasífero y petrolífero, el corazón de la industria y de la economía jadeante europea que no vislumbra signos de recuperación. El Zar prepara enroque corto, mientras se introducirse en las complejas estrategias del weiqi围棋(Go), juego de los eruditos chinos. Todo acontece bajo la atenta mirada de los bric+s, jugadores de un moderno chaturanga. Pero a pesar de tan rápidos movimientos y de las obligadas alianzas defensivas para detener el monstruo, en el tablero global danza amenazantemente una guerra mundial nuclear. En el escenario global, el orden mundial que más probable se percibe es el de un darwinismo social militar-mercenarizado regido bajo dictámenes de un neofascismo social, capitaneado por la plutocracia de EE.UU. y secundado por la Unión Europea e Israel. Si esta seria amenaza a la humanidad no logra ser contenida por los poderes que han venido consolidando el orden internacional multipolar actual, el futuro será demasiado aciago. Y si a la par de esto, los pueblos del mundo y sus luchas no cuentan con la suficiente unidad y fortaleza el futuro de las nuevas generaciones será sombrío. Por ello, todos los esfuerzos y las luchas que se emprendan para detener a la barbarie puesta en marcha son una conquista. Cada segundo que se gane para evitar que el leviatán avance es un tiempo valioso para la humanidad. El aleteo de la mariposa puede desencadenar olas de emancipación social y política a nivel global y la sed de libertad de los pueblos puede derribar imperios.

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Notas:
1. John Michael Greer: Decline and Fall. The end of empire and the future of democracy in 21 century America. Ed. New Society, 2014.

viernes, 28 de marzo de 2014

Otra década de excusas



Queridos lectores,

Los signos evidentes del deterioro social avanzan sin cesar. En el caso de España, el descontento cristalizó el pasado sábado en una gran manifestación en Madrid (foto de portada de este post), culminación de las llamadas Marchas de la Dignidad que durante las semanas precedentes avanzaron desde todos los puntos de la geografía española, con un general ninguneo por parte de los medios de comunicación. La muerte el domingo del primer presidente del Gobierno español desde la restauración de la democracia, anunciada desde el viernes (esto es, desde la jornada anterior a la manifestación) ha servido para poner sordina mediática a la que posiblemente ha sido una de las mayores manifestaciones vividas en Madrid (y a la que ridículamente fuentes oficiales le han asignado un asistencia de sólo 50.000 personas).

No es una coincidencia. A medida que se fractura el muro de seguridades sobre el que se construyó el Estado del Bienestar y se comprometen las bases mismas del capitalismo tal y como se ha entendido durante los dos últimos siglos, los medios de comunicación, cada vez más cautivos de los grandes grupos económicos que los poseen, van abandonando su obligación de informar y la van sustituyendo por la necesidad de hacer propaganda. Propaganda que busca adormecer conciencias y dar seguridades. Pero las seguridades de las que hablamos tienen una base física, en la disponibilidad de materiales  y de energía. Hace cuatro años que lo repetimos: esta crisis no acabará nunca, sin que los detalles concretos del curso de los acontecimientos  cambien este hecho simple y poco discutible cuando se mira con un poco de racionalidad.

Y sin embargo se discute, y cada vez con mayor porfía, con mayor griterío; la propaganda se dirige a intentar tapar con cinta adhesiva las cada vez mayores grietas en el muro de la realidad. Y aunque no podrán evitar su derrumbe final, sí que pueden contribuir, y mucho, a crear una imagen completamente distorsionada de lo que está pasando, a introducir suficiente ruido en la comunicación como para que una gran masa de gente acepte resignada y dócilmente el camino de la Gran Exclusión.

Durante los próximos años nos veremos abrumados con falsas noticias de bonanza energética, algunas completamente nuevas, algunas que ya están apareciendo y algunas otras que serán recicladas del pasado reciente. He creído conveniente hacer aquí una pequeña guía de algunas de las mentiras y excusas que se usarán mediáticamente para "quitar hierro" al problema energético y que intentarán hacer creer que el origen de nuestros problemas son otros grupos humanos y no lo absurdamente insostenible de nuestro modelo económico. No puedo prever todas las cosas que se dirán, pero espero que estos apuntes sirvan a algunos de guía, de faro en medio de la tormenta que se avecina.



