miércoles, 25 de enero de 2017

Descendiendo desde el cenit: el problema eléctrico en España



Queridos lectores,

Durante estos días los medios de comunicación españoles se han hecho eco de una noticia que ha sobresaltado a los consumidores españoles: durante los peores días de la ola de frío, el precio de la electricidad en España se ha incrementado un 50%. Al margen de cómo se acabe trasladando al consumidor la subida del coste de la electricidad mayorista, ese súbito incremento, justo en un momento de mayor vulnerabilidad de la demanda, ha sido interpretado por muchos como un nuevo episodio de latrocinio causado por la tradicional codicia de las grandes compañías eléctricas: se aprovechan de la necesidad, dicen los compadres y las comadres, para subir precios y así hacer su agosto en pleno enero. Y si bien es cierto que las eléctricas españolas no gozan precisamente de muchas simpatías, tampoco las mías, por sus repetidas prácticas oligopólicas y su capacidad para distorsionar el mercado (dictando al legislador, según dicen las malas lenguas, la regulación que luego se acaba imponiendo y que destruye la competencia de los pequeños productores), en el caso concreto que nos ocupa concurren otras circunstancias que convendría tener muy en cuenta, si se quiere comprender no sólo lo que ha pasado estos fríos días del comienzo de enero, sino lo que probablemente va a pasar con una frecuencia cada vez mayor a partir de ahora. Para ello es preciso ir más allá del chascarrillo fácil y comprender que una parte importante de lo que pasa tiene que ver con el proceso de declive productivo de los recursos naturales no renovables que ya ha comenzado y que se irá manifestando con más fuerza a medida que pasen los años. Un punto de vista éste - el del declive energético de nuestra sociedad - raramente abordado en los medios, pero fundamental si queremos entender y saber reaccionar. Con este post inauguro una nueva serie, "Descendiendo desde el cenit", en la cual analizaré fenómenos que se desarrollarán durante estos primeros años después del cenit del petróleo, y trataré de mostrar hasta qué punto son una consecuencia lógica e inevitable del descenso energético y particularmente de la caída de producción del petróleo, carbón, gas natural y uranio.

El actual episodio de alza de los precios ha sido motivado tanto por un incremento de la demanda como por una caída de la oferta.

+ Por el lado de la demanda, la cosa parece clara: la ola de frío ha traído temperaturas muy bajas y eso ha motivado que el consumo eléctrico se haya disparado. El silogismo, que pudiera parecer evidente, no lo es tanto, pues en España muchos de los sistemas de calefacción domésticos no son eléctricos; y sin embargo ciertamente ha habido un sensible incremento de la demanda, del que luego hablaré.

+ Por el lado de la oferta, factores coyunturales y estructurales han provocado un descenso de la capacidad de producción eléctrica española, sobre todo por parte de las tecnologías de menor coste. Asumo que ya saben que en España el precio de la electricidad se fija de manera marginalista, lo que quiere decir que en cada momento lo que se tiene que pagar por toda la energía eléctrica generada es el coste de la más cara de las producidas - Dicho de otro modo: el precio de todos los kw·h es el coste del más caro de todos los producidos y consumidos. Entre los factores coyunturales que han retirado de la producción los kw·h más baratos están la falta de viento y de sol que han acompañado y justamente caracterizado la ola de frío. Se ha citado también la falta de agua embalsada (39% de capacidad frente al 55% de hace un año) como factor coyuntural, aunque es difícil saber si la relativamente baja capacidad hidráulica va a ser, en los años por venir y el cambio climático mediante, algo coyuntural o estructural. 



Mucha menos atención se ha prestado a los factores estructurales que están afectando a la oferta, y de rebote a la demanda, y es acerca de eso sobre lo que centraré la discusión del resto del post.

Los dos factores más determinantes que están afectando de manera estructural a la oferta de energía eléctrica en España son la llegada del cenit del gas natural en Argelia, juntamente con su cenit del petróleo, y la llegada del mundo al cenit del uranio.

+ Situación del gas natural en Argelia: Argelia es el principal suministrador de gas natural a España: más del 50% (el porcentaje varía según el año) del gas consumido en España proviene del país norteafricano. Como ya hemos analizado en repetidas ocasiones en este blog, la producción de gas natural en Argelia lleva prácticamente estancada, con ligeras subidas y bajadas, desde hace casi 10 años, mientras que su consumo interno ha seguido una curva creciente y por tanto ha hecho decrecer las exportaciones rápidamente.



 


Pero si la situación de la producción argelina de gas natural es mala, la del petróleo es mucho peor: hace más de 10 años que Argelia superó su cenit de producción de petróleo y la producción del oro negro argelino (muy apreciado por consistir fundamentalmente de petróleos ligeros) está en declive; y al igual que en el caso del gas natural, el consumo interno sube de manera constante y las exportaciones decrecen de manera rápida por culpa del efecto del  territorio exportador.

 

El declive productivo del petróleo (materia prima más cotizada que el gas), juntamente con el escenario de bajos precios para el oro negro en los dos últimos años, han deteriorado enormemente las cuentas del estado argelino e incrementado la tensión interna del país. No sólo eso, sino que como el precio del gas natural está indexado al del petróleo también el valor de las exportaciones de gas ha caído estrepitosamente, una parte por la caída del precio y la otra por la caída de las exportaciones fruto del estancamiento productivo y el incremento del consumo doméstico.

En este delicado contexto, Argelia ha experimentado recientemente dificultades para mantener sus operaciones de exportación con buques metaneros, y en ese contexto se cita que ha habido problemas en las terminales de carga de Béthioua y Skikda. Sin embargo, no se debe perder de vista que la mayor parte del flujo hacia España circula por el gasoducto MedGaz (el 80% del gas que viene de Argelia y el 50% de todo el gas que consume España). Todos estos problemas parecen reflejar más bien la incapacidad de Argelia de mantener las exportaciones al ritmo acostumbrado, cosa que desde una perspectiva económica clásica resulta incomprensible  pero que es completamente lógica desde la perspectiva de las ciencias naturales.

Por culpa de esta escasez de gas natural, su precio en España ha aumentado en un 66% durante el mes de diciembre. Se ha de tener en cuenta que este problema es estructural, y aunque el precio bajará en las próximas semanas cuando vuelvan las temperaturas más moderadas, la dificultad para mantener el suministro en los niveles habituales persistirá, así que la tendencia de base para el precio del gas natural argelino es la de subir, con los altibajos propios de los momentos de mayor o menor demanda.

A diferencia de la electricidad, el gas natural sí que es la fuente de energía mayoritariamente usada en España para la calefacción, así que la ola de frío sí que ha repercutido directamente en una mayor demanda de gas, justo en un momento en el que ha habido problemas (relativamente menores, bien es cierto) de suministro. Eso ha llevado a un encarecimiento general del gas natural, y por tanto de la generación eléctrica en las centrales de ciclo combinado que usan gas natural. Sin embargo, la subida del precio del gas no explica por sí sola la subida del precio de la electricidad, puesto que las centrales de ciclo combinado sólo entran en funcionamiento cuando el resto de sistemas de generación eléctrica del sistema ya no pueden cubrir la demanda. Si bien es cierto que la producción de energía de origen eólico, fotovoltaica e hidroeléctrica ha estado bajo mínimos estos días, otro factor venido de fuera explica el por qué del incremento de la demanda y la explosión de precios: Francia.


+ Situación de la producción nuclear en Francia: Como ya hemos comentado en varias ocasiones, la producción de uranio mundial presenta síntomas claros de haber superado ya su cenit y encontrarse en el proceso de declive terminal. No deja de ser curioso encontrarse aún con tantos defensores de la energía nuclear como opción de futuro, a pesar de que no hay signos de que la producción de uranio se esté recuperando (por cierto, no intenten buscar datos sobre la producción mundial de uranio en el Departamento de Energía de los EE.UU.: ya no los hay) y la cosa ya va para varios años - por supuesto, los economistas neoliberales insisten en que se trata de un problema de equilibrio entre oferta y demanda y que simplemente la demanda cayó fuertemente después del desastre de Fukushima; aunque cabría preguntarse por qué entonces se sigue recurriendo al uranio almacenado mayoritariamente en forma de bombas nucleares y la producción de mina sigue decayendo. En todo caso, y yendo ya al caso específico de Francia, ya hace tres años comentamos cómo la intervención militar en Malí respondía al vital interés para el país galo de asegurar sus minas de uranio en Níger, de donde saca la tercera parte del uranio que consume. Dado que además a Francia le ha surgido un competidor sobre el terreno al que no puede echar, China, eso está creando problemas serios de suministro de uranio a nuestros vecinos del norte. Las noticias sobre lo que está pasando exactamente en el sector nuclear francés llegan con cuentagotas, envueltas en mucho secretismo. Hace siete años los sindicatos de trabajadores de centrales nucleares denunciaban que la empresa semipública Areva no retiraba a tiempo los residuos y que retrasaba el suministro de uranio. Poco después supimos que la empresa estaba prácticamente en quiebra y que sería rescatada por el Estado francés. Desde entonces, por uno u otro motivo, de manera permanente más de una cuarta parte de las centrales nucleares galas han estado paradas, siempre alegándose "razones técnicas" (últimamente, según se dice, por la detección de piezas defectuosas, que habría llevado a una detención total de algunos reactores mientras se hacen las oportunas revisiones).

Aunque es difícil confirmar que el problema francés con sus centrales es debido fundamentalmente a los problemas que está encontrando Francia para suministrarse uranio, ésta parece a todas luces la verdadera razón detrás del parón nuclear franés, sobre todo teniendo en cuenta que no es un problema puntual actual sino una cosa que se prolonga desde hace ya unos años y para la cual se van dando explicaciones (o excusas) que van cambiando con el tiempo, como si en vez de ser un problema estructural fuese una sucesión de problemas puntuales. Sea como sea, el caso es que los intercambios eléctricos entre España y Francia han ido aumentando en dirección norte a lo largo de los años, y la demanda en estos últimos días (alrededor de 2 Gw) duplica lo habitual.

Así que en este contexto, ha bastado unos días fríos para que Francia haya tenido que incrementar sus importaciones eléctricas del extranjero, y en particular de España. En Francia, al contrario que en España, la calefacción doméstica es frecuentemente eléctrica, debido al exceso de confianza depositado sobre la energía nuclear en esas latitudes (el 75% de la electricidad producida en Francia es de origen nuclear). Por su parte, España incrementó de manera poco racional su capacidad instalada, superponiendo diversas tecnologías, con lo que la potencia instalada en España, de unos 108 Gw, supera en mucho el máximo de potencia jamas consumida (el récord aún está en julio de 2008, con 45 Gw), y no digamos la potencia media (alrededor de 32 Gw). Aunque la potencia instalada nunca es alcanzable pues nunca todos los sistemas funcionan al 100% (por ejemplo, eólica y fotovoltaica tienen un factor de carga que en España está alrededor del 20%), España tiene bastante más capacidad instalada de la que necesita para su consumo doméstico. Como anticipábamos cuando discutíamos el papel de la línea de Muy Alta Tensión (MAT), el sentido de la interconexión entre España y Francia irá más hacia el último que hacia el primero, como estos días estamos confirmando. El problema es que la situación de déficit eléctrico francés es probablemente estructural, y eso presionará el precio de la electricidad al alza en España de manera bastante persistente, sobre todo en los momentos de mayor demanda.

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Así pues, como hemos visto, dos fenómenos de cenit productivo o pico (el cenit del gas natural argelino y el cenit del uranio mundial) son probablemente los factores de mayor peso que explican no sólo el actual incremento del precio de la electricidad en España, sino que los precios altos probablemente van a persistir, o incluso recrudecerse, en los próximos años.

El súbito incremento del precio de la energía eléctrica ha causado conmoción en los medios y en la opinión pública española. Las alarmas han saltado y los medios y los agentes sociales, aparentemente en defensa de los intereses de los ciudadanos, han reclamado una rápida y decidida intervención del Gobierno español para frenar la escalada de precios. Tal revuelo se justifica posiblemente más por el interés (quién duda que legítimo) de la industria que por el de los usuarios domésticos: al fin y al cabo, España es un país industrializado con una industria moderna que usa más una forma de energía muy especializada y útil como la electricidad en vez de otras más básicas y primarias como el gas o el petróleo. Alimenta el resentimiento del sector industrial saber que, a pesar de la gran capacidad instalada, España sigue teniendo una electricidad cara, y que los múltiples movimientos del oligopolio eléctrico influyendo a los gestores políticos han perjudicado, o así se ha percibido, la competitividad industrial vía abaratamiento de la electricidad.

Es en este contexto que el ministro español de la cartera de Energía (y de un par de cosas más no necesariamente relacionadas ni armonizables) haya anunciado una auditoría del sistema para detectar dónde se han producido los "fallos del mercado eléctrico", y propone entre otras medida la designación de un "creador del mercado", que en analogía a lo que pasa con el mercado financiero se encargaría de favorecer la eficiencia de los intercambios, llevando a una competencia perfecta y un abaratamiento de los costes. Dejando al margen la pertinencia del nombramiento del  "creador del mercado" (la empresa Gunvor), pensar que los problemas descritos más arriba se solucionan favoreciendo la competencia por medio de una especie de tutor (que a alguien cargará las minutas de su trabajo) es no sólo no comprender la naturaleza del problema, sino que en realidad pretende solucionar un problema que no es el que tenemos y creará otros de nuevos (particularmente, cuando se exijan responsabilidades?

¿Cuál puede ser la respuesta al reto que se plantea? No ya para hacer frente al problema puntual planteado estos días, sino a una situación en la que las circunstancias actuales serán constantes y más graves que las actuales. Es obvio que movilizar al máximo la capacidad de generación eléctrica es la medida más simple y directa, una "respuesta adecuada del mercado" a una situación de demanda creciente en un contexto de oferta limitada. Sin embargo, el problema irá a peor probablemente, y será necesario limitar al máximo la entrada de centrales de gas de ciclo combinado porque el gas será muy caro. En un momento dado, se planteará la necesidad de acotar o limitar la cantidad de energía eléctrica exportada hacia Francia. ¿Comenzarán a reivindicar los ciudadanos y empresas españolas que "la electricidad española es para España"? Tal "nacionalismo energético" no es, en esencia, demasiado diferente del "nacionalismo industrial" que está planteando Donald Trump en los EE.UU. con la revocación de los poco populares tratados de libre comercio y con la promesa de relocalizar la industria americana, cargando fuertes aranceles a los productos extranjeros (y particularmente chinos) si fuera preciso. ¿Va virar España hacia una posición ultranacionalista en temas de electricidad, de manera que garantice su competitividad económica y su bienestar? ¿Se impondrá por la fuerza de la ley cuotas para que las compañías eléctricas españolas no puedan exportar a su gusto hacia otros países que están dispuestos a pagar más? Al fina y al cabo, la imposición de cuotas en muy sencilla, pues basta con controlar Red Eléctrica Española, que es la empresa única que se encarga de la gestión del transporte de electricidad. Las cuotas se podrían establecer de manera explícita, o por medio de onerosos peajes impuestos a cada kilovatio·hora que atraviese la frontera. Pero, ¿y qué va a pasar con el gas natural? Argelia va a seguir teniendo dificultades para mantener sus exportaciones, y estas dificultades serán cada vez mayores. A Argelia le interesa vender su gas a quien mejor pague, y ése es probablemente antes Francia que España, pero el gasoducto mediterráneo pasa por España. ¿Va a entrar España en una serie de conflictos recurrentes por el transporte del gas argelino, al estilo de los de Ucrania con Rusia? ¿Se acabará produciendo una escala militar entre ambos países, a la que se sumaría Francia para defender sus propios intereses?