+ El precio del petróleo: Quiero ilustrar esta discusión con una pequeña anécdota que me atañe. Hace poco vi un hilo de Burbuja.info donde se burlan de mi por lo que denominan mi "previsión fallida sobre el precio del petróleo". Quien inició el hilo fue el ínclito Alb, que tanto dio la paliza por aquí con su sueño (que ése sí no se ha materializado) de explosiva implantación del coche eléctrico y que obviamente ha hecho de meterse conmigo su cruzada personal (cómo olvida, ay, todo lo que me criticó por decir en 2010 que el 75% de los campos de petróleo decaía a un ritmo de casi el 6% anual, cuando en 2013 hasta la propia AIE reconoce que ya decaen a ese ritmo el 100% de los campos actualmente en explotación). El caso es que en su crítica Alb enlaza la imagen de apertura del post (que no es mía, sino de Dave Cohen), 



y dice: "Mirad cómo de erróneas son las previsiones de Turiel, cuando en realidad el precio ha hecho esto":



Dejando al margen que ni él ni los que comentan se han molestado en leer el post en cuestión y ver todas las salvedades que en él se hacen (por ejemplo, textualmente: "En realidad, todo esto [el post] es completamente especulativo; hay muchos factores no lineales que favorecerán que los ritmos sean más rápidos que los aquí indicados y otros que harán que el precio vaya más lentamente, pero como consecuencia de una gran devastación en la economía") lo verdaderamente curioso es que tampoco nadie se ha molestado en poner las dos gráficas juntas para ver hasta qué punto la gráfica de Dave Cohen (grosera y aproximada, pues el punto a mostrar era el comportamiento general cualitativo, no el cuantitivo) se ha parecido a la realidad:




La correspondencia está hecha a mano alzada, pero aún así es llamativo como la previsión de Dave Cohen ha capturado correctamente la tendencia y una parte significativa de la volatilidad (seguramente mejor que lo que lo han hecho en ese período tan largo de tiempo muchos analistas profesionales que cobran sueldos de 6 cifras). Y si en algo falla la previsión de Dave Cohen, como también fallaba la mía (también cualitativa, como sabrá quien sí haya leído el post), es en que los precios no caen tanto entre picos consecutivos (y que el segundo pico no es tan elevado) por las razones que yo apuntaba en el párrafo que he destacado de mi post, que en este caso se llama fracking, una técnica por la cual EE.UU. ha conseguido producir unos 2,5 millones de barriles diarios de petróleo que en condiciones de libre mercado no serían explotables y si lo son es por la técnica de exportar inflación al resto del mundo, es decir, deteriorando la economía del resto del mundo (en primera instancia la de sus proveedores, aunque éstos le endosan sus dólares sobrevalorados a sus propios proveedores hasta hacer caer el peso de la inflación implícita sobre los últimos eslabones de la cadena, que suelen ser los países suministradores de materias primas). Pero aún así este "petróleo subprime" (en expresión de fortuna de Rafa Íñiguez) ha costado caro a las grandes multinacionales del petróleo, que como ya explicamos están recortando gastos a marchas forzadas con consecuencias previsiblemente desastrosas en la producción de petróleo a corto plazo. Cómo va a afectar esto al futuro precio del petróleo depende de muchas cuestiones (como, por ejemplo, si los Estados acuden al rescate de los yacimientos no rentables, detrayendo para ello recursos que ya no llegarán al resto de la sociedad), pero lo que es obvio es que tanto si la volatilidad es salvaje como si el precio simplemente se mantiene elevado, en ambos casos será a costa de un empobrecimiento imparable de la sociedad.

En realidad, la cuestión clave no es el precio (representación del valor) sino la producción de petróleo y más específicamente la energía neta que nos deja (el valor en sí, pues es con la energía que se efectúa trabajo útil), y para ésta las previsiones no pueden ser más sombrías. Sin embargo, es más que previsible que durante los próximos años toda la discusión se centrará en el precio del petróleo, buscando a cada paso la excusa del día para justificar sus variaciones. Durante un tiempo se ha podido ocultar el declive de la energía neta (que en realidad empezó en 2010) simplemente añadiendo más volumen de petróleo sin ganancia real de energía, pero en poco tiempo el volumen de petróleo crudo disminuirá y no mucho después hasta el volumen de todos los líquidos mostrará signos de decadencia. Será tiempo de guerras y revueltas y en ese momento las excusas de distracción tendrán que ser otras. Teniendo en cuenta eso, estimo por tanto que las discusiones inanes sobre el precio del petróleo durarán desde ahora hasta dentro de unos cinco años aproximadamente. 