El mundo tras los cenits funciona de manera muy diferente a cómo funcionaba antes, pero por desgracia esta cuestión no se trata en las discusiones que se ven en los diarios y la televisión. Delante de los problemas que están aflorando, se insiste una y otra vez en parches economicistas y mercantilistas que no van a la raíz; se habla de mercado y de eficiencia sin identificar un problema más básico, bien descrito desde las ciencias naturales pero incomprensible para la escuela dominante de los economistas: que la disponibilidad de recursos naturales tiene un límite y no es que estemos llegando a él, sino que lo estamos rebasando. La falta de comprensión de este problema puede llevar a precipitarnos en las peores consecuencias. Es por ello indispensable hacer un análisis tranquilo y sosegado, pero sobre todo objetivo.

Salu2,
AMT

miércoles, 18 de enero de 2017

Chile mira al futuro




Queridos lectores,

Durante la semana pasada estuve en diversas ciudades de Chile, participando en el VI Congreso del Futuro. Fue un evento intenso: un centenar de presentaciones durante seis días (de lunes a sábado), todas ellas de un altísimo nivel, en algunos casos extraordinario. Yo tuve el inmerecido honor de ser invitado a participar a instancias del senador Guido Girardi, promotor del congreso y persona muy preocupada por las cuestiones ambientales, a la que alguien probablemente le sugirió mi nombre.

El Congreso del Futuro de Chile es el mayor evento de divulgación científica de alto nivel de Latinoamérica y probablemente del mundo entero, pues en muy pocas ocasiones he visto congreso tan trasversales. La selección de panelistas, con mi sola excepción, fue representativa de la élite científica y humanística del planeta Tierra, contando con la presencia de científicos muy destacados, grandes divulgadores y pensadores, y hasta dos premios Nobel (y no me resisto a mencionar la presencia de Toru Iwatani, con quien tuve la suerte de comer el primer día y que me mostrara una carpeta manuscrita con el código original del Pac-Man). Todas las presentaciones son accesibles desde la página de congreso y podrán juzgar Vds. mismos.



Dado que el congreso iba de ciencia, de la ciencia moderna que está sentando las bases del futuro, el congreso tenía por supuesto una fuerte componente tecnooptimista (como difícilmente podría ser de otra manera). Y sin embargo más de una charla (no sólo la mía) evocaba los graves problemas que se está generando la Humanidad a ella misma por culpa de su falta de sensibilidad en las cuestiones ambientales y de sostenibilidad en general.

El Congreso del Futuro, que va ya por su sexta edición, evidencia el interés de Chile por buscar modelos de desarrollo que superen el paradigma experimentado por Occidente. Chile es un gran país con un gran potencial, aunque por lo que vi muchas de sus gentes padecen un infundado complejo de inferioridad que les lleva a ansiar crecer y crecer para ocupar el lugar que le corresponde en el mundo. Dado que Chile es el primer productor de cobre del mundo y que tiene también otros grandes recursos naturales (pesqueros, madereros, potencial solar y eólico), muchas miradas ambiciosas están centradas en él. Afortunadamente, muchos chilenos con los que hablé son conscientes de ello y tiene claro qué quieren y qué no, y sobre todo qué errores ajenos no quieren repetir en suelo chileno. Por eso están buscando informarse bien para tomar por sí mismos las decisiones sobre su futuro. Que estas decisiones sean las correctas o no dependerá, en buena medida, en que puedan escuchar opiniones diversas y plurales, y creo que precisamente fue en aras de esa pluralidad que yo fui invitado (si tienen la oportunidad de localizar las tres otras presentaciones de mi panel, verán que son dolorosamente tecnooptimistas, con repetidas jaculatorias a uno de los mayores bluffs del momento, Tesla). Como en cualquier congreso, y más en uno de tamaña envergadura, hubo pequeños fallos de organización, que el personal al cargo supo corregir inmediatamente y con gran profesionalidad; si algo puedo destacar fue precisamente lo muy atentos que fueron conmigo.

La gran afluencia de público en Santiago de Chile demostró una vez más que el ciudadano chileno tiene un gran interés por la ciencia y por el modelo de futuro para su país. Durante los días que estuve en Chile, la noticia más comentada y celebrada fue la creación del Ministerio de la Ciencia (algo que en España tuvimos durante unos breves años y que desapareció sin que hubiera la más mínima reacción ciudadana, como tampoco la hubo cuando el CSIC, el mayor organismo de investigación de España, pasó a depender del Ministerio de Economía - donde seguimos).

El interés por las actividades del Congreso del Futuro no se centró solamente en Santiago, y así se organizaron presentaciones y discusiones con los científicos del Congreso en diversas localidades del país. Yo tuve la ocasión de viajar a Antofagasta y a Concepción; así, pude conocer someramente la idiosincrasia de otras dos regiones y también la oportunidad de discutir con académicos locales. Lo cierto es que fue agotador (salíamos y volvíamos cada día a Santiago de Chile), pero fue intenso y mereció mucho la pena.

En resumen, mi participación fue una gran experiencia, y espero poder ayudar en lo que me soliciten para conseguir mejorar lo que ya de por sí es un evento extraordinario.

Chile mira al futuro. Ojalá el resto de países hicieran igual.


Salu2,
AMT

domingo, 15 de enero de 2017

Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert (y IV)

Queridos lectores,
 

Antes de partir de Chile, quería proporcionarles la cuarta y última entrega del ensayo de Edgardo Farías acerca de la interpretación de la curva de Hubbert (enlaces a la primera entrega, a la segunda y a la tercera). Como siempre, espero que sea de su interés.
 

Salu2, 
AMT

Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert (y IV) 

Parecíamos que habíamos llegado al final del camino y resulta que solo era una curva abierta a otro paisaje y nuevas curiosidades (José Saramago)

 Ya en el corolario de esta serie de posts, supongo que es un buen momento para recordar lo señalado, a modo de advertencia, en el primero de ellos: Los datos, someros y gruesos, su interpretación, no tienen tanto de rigor científico como de licencia poética; no pretendo establecer matemáticamente una hipótesis temporal respecto del desarrollo de la curva de Hubbert y en qué punto de ella nos encontramos; tanto como abrir, siquiera un poco, las perspectivas y de ser posible, observar ciertos elementos que esa nueva mirada nos entrega o que nosotros podemos interpretar, esta vez , con otros ojos.

Mi idea, mi teoría, mi divagación, como quieran llamarla, era simple, la curva de Hubbert, que es una función gaussiana, es también muchas cosas más, entre ellas es un ciclo  y un reloj. Que, desde la perspectiva anterior, la asimilación de la curva de Hubbert a un reloj de 24 horas ó a un día, quizás podía (porque así lo dictaría la simetría y el equilibrio oculto de los engranajes del destino)  darnos una nueva idea de en qué punto de madurez de este ciclo civilizador nos encontramos. Que, en el desarrollo de esa hipótesis, tomando un punto de partida y otro más para medir la velocidad de desplazamiento del tiempo, este reloj tiene su inicio en 1859 a las 00:00 y se detiene el 2052 a las 24:00; que el inicio de la meseta quedó fijado a las 10:00 (1940), el cenit corresponde al año 1954, y que la bajada de la meseta de la curva de Hubbert se sitúa  alrededor de las 14:00 esto es el año 1972. Que el Rosy scenario  de Orlov, o el colapso catabólico de Greer - el proceso de Gran Exclusión como lo denomina Antonio Turiel- no están adelante, sino que en estos precisos instantes estamos viviendo, de ellos, sus últimos estertores. Por último que hoy, año de nuestro señor Jesucristo de 2016, corresponde a las 19:30 horas y que por tanto, solo nos quedan 30 minutos, 4 años, antes de que se nos venga la noche más oscura.

Ahora, supongamos que todo lo anteriormente señalado tiene ese mínimo de probabilidad de ser cierto como para, al menos, considerarlo, darle una vuelta, sobre todo en lo referente al punto, al momento, de la curva de Hubbert, en que la humanidad, en estos instantes, se encontraría…y que en este ejercicio, deliberadamente, es muy, muy abajo. Y cuando digo lo anterior me detengo, porque, precisamente, la intención era llamar  la atención a los muchos que creen que, o todavía no caímos por el lado derecho la curva de Hubbert -o recién comenzamos a hacerlo- y por tanto, el colapso, el de verdad, esta mínimo un par de décadas por delante. Y la pregunta que al final me hago: bueno…y, si lo planteado en esta serie de post tuviera un mínimo de asidero, entonces ¿qué es lo que estamos mirando mal que nos puede estar dando esa sedativa pero falsa sensación de tranquilidad? Veamos. 

Lo primero, conjeturo, sería señalar lo increíblemente frágil de nuestra mente, nuestra percepción de lo real; sencillamente nos formulamos una idea de la realidad, luego la dibujamos y luego, observando el dibujo, establecemos que idea de la realidad, dibujo y realidad son la misma cosa. Observen la siguiente imagen:

C:\Users\Usuario\Downloads\Campana 3 version morada-001.jpg

De izquierda a derecha la primera de las curvas (Curva N° 1) es la que cotidianamente consideramos políticamente correcta, lo que se dice una curva de Hubbert en el sentido clásico del término. Pero, oh, contradicción, si hemos de estar solamente a los datos de producción de hidrocarburos, que (y luego me detendré en ese punto ) es la base angular para construir la curva de Hubbert clásica, en realidad la curva que está al medio (Curva N° 2) es, de hecho, mucho más cercana graficando la realidad que la anterior; en efecto, si la producción ha ido aumentando constantemente con el paso de los años, nuestra de curva de Hubbert real no puede tener curva y solo se debe expresar como una cuesta ascendente que se extiende, por ahora, al infinito. Luego y entonces pregunto: Si damos por cierta la primera, entendemos que, stricto sensu, aún más cierta es la segunda, ¿porque no puede ser cierta la tercera?, o en otras palabras: ¿se puede ir, derechamente, bajando la curva de Hubbert, aun aumentando la producción?... yo creo que sí. 

Vuelvo entonces sobre mis pasos y retomo la figura de la curva de Hubbert como un reloj de 24 horas, como un día en la historia del hombre. Y mi primera impresión es que uno se asombraría con la cantidad de apreciaciones que consideramos lógicas a la luz de la mañana, pero que a veces no lo son tanto; nos parecen tan simples los fenómenos, estamos tan encima de ellos, que pocos se detendrían para verificar las conclusiones a las que llegamos. Entonces, supongamos, observando la gráfica de una curva de Hubbert cualquiera, que la línea que la dibuja es la línea en la que se mueve el sol en el firmamento. Lo primero entonces podremos concluir es que, efectivamente, el momento en que el sol está en su cenit (12:00 hrs.) es el más luminoso y más caluroso del día… o no?

Es extraño el tema de la luminosidad del día, por de pronto, apenas el sol asoma totalmente por el horizonte, digamos a las 09: 00 am, está igual de luminoso, que a las 17:00 horas. La verdad es que si nos hicieran mirar un espacio iluminado por la luz del sol, sin otro elemento para determinar la hora (sombras, el punto en que se encuentra el sol en el cielo) no muchos podrían establecer correctamente la hora. La luminosidad cotidiana no tiene una dinámica, al menos perceptible, de un in crescendo hasta alcanzar su cenit, y luego un diminuendo hasta que el sol se oculta. Lo cierto es que el sol entre las 09:00 y las 18.00 de un día cualquiera nos entrega el mismo grado de luminosidad. Pero la explicación anterior, es solo un acercamiento a otro fenómeno, mucho más interesante, si se quiere, a la hora de analizar e interpretar la curva de Hubbert. Porque, si analizando la luminosidad podemos concluir que es la misma durante todo el día, no sucede los mismo cuando se trata de analizar el calor que acumula un día, en este caso el fenómeno es totalmente el contrario. Y cuando digo calor estoy diciendo energía y más específicamente energía acumulada.

Observen un día estival cualquiera, nunca el momento de más calor del día coincide con el momento en que el sol se encuentra más alto en el horizonte o en su cenit. No señor, a las 12 del día en el cenit del recorrido del sol hace calor, pero el peak de calor se produce, entre las 16 y 17 horas. El sol ya ha bajado mucho por el lado derecho de la curva de Hubbert cuando el termómetro sentencia los 35°, 36°, 37° grados de ese día. Así, a nadie se le ocurriría decir “vaya, hay 35 grados y hace un minuto bajamos de los 36, luego son las 12:00 horas con 10 minutos y acabamos de pasar el cenit del sol”.

Creo, desde mi formación (las letras), tener una explicación para el fenómeno anterior: acumulación. La energía que no se pierde, o almacena, se acumula. La acumulación (del latín cumulus, montón, excedente) no se pierde porque no desaparece inmediatamente, ni se almacena porque no se guarda para ser, luego, utilizada. Y, sin embargo, ahí está…a las 08:00 de la mañana limpiando de humedad el pasto de los potreros, que ha dejado el sereno o el fresco de la madrugada. A las 10 de la mañana, calienta de a poco las tablas de las paredes, las tejas o zinc de los techos, los mendigos y punkies durmiendo la mona en la Plazoleta del Rosario de mi ciudad, las calles, árboles, edificios. A las 11: 00 am la temperatura es exquisita, este servidor debe vencer la tentación de salir arrancando de su oficina a comprar unas cervezas y algo de carne y no hacer nada más durante el día. Pero a las 13:00 las latas y el concreto queman, la tierra achicharra, la atmósfera se calcina en los pulmones, el agua hierve… a las 16.00 horas todo arde. ..acumulamos energía- ni siquiera eso, se acumula energía, se amontona energía- y, por tanto, doblamos su efecto. ¿Será por lo anterior que Dios, en su infinita sabiduría, solo una vez se permitió el milagro de detener el sol, a pedido de Josué (Libro de Josué, cap.10 v.12) o será que ya no le complacen las matanzas que se hicieron bajo un sol que no se movió en 2 días? Vaya a saber uno. 