Por cierto que no deja de ser irónico que a pesar de la cantidad artículos desde los inicios de este blog y de charlas grabadas hace años en los que he repetido que lo importante es la producción y no el precio, aún he leído por ahí que eso es algo nuevo que digo ahora "porque me equivoqué en mis previsiones sobre el precio".
 




+ La escasez la origina la guerra; cuando acabe todo se resolverá: Tarde o temprano los conflictos que se están desencadenando en todas partes del globo acabarán por afectar a un productor importante de petróleo. En ese momento se hará patente que hay realmente un problema con el suministro de petróleo, dado que realmente faltará en el opulento Occidente independientemente del precio que se quiera pagar. Como nadie pondrá las cifras en perspectiva, nadie caerá en la cuenta de que la caída de producción de 2 o 3 millones de barriles diarios representa tan sólo el 2,2 o el 3,3% de los 90 millones de barriles diarios que se consumen en el mundo, y que una bajada así, aunque brusca, es relativamente pequeña y si hay problemas para cubrirla es porque el resto de productores realmente no pueden poner ni una gota más en el mercado, porque ellos mismos están en declive productivo o próximos a hacerlo. Todo el esfuerzo de análisis se centrará en analizar la guerra, en cómo el país en cuestión es el 4º o 7º mayor productor del mundo, como si eso explicara por qué no se puede sortear el problema de suministro; nadie explicará tampoco que ese pequeño porcentaje de volumen de petróleo representa un volumen más grande y por tanto significativo de la energía neta del petróleo que llega a la sociedad, porque todo el maquillaje contable de la espuria categoría "todos los líquidos del petróleo" esconde la realidad de lo que vale y lo que no . Con la falta repentina de crudo y el esfuerzo de la guerra, la población de los países occidentales se verá obligada a medidas drásticas de reducción del consumo, pero si acaso alguien osa relacionar la escasez del preciado líquido con el peak oil, algún analista económico de guardia saldrá a decir que tal afirmación es una barbaridad, que la escasez está causada "artificialmente" y que es "temporal", que acabará "cuando acabe la guerra y vuelva la inversión", puesto que el mundo nada en petróleo y en sustitutos del mismo. Aunque al lector avisado le casará mal tal escenario de pretendida abundancia con los problemas que estará causando la falta de producción de un sólo país cuyas exportaciones, además, llevaban tiempo bajando, a la mayoría de la población tal explicación les cuadrará.

Sin embargo, el azote cruel de la guerra no sólo se llevará su lamentable y evitable peaje de vidas humanas, sino que causará que la producción del país afectado no vuelva nunca a los niveles prebélicos. Fíjense por ejemplo en el caso de Libia: al ver que los levantamientos populares no conseguían derrocar a Gadafi los países occidentales desencadenaron una corta guerra que causó una caída en picado de la producción durante el año 2011, pero como muestra esta gráfica de Flujos de Energía durante el año 2012 la producción aún no ha recuperado los niveles de antes de la guerra:



Como ven, Libia no ha recuperado nunca el nivel de producción de petróleo que tenía en 1970, aproximadamente cuando Muammar El Gadafi llegó al poder al derrocar al rey Idris. Cuando parecía que la producción volvía a remontar, la guerra con Chad primero y las represalias por el atentado de Lockerbie después, con el embargo que siguió los ataques americanos, llevaron a un nuevo retroceso y posterior estancamiento. Y cuando de nuevo la cosa parecía que iba a remontar parece que llega el peak oil de Libia (hacia el año 2008), y después la guerra. Si uno mira con más detalle lo que ha pasado en los últimos años se ve que la situación en Libia está lejos de estar estabilizada:


  
Hay dos razones para ello: unas sobre el suelo y otras debajo del suelo. Sobre el suelo tenemos un país en una situación convulsa, inestable, con protestas frecuentes (como las que han hecho cerrar el campo Elefante en fechas recientes) que acaban interrumpiendo parcialmente el flujo de petróleo. Pero también hay razones debajo del suelo: mantener en buenas condiciones de explotación un campo maduro no es sencillo, ya que se tiene que inyectar continuamente gas o agua a presión, y si por razón de una guerra tal flujo se interrumpe reestablecerlo no es tan sencillo, puesto que al faltar el suplemento de presión la porosidad de la roca puede disminuir, al irse colapsando lentamente por acción de la presión. Además, existen muchas instalaciones desde el pozo hasta la refinería o el almacén que requieren mantenimiento continuo y que se ven seriamente afectadas por una interrupción de la actividad durante semanas, no digamos ya si son meses. Este fenómeno se ha visto en muchos países en guerra (Irak, Irán, Siria), con convulsiones sociales (Venezuela) o que sufrieron un colapso societario (Rusia, donde el nivel de producción no ha vuelto nunca a los niveles de 1980). Es por ello que cualquier país que se vea envuelto en un conflicto a gran escala difícilmente podrá recuperar su nivel de producción de petróleo previo.


+ Podemos presionar a los productores de petróleo para que produzcan más: La actual situación con Rusia muestra hasta qué punto el mundo ha ido cambiando sin que nos diéramos cuenta. Europa amenaza con sancionar a Rusia por la ocupación de Crimea, pero en la práctica es un león con garras de terciopelo: el 26% del gas y el 40% del petróleo que consume Europa viene de Rusia, así que en realidad es más Rusia la que nos puede perjudicar que no nosotros a ella. Los americanos, por su parte, se han embarcado en un rueda de peligrosas fantasías. Por un lado, quieren exportar a Europa sus excedentes de gas de fracking (sin tener en cuenta que la burbuja tiene sus días contados y que habría reventado para cuando acabasen de construir las costosísimas instalaciones de licuefación del gas para el transporte en los también carísimos buques metaneros). Por el otro, están intentando convencer a los saudís para que inunden el mundo de petróleo a bajo precio y así hundir la economía rusa; en esencia, el mismo truco que hicieron en los 80 y que tanto ayudó al hundimiento de la Unión Soviética. Sin embargo, a diferencia de hace 30 años a Arabia Saudita ya no le queda capacidad ociosa, sólo la apariencia de tenerla, y tampoco los EE.UU. se van a convertir en el primer productor de petróleo del mundo gracias al fracking.  Es decir, la capacidad real de presionar a Rusia es nula y en realidad es Rusia la que tiene la sartén por el mango, sobre todo si deciden eliminar el dólar de sus transacciones de petróleo, como ya ha acordado con China. La tremenda distancia entre el mundo en el que cree vivir la opinión pública occidental y en el que realmente vive va a dar lugar durante los próximos años a declaraciones absurdas y situaciones ridículas que serían jocosas de no ser todo tan grave y tan triste.

 
+ Ilusiones diversas en el mundo de los hidrocarburos: Mientras la guerra va dando sus negros zarpazos en uno u otro confín del planeta, los voceros de la abundancia en Occidente anunciarán que están a punto de llegar en nuestro auxilio nuevas fuentes de hidrocarburos. Hace 10 años eran los biocombustibles quienes tenían que salvarnos, y ya se ha visto que no va a ser así; hace 5 años la panacea eran los petróleos ultra-pesados y como bandera a escala mundial teníamos las arenas asfálticas del Canadá (seguidas de cerca por los petróleos de la Franja del Orinoco en Venezuela), pero eso también se ha visto que tiene demasiados límites como para cambiar sustancialmente la situación. Ahora se alienta el fracking como método fantástico para extraer gas en todo el mundo y petróleo ligero en algunas pocas zonas, pero cada vez es más evidente que es un recurso de muy baja rentabilidad y que en realidad no es más que una burbuja financiera a punto de explotar. Y así como el gas de fracking siempre fue ruinoso y se prepara ya para un rápido descenso, el petróleo de fracking, que aunque poco sí que llegaba a ser rentable, está comenzando ya a dar las boqueadas.