Pero, en fin, volviendo con el tema y el punto, digamos que nuestra sociedad sufre, por necesidad, del Mal de Diógenes en materia energética. Producimos actualmente alrededor de 94 millones de barriles de petróleo (utilizando la acepción más genérica del termino) por día, y sin duda llegaremos a los 100 millones de barriles de petróleo por día. La pregunta que cabe hacerse es si el simple aumento de la producción es indicativo que aún no hemos llegado al cenit de la curva de Hubbert? Parece que muchos pensamos que sí, que el razonamiento anterior es el correcto. ¿Nadie se ha puesto a pensar que, tal vez y solo tal vez, la forma en que está construido nuestro sistema civilización (que en realidad es solo otra forma de decir la forma en que está construida nuestro sistema de generación y distribución energética) provoque que aun bajando la curva de Hubbert y posiblemente en razón precisamente de ello, nos veamos obligados a producir más energía que menos? Piénselo, hemos construido estos últimos 50 años la mayor cantidad de represas hidroeléctricas, centrales térmicas, a gas, a carbón, centrales nucleares, líneas de tendidos eléctricos, plantas de distribución de electricidad, fabricas, carreteras, vehículos, maquinarias, edificios, ciudades, hemos duplicado la cantidad de personas sobre el planeta, todo lo cual no puede funcionar (o vivir) sino con una fuerza de succión (producción de hidrocarburos) que solo debe ir a más.

Son siempre los arboles los que no dejan ver el bosque, hemos construido tanta civilización, que hemos confundido más con mejor, y eso, en el ámbito energético, será fatal. ¿Tenemos más energía? sí claro que sí; ¿es más fácil de conseguir? No, claro que no… y así, aunque nunca podamos calcular la TRE de la actual producción de energía, una cosa es ley universal:

…si nos cuesta más producir hidrocarburos, aunque estemos produciendo más cantidad, no estamos subiendo la curva de Hubbert, sencillamente la estamos bajando….

Y si el enunciado anterior es cierto, esconde una tragedia entre sus líneas porque, bajando la curva de Hubbert, más producción de hidrocarburos no es más crecimiento, es más velocidad…en la caída.

Y ¿efectivamente nos cuesta más producir petróleo? No respondo ahora, pero dejo aquí el título de un siguiente post que cualquiera de nosotros se puede animar a esbozar “Métodos EOR, TRE y curva de Hubbert… delineando el Seneca Cliff”

En el mismo orden de cosas hay, nuevamente, otra percepción, ya no gráfica como a la que aludía al principio de este post con la forma en que nos imaginamos y dibujamos la curva de Hubbert; extrañamente, este error de percepción no es visual…es verbal (bueno, no estará de más recordar que en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan cap.1 v.1) y, ciertamente, afianzada en la forma interiorizada de nuestra clásica curva de Hubbert. Así, nos decimos con indulgencia y suavidad “vamos a deslizarnos por el lado derecho de la curva de Hubbert”, “nos estamos deslizando”, “el año x comenzará la bajada por la pendiente” etc. etc., y naturalmente, la frase, nos impresiona con una sensación de suavidad que tranquiliza y da consuelo, tanto que casi nos obliga a rememorar gratos juegos infantiles, carritos, trineos…el más primoroso de los resbalines. Seguro a todos nos traiciona nuestra memoria infantil, pero la realidad es más cruda…en principio era el verbo…caer no es los mismo que deslizarse.

Caer no es lo mismo que deslizarse. Recuerdo alguna vez a Claudio Lucero, el decano de los montañistas chilenos, quien en alguna entrevista, dijo: “Sin duda, es más sacrificado subir una montaña que bajarla, pero bajarla es más peligroso. Y lo anterior porque, para subir una montaña solo existe una forma, con esfuerzo, paso a paso y vivo, siempre vivo. Pero para bajar una montaña hay siempre dos formas: bajando o cayendo… o en otras palabras, vivo o muerto”.

El dar por sentado que vamos a bajar la curva de Hubbert deslizándonos y no cayendo, como muchos bienaventurados por aquí conjeturamos, supone, necesariamente, el desmantelamiento (ordenado) de nuestra civilización…en otras palabras recoger el mantel (desmantelar, del latín mantellum, mantel)…y nosotros, ¿que hemos hecho?, pues nada, hemos armado la mejor orgía sobre el mantel, hemos pedido prestado manteles y, a esta hora, todavía seguimos invitando gente a la fiesta. Este último, un punto no menor, porque, claro, los últimos invitados (sudamericanos en general, asiáticos, incluso algunos europeos por lo que vislumbro de los comentarios de algunos compañeros españoles del Foro Crash Oil) tendrán más propensión a creer que si la fiesta ha durado 50 años, durará otros cincuenta más… y ese es otro error de apreciación que nos puede resultar fatal, porque la fiesta va a durar 5 minutos más solamente y los que llegamos al final (léase en chileno) bueno, mala cueva, llegamos al final no más poh´…por favor, que alguien le avise a los chinos. 

En fin, decía que caer no es lo mismo que deslizarse, y que el error en el verbo se afianzaba en la forma como dibujamos e interpretamos (o interpretamos primero y luego dibujamos) la curva de Hubbert, que es generalmente así…
Cómo Hacer una Curva de Gauss en PowerPoint 2010


…cuando la deberíamos dibujar e interpretar, más concretamente, así…

C:\Users\Usuario\Downloads\Campana gauss_3.jpg


Hace 40 años atrás, justo bajando la curva de Hubbert, el Informe Meadows sentenció: si no hay desmantelamiento (decrecimiento) habrá golpe y caída. Lo dijo justo cuando debimos haber comenzado el proceso de retirar el mantel, recoger las sobras y volver a casa. Empero, lo único que hemos hecho es encender más y más luces para esconder que el sol ya comenzó a declinar en el horizonte, le hemos puesto más volumen a la música y servido quizá, la última o penúltima ronda de tragos (cantinero, sírvame un crudo ligero…¿Qué dice? ¿Solo extrapesado?). Hemos subido muy arriba en esta torre petrolera, más alta que la Torre de Babel y parafraseando a Amado Nervo que dijo: hay hombres que parecen encumbrarse solo para caer desde más alto… concluyo que esta civilización no sería el primer borracho que, tropezando, cree que puede volar.

El mundo va en caída libre y estamos a minutos o segundos de darnos contra el suelo… pero, ¿quién sabe?... hemos tirado tanta porquería y tanto desperdicio en nuestro camino a la cumbre que, capaz, ni siquiera nos demos de lleno contra el suelo de piedra, capaz terminemos estrellados contra una pila de bolsas de basura, muñecas inflables, colchones viejos, ramas, verduras podridas y, ciertamente, un montón de neumáticos viejos y gastados, que -oh ironía- amortigüen nuestra caída. Pero, de que va a doler va a doler… y mucho…y pronto.


Edgardo Farías (Parroquiano).

sábado, 14 de enero de 2017

Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert (III)

Queridos lectores,

Ésta es la tercera entrega del ensayo de Edgardo Farías acerca de la interpretación de la curva de Hubbert (enlaces a la primera entrega y a la segunda). Como siempre, espero que sea de su interés.

Salu2,
 AMT
 

Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert (III)



“Los finales felices son historias sin acabar” ("Sr. y Sra. Smith")



En el capítulo anterior, nos habíamos quedado en este gráfico:

C:\Users\Usuario\Downloads\Campana gauss_2 (1).jpg

Un primer comentario, aunque en la jerga popular el amanecer y la salida del sol- así como el atardecer y la puesta del sol- se identifican con un solo momento, técnica y meteorológicamente, al parecer, son dos momentos distintos, al amanecer sigue la salida de sol, mientras que al atardecer sigue la puesta del sol. Posiblemente, y esta es una apreciación personal, entre ambos se da un fenómeno sin solución de continuidad.

Un segundo comentario ya entrando de lleno en la gráfica que observamos más arriba: al menos, en lo que se refiere en las fechas de inicio y termino del ciclo del petróleo (1859-2052) según queda estimado, particularmente las que van desde las 20:00 a las 24:00 hrs., (2020-2052), no distan mucho de las fechas que, los propios picoleros, nos damos como probables para el inicio de los problemas graves y eventual término del presente ciclo del petróleo; así, para tranquilidad de este picolero, en ese aspecto, al menos, tan desencaminados no quedamos con el método de calculo

Sin embargo, el tercer comentario, que enlaza de lleno con lo que es el corazón de esta serie de post, es menos tranquilizador, porque si le vamos a creer a la curva -reloj de más arriba, podemos concluir dos o tres cosas, ya no muy reconfortantes:

Que, la meseta de la curva de Hubbert, podría estar, holgadamente, entre las 10:00 y las 14:00 horas, esto es entre 1940 y 1972 y que, por tanto, hace no menos de 40 años que la dejamos atrás.

Que hemos venido cayendo y/o deslizándonos (la disquisición no es inútil y en el siguiente post me haré cargo de ella) por la parte derecha de la curva esos mismos- y últimos- 40 años.

Por último, que, el Rosy Scenario de Orlov, o el Colapso catabólico de J.M Greer no está, en ningún caso, por delante, sino que en estos precisos momentos, los estamos dejando atrás.

…y aquí viene la gran pregunta…¿¿¿¿¿Pero, es posible todo esto?????... ¿¿¿es posible que no estemos en la meseta de la curva o recién bajando (o cayendo) por ella, como la gran mayoría de los picoleros sostiene, sino que, en efecto, nos encontremos a las puertas del primer y gran costalazo?; o, para seguir utilizando la analogía del día de San Motor, ¿es posible que nos encontremos, precisamente, a minutos de que el sol se ponga por el horizonte para quedar, luego, frente a la noche más oscura?????...es posible?

Pues bien, para contestar dichas preguntas hay dos pegas; la primera sería establecer, cosa que aún no hemos hecho, si , efectivamente , hay al menos algunos indicios objetivos que la forma en que hemos presentado la curva de Hubbert, como un reloj de 24 horas, y las fechas que le acompañan, tiene algún mínimo de lógica objetiva. La segunda es que, si la tuvieran, entonces ¿en dónde podría estar el error estimativo al considerar el punto de la curva de Hubbert en que, supuestamente, nos encontramos en este momento? (que, para la mayoría de los picoleros, es en algún punto entre las 11:00 hrs. y las 13:00 o 14:00 hrs., esto es sin alcanzar el cenit todavía o recién superándolo, según el optimismo).

Vamos por la primera:

La fecha asignada al amanecer, efectivamente corresponde a la del inicio de un fenómeno fundamental, en lo económico, en lo productivo y en lo social, entonces sí, con letras grandes, en el inicio de un revolucionario fenómeno civilizatorio, que define, absolutamente, a la sociedad en que hoy nos desarrollamos. Ese fenómeno, cuyo inicio es la automoción en cadena, deviene en motorización de la productividad y, esencialmente, en la motorización definitiva del impulso civilizador. Así, en nuestra curva-reloj, una hora después del amanecer (1908), en 1916, junto con la salida del sol, el hombre se encontraba en mitad del primer gran potlatch moderno, motorizado (o si se quiere hidrocarburizado) y global… La Primera Guerra Mundial. El potlatch era, es, una ceremonia practicada por los pueblos aborígenes que habitaban, habitan, parte de la costa noreste de EEUU y la Columbia Británica de Canadá. En sus orígenes, consistía en un festín ceremonial en el cual, los jefes de las tribus, haciendo gala de su riqueza e importancia, se obsequiaban con magníficos regalos los unos a los otros; sin embargo, ciertas situaciones que no es del caso analizar aquí, estimularon enfermizamente dicha competencia por el prestigio social, lo que terminó derivando, ya no en el regalo, sino en la destrucción de bienes, de tal manera que en algunos casos, como parte del ceremonial los anfitriones terminaban quemando sus bienes, propiedades y casas, o arrojando pieles, mantas o incluso joyas y armas al fondo de los lagos o ríos. Es así que, económicamente, se ha estudiado el fenómeno del potlatch, como ejemplo de derroche y como gasto sin contraprestación, en definitiva, utilización de energía sin sentido.

Por su parte y como hemos dicho, si consideramos como meseta de la curva de Hubbert, el periodo de tiempo que va desde las 10:00 a las 14:00 hrs. -siendo el cenit siempre a las 12:00 en punto- esto es entre 1940 y 1972 , tenemos que ese periodo firma su estreno con el inicio del segundo gran potlatch mundial, esto es la Segunda Guerra Mundial. Y como al derroche sigue la escasez, en este ejercicio, la meseta de la curva-reloj de Hubbert se cierra con el no menos decidor, cierre de grifo (Embargo Petrolero) de Arabia Saudita en 1973.

Ahora, si observamos la curva de descubrimientos, podemos establecer y señalar ciertas significancias. En 1938 se descubre petróleo en el pozo número 7 de Dammam (Arabia Saudí); este fue el primero de varios descubrimientos que, finalmente, se revelaron como la mayor fuente mundial de petróleo En el mismo sentido, buceando en la red, he podido encontrar este gráfico, mismo que da cuenta de los descubrimientos de yacimientos petrolíferos convencionales desde el año 1947 a la fecha y que precisamente fijan el cenit de descubrimientos con Ghawar 1947-48 


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCnfXup1sQRELQoLkEjZwSC8rB8aUgZrZQgEQJviM8B-IVozvYiMCVbdWAF23h90US5wnkwaqadjuN-u3TkIjqO5t2eP8qVSg54-PbKatvaiBiQ_s82y_8XLwyRCCuXqliLockLD4CcNZl/s1600/O+%2526+Gas+DiscoveriesF.jpg


Luego y al menos, efectivamente, en lo que se refiere a descubrimientos de yacimientos convencionales de petróleo, el cenit incluso se nos adelanta una hora, 11:00 hrs., y desde ese momento que vamos sencillamente cayendo por el lado derecho de la curva de Hubbert.

Y, ¿qué es lo que podemos decir del término de la meseta (14.00 hrs) en 1972? Bueno, que la fecha inmediatamente salta a los ojos por coincidir con el Embargo Petrolero de Arabia Saudita, posterior a la guerra del Yom Kippur en 1973. Sin embargo, lo anterior puede ser, como todo en la vida; una irónica coincidencia. ¿Existe algún otro pequeño dato que la apuntale? Miren la siguiente gráfica (Fuente: Energy Information Administration): con los precios nominales y reales del petróleo, desde 1861 hasta 2011; por de pronto, los precios de petróleo, se mantuvieron constantes hasta el año 1973, particularmente constantes entre 1946-1973 (que, según entiendo es, precisamente, lo que caracteriza a una meseta y como entendemos los picoleros la meseta de la curva de Hubbert)… luego los dientes de sierra.


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/2f/Oil_Prices_Since_1861.svg/1450px-Oil_Prices_Since_1861.svg.png

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnyVt_hfmgS6Pp2A_Q7a3Oxoyfmr4jPvH9O4nuzGYSTGOevBQ7YplFJNC0kyzFBAprWX1drGYmDZs2NE5W17LEkfemzKspkbiJWdiadS9zPmINCGxEa_YvzebG1Skf1gPQAVe6px8YFJy_/s320/Arab+Oil+EmbargoF.jpg

Por su parte, los siguientes tres gráficos, muestra que el descenso MUNDIAL del producto interno bruto, consumo de petróleo y Energía del mundo, tienen su bajada “brutal” y nunca recuperada en…1973.


https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsRF233GoPHNxxxkRvP3jPhX45z3rvLHBRjL8OtugNI_pY8E8M8mjB62nyQf9yvWqtFx39p7zh7s35LAlgygPZKsPM7m-41ttHwozh6dH8i0ypstTTup90zOnwGZVqfPudVwdZDBC_Wvrq/s1600/World+GDP+and+EnergyF.jpg


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(Gráfica extraída de Our Finite World: tasa de crecimiento anual promedio mundial. Desde 1970 en adelante, crecemos menos y nos cuesta más)
Resultado de imagen para statics GDP global
(Grafica extraída de Our Finite World. Rango de crecimiento año con año…cada vez más abajo.)