Imagen del artículo "Texas RRC Crude and Condensate Data, Is Eagle Ford Peaking?", http://peakoilbarrel.com/texas-rrc-monthly-update/



De aquí dos o tres años comenzará a ser evidente que el fracking no va a cambiar el mundo ni, muchos menos, apuntalar la fantasía de que los EE.UU. van a ser independientes energéticamente; y dentro de 5 años el fracking estará prácticamente olvidado (aunque cuando se saque el tema el experto en energía de turno dirá que se abandonó "por un exceso de regulación de los Estados", dando a entender que los Gobiernos cedieron a la histeria ecologista desinformada). Y después del fracking, ¿qué? Pues volverán los mitos recurrentes de los últimos 10-20 años: el petróleo del Ártico, las formaciones pre-sal de Brasil y de la costa africana occidental, los hidratos de gas, incluso si son osados los recursos de la Antártida... Se harán nuevas y costosas campañas para intentar demostrar la capacidad comercial de todos esos recursos, los diarios se harán eco de que ya están aquí, que casi los podemos tocar con la punta de los dedos, pero nunca llegarán a explotarse a escala significativa, pues si todos los que ya hemos enumerado son de mala rentabilidad, estos otros son directamente ruinosos ya en la fase de inversión previa. Sin embargo, los clarines de la prensa harán creer a más de uno que el "problema del petróleo" (del que cada vez más se será consciente) está a punto de resolverse.

+ El carbón: Hay quien enlaza mis artículos anunciando un revivir del sector del carbón en España, quizá sin ver que en realidad toda nuestra sociedad está amenazada por la escasez energética y que quizá para que sean energéticamente rentables esas minas de carbón en España se acaben explotando con esclavos humanos, de facto o de iure. Lo cierto es que la energía del futuro es la energía del pasado: en todo el mundo el consumo de carbón sube, sube más deprisa desde que el consumo de petróleo está estancado, y muy pronto el carbón sobrepasará al petróleo como primera fuente de energía primaria a escala mundial (si no le ha sobrepasado ya). El problema con el carbón es que también se espera que llegue a su cenit en no muchos años más; por ejemplo, de acuerdo con la previsión del Energy Watch Group se espera que su máximo (en energía producida) se toque hacia 2020:



Cabe destacar que, debido a las características geológicas del carbón (puede ser extraído prácticamente a mano si así se requiere, al contrario que el petróleo y el gas), es posible que se pueda retrasar ligeramente su pico y alargar la meseta productiva (en la línea de lo que ya muestra la gráfica arriba). Lo cual no son necesariamente buenas noticias desde el punto de vista de la carga humana que tendrá que soportar esa sociedad basada en la extracción del último carbón, rentable sólo en penosas condiciones de explotación. En todo caso, y aún en las mejores condiciones de explotación, el carbón no nos va a permitir volver a los ritmos crecientes del pasado; es sólo un tiempo de descuento, un "viejo amigo fiel" que nos puede ayudar un tiempo si somos capaces de aprovecharlo (aunque dado su impacto ambiental cabría preguntarse si realmente queremos su ayuda). Para cuando la escasez de petróleo sea flagrante, los medios de comunicación nos contarán que científicos locales han descubierto un método novedoso y ultra eficiente para convertir el carbón en "petróleo" (eso dirán), "con mejor octanaje" (en referencia a las gasolinas que de él se deriven) y que las reservas locales (por ejemplo, en el caso de España) permitirán asegurar el suministro del país durante al menos 200 años. En realidad el descubrimiento será una pequeña mejora del centenario proceso de Fischer-Tropsch, conocido y usado desde hace mucho, y la exageración provendrá, como siempre, de confundir reservas (lo que se puede sacar del suelo) con producción (a qué velocidad sale). En la práctica la sociedad española y otras en semejante situación tendrá que aprender a pasar con menos hidrocarburos líquidos, que se reservarán para servicios críticos, mientras que el carbón para quemar en las calderas de calefacción será un lujo no al alcance de cualquiera.