Pero, por esa fecha, termina- o si se quiere inicia- otra historia. La vigencia de los acuerdos de Bretton Woods (bajo cuyo régimen, todas las monedas estaban vinculadas al dólar, el que a su vez estaba atado a un precio fijo en oro, 35 dólares la onza) que coincidentemente se enmarcan entre las 10:30 y las 14:00 horas de nuestra curva-reloj. Tampoco debe ser extraño constatar que el período de 1945-1971 es uno de los más estables de la historia económica, dado que no existieron burbujas de activos ni grandes crisis financieras como las que se han registrado en los años 80 y 90 del siglo pasado y en los primeros años de este siglo. El mayor registro de pérdidas se registró en 1957 cuando el índice de Wall Street se deslizó un 14,1%.

Sin embargo en 1971, y teniendo como excusa los gastos de la guerrita de MacNamara (Guerra de Vietnam) los acuerdos de Bretton Woods son rotos unilateralmente por los EE.UU y lo que resulta de ello, es el desacople de la econía real y la economía financiera… esto es, desacople entre energía y dinero . Y ¿qué fue lo que sucedió en la economía real?, pues esto:

…en EE.UU…

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9b/US_Unemployment_measures.svg/720px-US_Unemployment_measures.svg.png

Resultado de imagen para economia real vs economia financiera

…y esto…Japón


Resultado de imagen para tasas de desempleo en el mundo

…y esto...América y Europa…

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…y en España…


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…¿Y qué fue lo que sucedió con la economía financiera? pues esto:


Economía Financiera

…y esto…
Resultado de imagen para statics real economic profits


Dicen que los crímenes perfectos no existen… la realidad deja huellas y pistas…como si de avisar se tratase, también por aquellos años, específicamente en 1972, se presentaron las conclusiones del Informe Meadows, encargado al MIT, por el Club de Roma…

Sin duda 1973 fue el año que caímos de la meseta… fue el año en que el mundo decidió creerle a los libros contables y no a la realidad…

Dicen también que la humildad es decidora, y, en estos tiempos, nada más humilde que un hombre en bicicleta
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Edgardo Farías (Parroquiano).

jueves, 12 de enero de 2017

Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert (II)

Queridos lectores,

Ésta es la segunda entrega del ensayo de Edgardo Farías acerca de la interpretación de la curva de Hubbert (enlace a la primera entrega). Como siempre, espero que sea de su interés.

Salu2,
AMT


Rompiendo una lanza por los colapsistas… o una interpretación libre de la curva de Hubbert. II



El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto (Ch. Chaplin)


El petroleo (del latin petra y óleum, aceite de piedra) se conoce desde la prehistoria. La Biblia lo menciona como betún, o como asfalto. En el Génesis, capítulo 11 versículo 3, se dice que el asfalto se usó para pegar los ladrillos de la torre de Babel; asimismo el Génesis, capítulo 4 versículo 10, nos describe cómo los reyes de Sodoma y Gomorra fueron derrotados al caer en pozos de asfalto en el valle de Siddim…y si lo dice la Biblia. Ahora, en un orden de cosas más mundano, hace más de cuatro mil años, según Heródoto y según confirma Diodoro Sículo, el asfalto se utilizaba en la construcción de los muros y torres de Babilonia, existían pozos de petróleo en Arderica (cerca de Babilonia) y una fuente de alquitrán en Zante (Islas Jónicas). Grandes cantidades se encontraban en las riberas del río Pinarus, uno de los afluentes del Éufrates. Tabletas del antiguo Imperio Persa indican el uso de petróleo con fines medicinales y de iluminación en las clases altas de la sociedad. Las primeras calles de Bagdad estaban pavimentadas con alquitrán, derivado del petróleo que se obtenía naturalmente de los campos de la región. El petróleo se explotaba en la antigua provincia romana de Dacia, actualmente Rumanía. Según Dioscórides el petróleo, que flotaba en manantiales en Agrigento, se utilizaba en lámparas en lugar de aceite de oliva. En el siglo IX, se explotaban campos petrolíferos alrededor del moderno Baku, Azerbaijan. Estos campos fueron descritos por el geógrafo árabe Al-Masudi en el siglo X, y por Marco Polo en el siglo XIII, quien cuantificó la producción de los pozos como el cargamento de cientos de barcos. La destilación del petróleo fue descrita por el alquimista persa Muhammad ibn Zakarīya Rāzi (Rhazes). Sustancias químicas, como el queroseno, se obtuvieron en alambiques (al-ambiq) para su uso en lámparas. Químicos árabes y persas también destilaron petróleo crudo con objeto de obtener productos inflamables para uso militar. A través de la España islámica, la destilación se dio a conocer en Europa Occidental en el siglo XII.

En 1710 (o en 1711 dependiendo de las fuentes) el médico suizo, y maestro de griego, Eirini d'Eyrinys (también escrito como Eirini d'Eirinis) descubrió asfalto en Val-de-Travers, (Neuchâtel). Estableció allí la mina de bitumen de la Presta en 1719; la cual estuvo operativa hasta 1986. En 1745 bajo el reinado de la emperatriz Isabel I de Rusia, Fiodor Priadunov construye el primer pozo de petróleo y refinería en Ukhta. Mediante la destilación de "aceite de roca" (petróleo) obtenía una sustancia parecida al queroseno que se usaba en lámparas de aceite en las iglesias y monasterios rusos (aunque los hogares continuaron empleando velas).

Por su parte, en el Lejano Oriente los primeros pozos de petróleo conocidos se perforaron en China en el año 347 a. C. Su profundidad era de hasta unos 240 metros y se perforaban con brocas fijadas a pértigas de bambú. El petróleo se quemaba para evaporar salmuera y, de esa manera, producir sal. En el siglo X, grandes oleoductos de bambú conectaban los pozos de petróleo y las fuentes de sal. Se dice que antiguos registros escritos de China y Japón contienen muchas alusiones al uso de gas natural para iluminación y calefacción

Mientras, en América, está documentado que los pueblos originarios de Venezuela ya utilizaban petróleo crudo y asfalto, que rezumaban naturalmente a través del suelo hacia la superficie, en los años anteriores a la colonización española. El líquido negro y espeso, conocido por los lugareños como mene, se utilizaba principalmente para fines medicinales, como fuente de iluminación, y para el calafateado de canoas.

A su llegada a finales del siglo XV, los conquistadores españoles aprendieron de los pueblos indígenas el uso del asfalto presente de manera natural para calafatear los barcos, y para el tratamiento de sus armas. El primer envío de petróleo documentado en la historia de Venezuela ocurrió en 1539, cuando un solo barril fue enviado a España para aliviar la gota del emperador Carlos V.