+ Hay escasez porque se quiere, tenemos energía renovable para dar y regalar:  Este tema se ha tratado in extenso en este blog. La energía renovable es sin duda la que nos quedará en el futuro a largo plazo, pero no puede cubrir ni de lejos el agujero tan tremendo que está dejando tras de sí el petróleo y dejarán en algunos años más el gas y el carbón. Las renovables tienen muchos límites, tanto los asociados a las necesidades de capital, de materiales, de ubicaciones para paneles fotovoltaicos y aerogeneradores,  y tienen también limitaciones a su potencial máximo (tanto la eólica como la fotovoltaica - de ésta última aún me falta por escribir el ensayo correspondiente y por eso no está enlazado). Por otro lado la TRE de la fotovoltaica es baja y en general se plantea la duda de si la TRE sería demasiado baja sin combustibles fósiles; si, en suma, los actuales sistemas de generación renovable no son más que meras extensiones de los combustibles fósiles. Además, viendo cómo evoluciona el consumo de energía eléctrica y entendiendo por qué pasa eso se comprende que el actual modelo de implantación de centrales renovables no va a resolver la crisis energética (en parte porque se está planteando el problema equivocado).

No obstante todo lo enumerado aquí arriba, aún durante demasiado tiempo se insistirá desde ciertos sectores que este modelo de inversión en energía renovable es el camino correcto, la buena dirección. Se crearán facciones en el debate público propagado y espoleado por los medios de comunicación: por un lado los defensores de los nuevos yacimientos fantasiosos mencionados aquí arriba o de alguna otro tecno-fantasía relacionada con la energía nuclear (ya sea la más que improbable fusión o los reactores de IV Generación con los que se experimenta desde hace 70 años); por el otro, los defensores de este modelo de generación renovable. La opinión pública estará convencida que ésas son todas las alternativas disponibles y asistirá al debate esperando a que al final alguien gane, a que una solución a nuestros graves problemas se imponga. Por supuesto tal cosa no pasará nunca y cada vez estaremos más hundidos económicamente, pero distraídos creyendo que nuestra salvación radica en ese falso e inmóvil debate.

+ La clave es la superpoblación: Este tema sale algunas veces en el blog, y no es uno sencillo de abordar. Obviamente, somos muchos en el planeta y, como alguna vez se ha comentado, el número de hectáreas cultivables por habitante es de sólo 0,16, es decir, 1.600 metros cuadrados, un cuadrado de 40 metros por 40 metros. Está en el límite de la capacidad de carga de un ser humano, y eso con un suministro de energía fósil enorme. Es por tanto obvio que si no se toman medidas correctoras se tomarán automáticamente las que ejecuta la Naturaleza en este tipo de situaciones: hambre, epidemias, guerra y muerte.

Un problema tan crítico y tan delicado, que requeriría una gestión integral (de modo que aprovechásemos los recursos no renovables restantes para adaptarnos suavemente a la capacidad poblacional sostenible del planeta durante las próximas décadas) no va a ser en absoluto abordado de esa manera, y así los medios de comunicación tenderán a hacer un discurso cada vez más simplista y cada vez más xenófobo y de trazos gruesos. En un determinado momento la base social comúnmente aceptada probablemente será que lo nuestro es nuestro y que hay que echar a los de fuera, que vienen a aprovecharse de lo nuestro (ignorando quiénes somos y de dónde venimos). Como es un discurso simplista y ramplón pero fácilmente popular por populista, y viendo cómo está evolucionando Europa a ese respecto, mis esperanzas de que se imponga un mínimo de racionalidad, si son bajas respecto al resto de cuestiones, respecto a ésta son nulas.

+ Los problemas con el cambio climático: Otro frente de negación y confusión es el relacionado con el cambio climático. Hace un año publiqué aquí un artículo titulado "Un año sin verano", del cual se han burlado repetidas veces en diversos foros de internet con el curioso argumento de "¿Ves? Este tío se equivocó: sí que hubo verano". Quien dice eso demuestra, una vez más, que lo único que leyó del artículo fue el título. Para nuestra desgracia, el problema que se describía en aquel post (la inestabilización del chorro polar, que es cada vez menos zonal y más meridonal) persiste, con consecuencias inciertas para nuestro futuro.




Los episodios de oleadas sucesivas de frentes de fuertes lluvias en el Atlántico Norte, el estacionamiento del Vórtice Polar en la zona oriental de los EE.UU. y las sequías en la zona occidental están fuertemente relacionados con el problema del Jet Stream, y aún así se persiste en intentar desdeñar los problemas como cosas que caen dentro de una más o menos pretendida "normalidad". En ese sentido, es llamativo ver con frecuencia en los medios de comunicación cómo gente con conocimientos de meteorología hacen de menos las tendencias actuales y por ejemplo explican que en 1962 la mínima de temperatura de Junio en Cuenca fue inferior a la observada en 2013 o que en 1958 hubo mayores marejadas en Santander, y sin embargo no son capaces de entender que nunca se había visto fenómenos de tal amplitud en todos esos puntos al mismo tiempo (es lo que en estadística se llama comparativa de estadísticas marginales frente a la comparativa de estadísticas conjuntas). Cuando se insiste una y otra vez que para descifrar tendencias estadísticamente significativas hace falta ver la evolución del patrón climático durante décadas, lo cual es cierto cuando se habla de las marginales, también se desdeña que un patrón conjunto de muchos puntos al mismo tiempo tiene mucha mayor significación estadística que una serie larga de un sólo punto (por razón de una propiedad básica en Física Estadística: la ergodicidad). No obstante, se intenta tranquilizar a la población incluso en presencia de fenómenos significativamente anómalos, y lo cierto es que aún lo consiguen: hace poco me contaban en Gijón como una anciana que llegaba a su casa en medio de una terrible marejada que inundaba su calle se encontró con un asistente a una de mis charlas, y ella misma le dijo que nunca en su vida había visto cosa semejante; cuando él le comentó que posiblemente fuera una consecuencia del cambio climático ella le contestó: "Bueno, eso yo ya no lo veré". Y en cierto modo es cierto, porque lo tiene delante pero no lo ve.

Al final, parece un poco extraña la insistencia en usar plantillas del pasado para intentar describir el comportamiento del clima en el presente y futuro si uno entiende que en realidad este clima está cambiando. Básicamente, podríamos decir que una parte de los meteorólogos de manera implícita no cree en la validez del cambio climático, puesto que insisten en creer que el futuro es una réplica del pasado.

El problema más serio a corto plazo con la desestabilización climática es su efecto sobre la producción de alimentos y las posibles guerras que se puedan desencadenar por su causa (las Guerras del Hambre). A pesar de ello, todos estos asuntos se taparán con ilusiones tecnológicas de remedios técnicos para combatir una fuerza que supera en órdenes de magnitud la capacidad industrial del Hombre, y con apelaciones al consumo responsable y el ahorro que en realidad ocultan la necesidad de consumir menos por la menor disponibilidad que poco a poco habrá de todo. Lo que pueda acabar pasando con el Cambio Climático es imposible de saber con certeza ahora mismo, aunque los escenarios de futuro, si no se hace nada en absoluto, pueden ser próximos a un cuento de terror.


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Y aquí acabo mi catálogo no exhaustivo de excusas para la próxima década. Al final, todas las excusas tienen un mismo punto en común: la oposición férrea a cambiar el sistema económico por uno verdaderamente sostenible y la necesidad de mantener a ultranza el BAU cueste lo que cueste, engañando a la gente por los medios que sea con tal de conseguirlo. Es herejía cuestionar las bases de nuestro sistema económico y por eso se va a retorcer la realidad tanto como sea necesario para mantener la ilusión el máximo tiempo posible, aunque sólo sea unos segundos más y aunque eso nos deje peor preparados para lo que suceda a la caída del capitalismo.

A pesar de todo lo expuesto, se observan últimamente algunas grietas en la complacencia oficial. Hace poco el Banco de Inglaterra hacía público un sorprendente artículo de investigación que tira por tierra las ideas convencionales sobre la creación del dinero, con graves consecuencias sobre lo que significa nuestro sistema monetario. Un estudio científico financiado por la NASA, por un lado, y un informe la ONU, por el otro, alertan de un más que probable colapso de la sociedad. Incluso por el lado de la economía más tradicional, hace unos días se publicaba en la Carta de la Bolsa un artículo en el que un economista bastante convencional convenía, sobre bases completamente racionales, que la escasez de recursos es un serio problema y que cambiará nuestro mundo. ¿Será todo eso suficiente? ¿Estamos a tiempo de parar la barbarie?



Salu2,
AMT