En 1595 en el relato de Sir Walter Raleigh menciona la existencia del Lago de la Brea en Trinidad; mientras que treinta y siete años después, la narración de una visita del franciscano Joseph de la Roche d'Allion a las fuentes de petróleo de Nueva York se publica en la Histoire du Canada de Sagard. El científico sueco, y estudiante de Carl Linnaeus, Pehr Kalm, en su obra Viajes por Norteamérica publicada por primera vez en 1753 mostró en un mapa las fuentes de petróleo de Pennsylvania.

Del relato anterior nos queda claro que el petróleo ha acompañado a la humanidad desde sus inicios, pero claro, ninguno de los hechos descritos anteriormente podría señalarse como el inicio de la edad moderna de los hidrocarburos, el inicio del moderno día del petróleo en la historia de la humanidad. ¿Cuál es, entonces, el punto de partida? ¿Cuál es el hito que marca las 00:00 de nuestra curva–reloj de Hubbert? Bueno, al entender de este servidor, ese no puede ser otro que el año de 1859 cuando, en el noroeste de Pensilvania, el coronel Edwin Drake empieza con la perforación de un pozo de petróleo de 21 metros de profundidad en Oil Creek cerca de Titusville, Pennsylvania, para la Seneca Oil Company (a los picoleros, hombres y mujeres que no creemos en las coincidencias el nombre de la primera compañía de petróleos moderna, se nos devela como una trágica ironía ¿o una poética justicia?) se le conocería como Drake's Folly ("el disparate de Drake"). Es forzoso señalar que, antes del pozo de Drake, existían otros pozos; por de pronto, un grupo dirigido por el Mayor Alexeyev del Cuerpo de Ingenieros de Minas Bakinskii excavó a mano un pozo en la región de Bakú en 1848. Un primer pozo privado se excavó a mano en Polonia en 1853, y otro en Rumanía in 1857. Pero, entre ellos, el pozo de Drake se considera el primer pozo moderno y destaca debido a que fue perforado, no excavado; a que se usó un motor de vapor; a que estaba involucrada una compañía privada y a que marcó el inicio de una gran expansión. Entonces, amigos lectores, ya tenemos nuestro punto de inicio, la hora 00:00 de la curva-reloj de Hubbert, mismo que corresponde al año 1859.

Ahora, aunque no reparemos en ello, el inicio cronológico de cada día es siempre en la oscuridad, un cuarto, quizá un tercio (si contamos y sumamos las horas antes del amanecer y después del atardecer) de cada día, trascurren, irónicamente, el medio de la oscuridad; solamente el amanecer nos hace saber que “un nuevo día ha llegado”; lo anterior aunque, claro, llevemos en él unas cuantas horas que rara vez contabilizamos. Siempre sabemos dónde comienza un día cronológico, esto es en las 00:00 hrs., misma que fijamos en este ejercicio en el año 1859; pero, necesariamente, debemos conocer al menos un siguiente hito, para poder darnos la estimación de velocidad de desplazamiento del tiempo y de esa manera asignarle un valor en año a cada hora en que hemos dividido nuestra curva reloj de Hubbert

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Bien, si sabemos que un día cualquiera comienza a las 00:00 preguntémonos entonces: ¿cuándo amanece? Alguien dirá, la hora en que amanece dependerá del lugar del planeta y época del año en el que nos encontremos, cierto, pero para ser objetivos, supongo que el referente del amanecer debería ser la hora en que amanece en la Línea del ecuador el día del equinoccio (fecha en que la duración del día es igual a la duración de la noche en toda la tierra, ocurre en dos fechas 20 ó 21 de marzo y 22ó 23 de septiembre de cada año). Siendo el caso y revisando algunas páginas meteorológicas el amanecer en la línea del Ecuador el día de cualquiera de los equinoccio corresponde, minutos mas o menos, a las 06: 04; sale el sol a las 07.00, atardece a las 18:08 y el sol se pone a las 19 :00 horas; luego y lógicamente de noche, el día termina a las 24:00 horas, tal como amaneció, esto es en plena oscuridad. Así, la curva-reloj de Hubbert, marca el movimiento, en el firmamento civilizador, de ese sol hidrocarburificamente negro, que sigue, aún, iluminando la vida de los hombres en este moderno día, en cuyo onomástico celebramos a San Motor.

Entonces, si al entender objetivo, en un día común y corriente en un lugar común y corriente del globo, la impresión universal- y si se quiere meteorológica- es que amanece alrededor de las 6.00 am y que atardece alrededor de las 18:00 hrs., la pregunta sería: Si conocemos el momento en que inicia este ciclo, año1859, ¿Qué hecho humano asociaríamos al amanecer en la era del petróleo?

La historia de la tracción diésel se remonta a los orígenes del motor de combustión interna, que es su principio fundamental. Fue en 1820 cuando un inglés, W. Cecil, concibe una idea semejante al motor moderno de combustión interna, utilizando como combustible una mezcla de hidrógeno y aire. Más tarde, en 1838, W. Barnett pensó en comprimir la mezcla de combustible antes de inflamarla. Será en 1860 cuando aparece el primer motor de combustión interna con encendido eléctrico. Es el francés Beau de Rochas el que en 1862 inventa el ciclo de cuatro tiempos con compresión previa, viendo ya la posibilidad de autoencendido de una mezcla gaseosa inflamable. En 1872 el alemán Nicolás Otto hace funcionar por primera vez un motor térmico siguiendo el ciclo de cuatro tiempos de Beau de Rochas. En 1880 Rudolf Diesel investiga la construcción de una máquina fija capaz de quemar petróleo bruto y que tuviera un sistema de encendido por compresión para la navegación y tráfico de carretera; hasta finales del siglo XIX no se aplicarán todos estos descubrimientos e investigaciones a la tracción ferroviaria, siendo los ingenieros alemanes Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach los que llevarían a cabo tal aplicación.

En 1912 se construyó, para los ferrocarriles del estado de Prusia, la primera locomotora diesel del mundo de gran potencia y fue a partir de entonces cuando se inicia el constante desarrollo de la tracción diésel. Por su parte, la primera aplicación en propulsión marina tuvo lugar en Francia, en la barcaza "Petit Pierre" allá por el año 1903 con una potencia total de 30 Cvs.( aunque el primer barco, en regla, fue el alemán "Fritz" (1915) primer buque mercante con motor diésel ). El día 22 de mayo de 1908 los Hermanos Wright patentan su invento: el aeroplano, en la oficina de patentes estadounidenses aunque se afirma que su primer vuelo se realizó el 17 de diciembre de 1903. Pero, sin duda, de todas la fechas, la que saluda el amanecer del día de San Motor, será la producción en cadena del Ford T (Tin Lizzie)… la motorización masiva del mundo (unos años antes Goethe se pregunta en voz de Fausto… y si míos son ocho caballos ¿no son míos su fuerza y velocidad también?) hecho que comienza a ocurrir el año de nuestro señor de 1908. De ahí en adelante el espíritu civilizador del hombre cabalgó a lomos del aceite negro. En vísperas de la primera Guerra Mundial, antes de 1914, ya existían en el mundo más de un millón de vehículos que usaban gasolina. En 1922 había 18 millones de automóviles; para 1938 el número subió a 40 millones, en 1956 a 100 millones, y a más de 170 millones para 1964.

Luego, si entre 1859, esto es las 00:00 horas y 1908, esto es el amanecer, las 06:00 horas, hay 51 años, la cifra, dividida por 6, nos da como promedio alrededor de 8 años por cada hora del ciclo del petróleo. Con lo cual, esta vez, nuestra curva-reloj de Hubbert, queda más o menos así:

C:\Users\Usuario\Downloads\Campana gauss_1.jpg


… son, por tanto, algo así como las 19:30 horas… ni que decirlo, parece que es tarde…

Edgardo Farías (Parroquiano).